Ni la llamada ‘Carretera de la Cordialidad’ acabó con una rivalidad que se daba en todos los escenarios deportivos y demás sitios de la vida cotidiana en ambos departamentos.
Por Rafael Sarmiento Coley
Había que ver los duelos beisboleros o futboleros entre Atlántico y Bolívar durante casi un siglo, eso era para alquilar balcón. Por cualquier mínimo detalle estallaba la pelotera en el terreno de juego, en las graderías o en cualquier esquina del Paseo Bolívar o La Torre del Reloj.
Arriba, el gobernador del Atlántico Eduardo Verano, firma el documento-compromiso, conjuntamente con el representante del mandatario de Bolívar, los delegados internacionales del Open Space y otras entidades tanto públicas como privadas. En segundo plano, el presidente y director ejecutivo del Instituto Open Space, Kim Elliman.
Con el fin de ir amainando esa discordia, el presidente de la República de esos años Eduardo Santos (tío-abuelo de Juan Manuel Santos, quien le halaba las orejas porque no quería ser periodista sino político), creó en 1938 la ley para empezar a construir la que se denominaría ‘La Carretera de La Cordialidad’, que solo alcanzó a llegar, en aquel momento, desde Cartagena hasta Sabanalarga. De todas maneras por fin se terminó la vía y hoy es una de las troncales del país.
La otra pelotera por un totumo
Otro rifirrafe entre los dos departamentos nació casi de manera simultánea con el nacimiento del departamento del Atlántico en 1905. El primer mandatario atlanticense, el general Diego A. De Castro (tatarabuelo de la hoy asesora de cabecera del gobernador Eduardo Verano, Pía De Castro), propuso que los límites del Departamento, por los lados de lo que hoy se conoce como Vía al Mar, llegaran hasta Galerazamba, así, la Ciénaga y volcán del Totumo, más el caño del mismo nombre que desemboca en Lomita Arena y sigue para Galerazamba, quedaban en Atlántico.
José Vicente Mogollón, descollante figura dedicada a la defensa de la naturaleza, aprovechando su alta preparación en las mejores universidades del mundo, sirve ahora en forma callada en una tarea más útil y humana.
No hubo acuerdo posible. No lo hubo nunca en 112 años de historia. Hasta ahora, cuando dos mandatarios (Eduardo Verano De la Rosa y Dumed Turbay), pasarán a la historia como los que lograron superar dicha discordia, mediante la creación del gran parque del Tití Cabeciblanco, que ya es símbolo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (es la mascota) e ícono internacional a raíz de convertirse en noticia mundial desde cuando en años recientes impidió la construcción de un gigante aeropuerto internacional, justo en la zona donde tienen su hábitat los últimos pocos titi cabeciblanca que sobreviven en el Planeta Tierra.
La campaña por salvar el tití cabeciblanca fue tan exitosa, que atrajo la atención de numerosas ONGs en distintas partes del Planeta, que se asociaron a una campaña mediática que se volvió viral.
A propósito de esta especie del Cabeciblanco, como todos los titíes, son rabiosos a morir, en especial cuando no encuentran la hembra para aparearse. Por eso Verano recordó la anécdota de que en casa cuando él cogía rabia porque le ponían sopas de hueso, le decían «¡carajo muchacho e mierda tu pareces un tití, coges rabia por todo!».
José Vicente, ¡feliz!
Como consecuencia de todo ello, este viernes en el hotel Movich de Barranquilla el presidente y director ejecutivo del instituto Open Space de Estados Unidos, Kim Elliman, invitado por su compañero de bancada universitaria el cartagenero José Vicente Mogollón, felicitó a los mandatarios y demás funcionarios de Atlántico y Bolívar por haberse propuesto la misión de acabar con diferencias limítrofes y defender no solo el territorio del tití cabeciblanca, sino una hermosa zona de bosque seco tropical, que es un recurso natural muy valioso en el mundo.
Numeroso y electo público asistente a la ceremonia de este viernes en el hotel Movich por el Tití Cabeciblanco.
“Se necesitan muchos esfuerzos para proteger esta especie clave como el titi que es el emblema del bosque, por eso, enfocamos nuestros esfuerzos en erradicar la caza de esta especie. Rescatamos el interés de la sociedad y del sector público y privado para unirse en torno a esta causa”, dijo Elliman.
Según el documento preparatorio para la creación del Parque Natural Región Caribe, el bosque seco tropical es uno de los ecosistemas más amenazados del mundo. Le queda solo el 3% de su cobertura original. Sin embargo, es uno de los bosques más resistentes al cambio climático. Su evolución le ha permitido adaptarse, tolerar largos períodos de sequía y mantener su función ecológica.
Predios privados tendrán una compensación
La subdirectora de la ONG Patrimonio Natural, Inés Cavelier, señaló que uno de los elementos para unir esfuerzos entre el sector público y el privado es el decreto 870 de 2017 o de Pago por Servicios Ambientales que permite que los predios privados tengan una compensación si hacen esfuerzos de conservación.
Natalia Segovia (de Patrimonio Natural), Alberto Escolar (director de la CRA), Rosamira Guillén Monroy, la persona que más sabe sobre el Tití Cabeciblanco y Johanna Vega, subdirector del proyecto Tití.
“Es un instrumento que da la posibilidad de dar incentivos a los usuarios del suelo para que continúen ofreciendo un servicio ambiental, eso es una herramienta fundamental para este proceso de expansión”, afirmó Cavelier.
Este trabajo en equipo quedó refrendado con la firma de un acuerdo de voluntades por parte del gobernador Eduardo Verano y el representante de la Gobernación de Bolívar, Rodolfo Díaz, para buscar una figura jurídica y cristalizar la ampliación de esta zona protegida a, por lo menos, 20.000 hectáreas.
Esta firma se dio durante un encuentro en el que participaron representantes de universidades, empresarios, sector público y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos cómo la Open Space Institute (OSI) de Nueva York, que han expresado su interés en promover e invertir recursos para consolidar las áreas necesarias para la protección del mono tití cabeciblanco, una especie endémica de la región Caribe que está en peligro de extinción.
Ya esto no lo para nadie: Verano
El gobernador Verano señaló que la propuesta ya está en marcha, el pasado 22 de agosto en Bogotá, el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, avaló la creación de un equipo técnico que defina las acciones que se deben tomar para ampliar esta área protegida ubicada en los límites de Atlántico y Bolívar.
Los ilustres visitantes de instituciones ecológicas de Estados Unidos en la mesa del desayuno con Eduardo Verano, Rodolfo Díaz (representante del Gobernador de Bolívar Dumed Turbay), y José Vicente Mogollón.
El equipo técnico que se conformó está integrado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) y las gobernaciones de Atlántico y Bolívar.
La unión hace la fuerza…siempre
“Hoy vemos cómo se unen las voluntades de todos los sectores para encontrar una solución y poder crear un corredor ambiental que nos ayude a cumplir varios propósitos: proteger al tití, al bosque seco tropical, solucionar las discusiones por los límites entre Atlántico y Bolívar, y consolidar un espacio ecoturístico que se atractivo”, indicó el mandatario.
En este momento el tití cabeciblanco habita entre las áreas protegidas El Ceibal y Los Rosales. Ambos sectores están equidistantes a Barranquilla y Cartagena, dos ciudades que están en constante crecimiento.
“Un área de protección en esta zona sería el mejor legado que le dejemos a las futuras generaciones, por eso, es el momento de tomar decisiones importantes y para eso contamos con el apoyo del presidente Juan Manuel Santos”, dijo Verano.