A la constructora de Luis Carlos Sarmiento se le caen tres puentes con más de 25 mil muertos. Es la banca más usurera de Colombia y Suramérica. Financia el 80% de las campañas a presidencia y congreso para que se mantengan como perritos falderos en Superintendencia Bancaria y Centrales de Riesgo.
Por Rafael Sarmiento Coley
Cuando se le pregunta al gerente seccional y a la coordinadora de asesores del Banco Popular en Barranquilla entran en pánico e inventan que debe n ir con urgencia al ‘toilette’. Nunca dan la cara. Jamás tratan al usuario como se lo merece: de manera amable. Es decir, lo empleados del Banco Popular de Barranquilla piensan que el usuario que acude a dicha entidad es a `pedir una limosna. Se muestran engreído, despóticos.
*-Lo peor es que la banca colombiana, dominada por el multimillonario Luis Carlos Sarmiento Angulo (quien maneja el 60% del sector) y Serfinanza (Grupo Char), que maneja el 30% del sector, son las entidades que cobran los más altos intereses en Suramérica: el 17.66 con el agravante de que la Superintendencia Financiera y las Centrales de Riesgo, los tres perros falderos de los dueños de la banca, en la práctica son empleados de los banqueros, y hacen lo que los banqueros les orden.
Una funcionaria del Banco Popular, que pidió la reserva de su nombre, se atrevió a decir que ningún crédito, compra de cartera o ‘retranqueo’ se hace sin el visto bueno, no de Luis Carlos Sarmiento o Serfinanza, sino de los caninos del infierno que tienen en las malditas Centrales de Riesgo y en la Superintendencia Financiara.
La peor desgracia de Colombia es que no hay fuerza ni voluntad posible que impida que Colombia sea el tercer país de América Latina con las tarifas de interés más altas: 17.66% ¡Qué desgracia! El ciudadano común se pregunta: ¿Y qué hacen Uribe, Duque, el Congreso, la Banca Central? ¡Rascándose las pelotas como todo miserable!
Un país así será siempre enano
Podría decirse con certeza que el sector bancario es el que tiene el desarrollo estancado. Porque es el que, por desgracia, genera la más alta corrupción.
Pagan a las Centrales de Riesgo y a la Superintendencia Financiera; sobornan al 70% del Congreso para que aprueben proyectos que les son favorables. Por ejemplo, jamás se ha visto que el corrupto Congreso apruebe un proyecto que obligue al mezquino y diabólico sector bancario a conceder créditos a bajos intereses para financiar proyectos sociales para el fomento de la agricultura, acuicultura, ganadería a pequeña escala. Y cuando lo hacen, son tan miserables que esos proyectos caen en manos de ratas como Agro Ingreso Seguro, que de manera vergonzante se lo robó Andrés Felipe Arias, niño consentido de Álvaro Uribe Vélez.
Luego el desvergonzado Alberto Carrasquilla se inventó el proyecto ‘Bonos Agua’ dizque para ponerle agua a 1.100 municipio, que a su vez debía aportar el 40% de la inversión. Albertico se robó todo.
Con esa clase de servidores públicos malvados e hijos de mala madre, ningún país puede salir adelante.
Se roban hasta las pensiones
Bendita sea la proximidad de las elecciones para elegir Congreso y Presidente para que los electores, conscientes de este derrumbe moral, voten por candidatos que no tengan piel ni uñas de rata. Es que eso se conoce a leguas. Cuando se presentan en los barrios, casa por casa ofreciendo el oro y el moro.
Pero sin mencionar para nada que el banquero más rico del país se roba buena parte de las pensiones, mediante ofertas fantasmas de crédito fácil con base en el monto de la pensión.
O con el sistema de ofrecer Certificados de Ahorro a Término Fijo, en los cuales la mayoría de las víctimas son ancianas, viudas que caen en manos de los testaferros del amanuense de oficio de Luis Carlos Sarmiento, Néstor Humberto Martínez, quien tuvo el descaro de negar el pago de 125 CDT con el argumento de que habían desaparecido de la Caja Fuerte.
Y cuando una pobre viuda se le presentó con el Certificado físico: el muy miserable tuvo el descaro de preguntarle: “¿Y usted todavía está viva?”.
Por Ello es definitivo que, si por suerte, en el millar de candidatos a Senado y Cámara todavía hay colombianos honrados, por favor, frenen esta miserable forma de envilecer a la población más indefensa del país, a la que el miserable Luis Carlos Sarmiento con su tramoyero Banco Popular (en especial el de Barranquilla), Davivienda (de donde le sacan la plata a los cuentahabiantes y nadie les responde) a los del Banco de Occidente que los créditos se estancan por años y años sin que se registren los abonos que los deudores realizan.
Una Banca así, hay que ponerle ají picante en los fondillos, en especial a Luis Carlos y obligarlos a convertir su maldita usura en una banca social, porque el día que se mueran, que ojalá sea muy pronto, no se van a poder llevar toda esa plata en el cujón, y, si deciden ser cremados con toda su fortuna, mejor, porque así terminarán en las pailas del infierno. ¡Dios Bendito que así sea, para que haya justicia en la tierra!