El mandatario venezolano amenazó a su homólogo colombiano de revelar detalles del tratado de paz con las Farc y calificó a Colombia de tener un Estado fallido. Santos le recordó que Colombia tiene una democracia sólida y respeta independencia de poderes.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
En medio de la tremenda crisis interna que enfrenta el presidente Nicolás Maduro, debido a las protestas que contra su gobierno han protagonizado sectores opositores y buena parte de la sociedad civil venezolana; el mandatario amenazó a Juan Manuel Santos con revelar “todos los secretos” de las negociaciones de paz con las Farc.
En una alocución televisada, Maduro dijo estar dispuesto a hacer públicas “todas las grabaciones” que según él, revelan detalles de cómo se ha burlado (Santos) del proceso de paz. También advirtió que, según reportes de la inteligencia venezolana, el Palacio de Nariño estaría preparando una “matanza de los líderes de las Farc que firmaron la paz”.
También se refirió a Colombia como un “Estado fallido”, al referirse a la guerra civil, a los problemas de desempleo, falta de oportunidades y hambre que según sus estadísticas, han exiliado de nuestro territorio a más de 10 millones de connacionales hacia el exterior, de los cuales la mitad estaría en el país vecino.
Las temerarias declaraciones de Maduro, serían una reacción a la declaración que habría hecho Santos vía Twitter en la víspera, en la que aseguró que desde hace seis años le había advertido al entonces presidente Hugo Chávez, que “la revolución bolivariana era un fracaso”. También la canciller colombiana, María Ángela Holguín, habría expresado ante la ONU por solicitud de Santos, la inquietud de su gobierno por el anuncio del presidente venezolano, sobre dotar de 500 mil fusiles a igual número de milicianos de su país.
La voluble relación entre ambos gobiernos, comenzó a descender desde agosto de 2015, cuando Maduro ordenó de forma unilateral el cierre de los pasos fronterizos. Entre reconciliaciones y nuevas acusaciones, el deterioro llegó a un nuevo nivel cuando un grupo de militares venezolanos se instaló en territorio colombiano lo que originó el reclamo inmediato de Santos. Posteriormente, Colombia se unió a otros diez países latinoamericanos para reclamar a Miraflores la observancia de valores democráticos y el cese de las hostilidades internas contra la oposición.
Lo que habría terminado de enfurecer a Maduro, fue la entrevista que Santos mantuvo con el diputado opositor Luis Florido, en la Casa de Nariño, donde según el parlamentario, hablaron sobre la necesidad de elecciones, la liberación de los presos políticos y la reversión de las inhabilitaciones contra opositores.
Tras las declaraciones del presidente venezolano, Santos volvió a lanzar dardos contra su colega Maduro. Este viernes en un acto con miembros del Consejo de Estado, aseguró que la de Colombia era una democracia sólida porque se respeta la independencia de los poderes del Estado y la libertad de expresión; dos de los puntos más cuestionados del gobierno de Caracas.
Quién gana y quién pierde
En un año previo a las elecciones presidenciales, desenmarcarse del cuestionado gobierno de Maduro es beneficioso para el presidente Juan Manuel Santos y de su candidato a esas elecciones, Germán Vargas Lleras, quienes tienen sus propios problemas de impopularidad. Esa ‘cercanía’ ha sido blanco de ataques por parte de su más enconado adversario político, Álvaro Uribe Vélez, quien justamente en esta semana había vuelto a cuestionar a Santos por la tolerancia observada hacia los supuestos abusos cometidos por “su mejor amigo”, como calificó Santos a Maduro al principio del gobierno de éste.
Para Maduro, la pérdida de un aliado como el presidente de Colombia es un tema delicado, no solo por su crisis interna, sino por los cambios en la geopolítica sudamericana, donde países como Argentina, Perú, Paraguay, Brasil y Uruguay; han girado hacia gobiernos de derecha. Precisamente el presidente de este último país, Tabaré Vásquez, ha tenido duras palabras contra Maduro por declaraciones de éste contra su gobierno. La sociedad de Venezuela con el Mercosur está en vilo y foros como Unasur y el Alba, que han sido promovidos por la diplomacia y los petrodólares venezolanos, han perdido peso en función de los cambios de gobierno que se han registrado.
El aislamiento parece ser mayor por el enfrentamiento del gobierno del país sudamericano contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, contra quien mantiene una batalla diplomática a muerte.