El hábil volante creativo, líder del equipo Universidad Autónoma Del Caribe, cuando cambia la embestidura de futbolista al rol de estudiante es todo lo contrario de lo que hace en la cancha: en clase es muy tímido.
Por Francisco Figueroa Turcios
Fotos Aleidys Coll
Alan Navarro Espinosa quiere aprovechar el cuarto de hora que le brinda la vida. Al ser el jugador referente del equipo Uniautónoma FC, obtuvo una beca deportiva para convertirse en administrador de empresas. Cursa octavo semestre y estudia con el mismo entusiasmo que despliega durante los noventa minutos en cada partido de fútbol.
«En clase soy muy tímido, mi táctica en el aula es escuchar las explicaciones de los profesores para tratar de aprender al máximo. El liderato que asumo en la cancha en la parte académica no lo pongo a funcionar. Prefiero mantener un perfil bajo, y tratar de pasar desapercibido en el salón de clase», explica Alan Navarro.
Él es el ídolo del equipo de fútbol (goleador, ha marcado 5 goles, dos menos que el máximo artillero del torneo liga Postobón, Dayro Moreno, de Millonarios). «Soy un alumno más y así lo hago sentir a mis compañeros, que son muy deferentes conmigo. Cuando no puedo asistir a clases por motivo de entrenamientos, ellos me ponen al día del tema que los profesores dieron y me apoyan en despejar cualquier duda que tenga. Eso sí, trabajamos en equipo, como si estuviéramos en la cancha queriendo ganar unidos», dice entre risas el mediocampista.
Es un ejemplo de sacrificio porque no es fácil ejercer la profesión del fútbol y al mismo tiempo adelantar una carrera profesional tan exigente. Cuando asiste a clases, los estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe, especialmente las jovencitas, aprovechan para pedirle autógrafo o, en su defecto, tomarse una foto para subirla al Facebook y así chicanear con sus amistades.
«Compartir el estudio con el balompié es difícil porque no hay tiempo para ambas actividades, la profesión del fútbol te exige entrenamientos, muchas veces en doble jornada, las concentraciones, los viajes cuando nos corresponde jugar fuera de Barranquilla; pero eso no es obstáculo para culminar la carrera de administrador de empresas. No quiero terminarla por terminarla. No: mi meta es obtener el mayor aprendizaje para ser un profesional destacado así como lo soy en el fútbol. No me gustan las cosas a medias», puntualiza Alan.
Actualmente es tecnólogo en Administración de Empresas, título que obtuvo en la Corporación del Litoral, por eso cuando se le brindó la oportunidad de jugar en la Universidad Autónoma del Caribe una de sus expectativas fue convertirse en profesional.
«Cuando jugué en el Junior me dieron la posibilidad de estudiar en la Corporación del Litoral y allí terminé mi carrera como tecnólogo e hice un diplomado. Soy consciente que la carrera del futbolista es corta o una lesión como en mi caso que sufrí dos, lo puede marginar de por vida de esta profesión, por lo que uno tiene que prepararse en la vida para cuando uno decida abandonar el fútbol, o a la inversa, que el fútbol lo deje a uno», comenta sobre su primer logro académico.
Empresa propia
Alan Navarro tiene las cuentas claras. Cuando culmine su carrera como futbolista y con el título de administrador de empresas, en asocio con su esposa María Angélica Rosales montará su propia empresa. Por eso cada día se esfuerza en obtener los mayores conocimientos que pueda captar del profesorado de la universidad Autónoma del Caribe.
«Los profesionales que salen de la Autónoma tienen mucho prestigio y son apetecidos en el mercado laboral. Si Dios me brindó la oportunidad de volver a jugar fútbol después de dos graves lesiones que pusieron en duda mi continuidad, así le pido al Todopoderoso que se me haga realidad el tener mi propia empresa. Estoy haciendo mis ahorros para cuando llegue ese momento tener una buena base y además el conocimiento de cómo organizarla», dice Alan con una seguridad pasmosa sobre su futuro.
En la parte futbolística, Alan Navarro, de 24 años de edad, es un motivador de sus compañeros. Les dice además que deben de aprovechar el tiempo para estudiar y le han seguido sus pasos Cristian Fernández (Comunicación Social) y Carlos Saa (Contaduría). Mientras toda Barranquilla habla de lo que será la segunda edición del Derby del fútbol barranquillero, este jueves en el estadio metropolitano ‘Roberto Meléndez’, Alan Navarro comparte su tiempo entre entrenar para ese clásico y asistir a clase en la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Autónoma del Caribe.