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Con tutela, juez de Bogotá ganó sueldo mínimo vital por $29 millones

El Gobierno Nacional, por justa causa, estableció que aquellos empleados del Estados que tuvieran salarios altísimos, aportaran un 10% para ayudar a los colombianos que no tienen ni el mínimo vital. Una Juez de la República ganó tutela que le restituye multimillonario sueldo.

Por supuesto que todo profesional que se ha esforzado a en estudiar, y con disciplina llega a ocupar los más altos puestos en las distintas disciplinas del Estado, gane los salarios justos, por muy altos que ellos parezcan ante millones de colombianos que se acuestan con un poco de agüita de panela y un pan reseco. El caso de la jueza de Bogotá Olga Tristancho, quien ganó una tutela ante el Tribunal Superior de la capital del país, abre las puertas a un sano debate en donde, lo primero que salta a la vista, son sus razones personales, muy dramáticas por cierto. Pero frente a su caso particular, con un hijo haciendo su segunda especialización en el exterior, es bueno mirar el drama de más de 40 millones de colombianos que viven de limosna. No porque ellos quiera, sino por falta de oportunidades. Como las que sí las tuvo la doctora Tristancho y su hijo que se especializa en el exterior.Para medir.

Se aferró a Dios y a San Gregorio

¡Qué bello y alentador es el relato de Jaime Tejera, un adulto mayor que se salvó de ser incluído en las abultadas cifras de los muertos por el Coronavirus. Con un poco de humor sostiene que «casi me lleva la ganzúa, pero me aferré a Dios y a San Gregorio».

Buenas las denuncias, malo el lenguaje fuera de lugar

Un gesto noble con mal ejemplo

Cecil Avendaño es un altruista gestor social empeñado en rescatar socialmente un sector denominado ‘El Cielo». Lo malo es que se presentó ante la comunidad, donde estaban muchos niños y adultos mayores, sin tener en cuenta los protocolos del tapabocas, los aguantes, el distanciamiento y el hablarles encima de la cara a los menores de edad y adultos mayores. Un gesto noble que se desdibuja por un descuido. ¡Lástima!

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