Opinión

Las peloteras después del Festival Vallenato

Las metidas de guayo del ‘Divo’ pasaron desapercibidas. En cambio la ausencia de las veteranas voces de  Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Jorge Oñate y Beto Zabaleta en un evento popular organizado por la Fundación del Festival sí que le metió candela a la hoguera.

Presidente de la Fundación Festival Vallenato

Presidente de la Fundación Festival Vallenato

Los valduparense –y quienes llegaron de todas partes a disfrutar del Festival 46—no le dieron la menor importancia al despiste del llamado ‘Divo de Juarez’ (Juan Gabriel), quien en un estado de cheveridad, como esas personas con la cabeza embotada por el alicoramiento que responden como alucinadas, respondió a las preguntas de los periodistas que se sentía muy feliz de haber llegado a la ciudad del mejor Carnaval y que recordaba con mucho cariño al ‘tipo ese que canta muy bonito y que en esta ciudad le hicieron una estatua’ (se refería al Joe Arroyo).

Las metidas de guayo del ‘Divo’ pasaron desapercibidas. En cambio la ausencia de las veteranas voces de  Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Jorge Oñate y Beto Zabaleta en un evento popular organizado por la Fundación del Festival sí que le metió candela a la hoguera.

Los cantantes ‘incumplidos’ alegan –con toda la razón- que no se presentaron en protesta porque, mientras ellos siempre han actuado gratis para colaborar con el Festival, a los artistas foráneos que contratan ( por ejemplo el ‘Divo’ despistado y otros), les pagan, en conjunto, cerca de 600 mil dólares. Y a ellos no les dan ni a oler un verde con el rostro de George Washington. Ese es el meollo del asunto.

Para levantar más las llamas de la hoguera,  Andrés Molina Araújo, hermanito menor de Rodolfo Molina Araújo, presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, arremete en su columna habitual en El Heraldo contra la fracasada actuación de las viejas voces del vallenato y critica de manera fuerte la organización del evento que preside su pariente cercano.

Ayer Rodolfo Molina agarró su computador y escribió una carta abierta, pero con destinatarios específicos (los viejos cantantes y su hermano).

Sostiene que “con ocasión de la cancelación de las presentaciones de las agrupaciones  musicales (ya señaladas arriba)” su hermano publicó una columna de opinión “en la cual cuestiona la inasistencia de estos artistas a los compromisos adquiridos, y de paso, en su esfuerzo crítico, trae a desafortunada colación una serie de acotaciones referentes a circunstancias judiciales presuntamente relacionadas con Poncho Zuleta, Jorge Oñate, y Diomedes Diaz en casos aislados unos de otros que no guardan relación con los episodios del interés  de la Fundación que presido.

Como quiera que mi relación de parentesco con Andrés Alfredo Molina Araújo es viva, real y dinámica, tal realidad me obliga a referirme al escrito de su autoría en  la doble condición de Presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y hermano, advirtiendo que ésta dualidad reviste una dificultad emocional de la que no busco desembarazarme, así que procuraré sintetizarla en párrafos  separados:

Como hermano agradezco a Andrés que usara su exitosa columna para solidarizarse con la decisión injustificada de los artistas al decidir no presentarse  bajo motivaciones insustentables, que causaron un daño grave al certamen en curso. El Festival nos pertenece a todos en cuanto éste y sus carreras, se deben a  esa unidad monumental que es el folclor Vallenato, dañarlo es incomprensible y la decisión de cancelar fue lamentable. Por eso, la decisión autónoma, pero no solicitada ni consultada con miembro alguno de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, que llevó a volver Columna de opinión éste insuceso contractual la valoramos en la medida de su correcta intención.

Pero en cambio, ya como Presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, debo rechazar con vehemencia el que mi hermano, Andrés Alfredo Molina Araujo -quien no es miembro de ésta entidad- haya usado el impase con el Festival para referirse a supuestos cuestionamientos y denuncias judiciales sobre quienes constituyen parte imprescindible del orgulloso decálogo de las glorias vivas del vallenato. Tales referencias nada tienen que ver con la Fundación, y más bien, nuestra institución les respalda y apoya, dentro del mayor apego y respeto a la ley, porque les conoce y sabe de sus altas condiciones personales. No solo me aparto de lo dicho en la columna de El Heraldo a título personal y como Presidente, sino que pido al autor, ya pasado el furor de nuestras fiestas, que se retracte y desdiga en todo cuanto en ella afirma que pudiere haber sido lesivo para la imagen y buen nombre de los referenciados. De paso uso la oportunidad, para reiterar a los artistas que el legado de Consuelo Araujonoguera depositado hoy circunstancialmente en mis manos, reposa materialmente en la hermandad musical que nos legó y en el lazo eterno tejido por ella y los juglares, que pido no sufra mella por unas palabras acaloradas, efervescentes, inmerecidas y sobre todo no autorizadas ni avaladas por quienes llevamos sobre los hombros la responsabilidad del Festival de la Leyenda Vallenata.

Los invito a la concordia, a la piqueria, a que volvamos canción este momento, y  que con Andrés Alfredo Molina, sellemos de humildad un pasaje que no debió ser y que solo se justificará si lo volvemos ejemplo ante la sociedad, haciéndolo modelo de como se subsanan los agravios y malentendidos entre quienes crecimos arrullados con el amor – amor y sabemos volver música nuestras diferencias, en este Valle de luz donde todos los disgustos son fraternales y sabemos perdonarnos de corazón. Vallenatísimamente,  RODOLFO MOLINA A

About author

Director general de Lachachara.co y del programa radial La Cháchara. Con dos libros publicados, uno en producción, cuatro décadas de periodismo escrito, radial y televisivo, varios reconocimientos y distinciones a nivel nacional, regresa Rafael Sarmiento Coley para contarnos cómo observa nuestra actualidad. Email: rafaelsarmientocoley@gmail.com Móvil: 3156360238 Twitter: @BuhoColey
Related posts
NacionalesOpinión

En un estado corrompido

Opinión

Excesos de locuras

ActualidadOpiniónReflexión

El Poder Transformador del Periodismo Feminista

ActualidadCiencia y TecnologíaOpinión

Ética en la era de la inteligencia artificial: desafíos y reflexiones.

4 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *