Por: Francisco Figueroa Turcios
Para retomar la política de darle la oportunidad a los jugadores de la Región Caribe y, en especial, a los de las divisiones menores.
Recuerdo que Arturo inició un ciclo importante en la presidencia del Junior apelando a jugadores de la cantera del cuadro ‘Tiburón’, liderado por Magnelly Torres, Martín Arzuaga, Roberto Peñalosa, Emerson ‘Piojo’ Acuña, José ‘Ringuito’ Amaya (hijo del brillante marcador de punta juniorista de siempre Armando ‘Ringo’ Amaya), Jaider Palacio, y Lin Carlo Henry, entre otros. Y fortalecer el equipo del Barranquilla, donde sobresalieron Teófilo Gutiérrez, Carlos Bacca y Luis Carlos Ruíz.
Dejaría en plena libertad a Arturo para que decida la permanencia del técnico Alexis García, pero le recomendaría darle la continuidad al proceso y dejar de estar cambiando de entrenador cada semestre. Reconozco que Alexis fue imprudente en sus declaraciones a la prensa y se equivocó en el tema de los refuerzos, especialmente, en el caso de los dos Álvarez (Diego y Jhonattan), Gabriel Gómez y Edwin Cardona.
Se debatió entre sus convicciones futbolísticas y las del entorno y se quedó a mitad de camino. Por juegos y resultados no tiene mucha defensa. Algunos directivos no están de acuerdo con su continuidad.
Acompañaría al Sur del Continente (Argentina y Uruguay) al técnico y a Arturo a buscar tres buenos refuerzos de experiencia: un defensa central, un volante creativo y un centro-atacante.
Yo le entregaría a Arturo una radiografía de lo que fue el actuar de cada uno de los jugadores base del Junior en esta Liga Postobón I. Mi balance es el siguiente, jugador por jugador: Sebastián Viera, en general sostuvo su liderazgo y algunas gestas de salvador, pero este semestre fue víctima de goles desde fuera del área, en los que algo más pudo hacer. Aceptable.
Jaider Romero, buen inicio. Mejoró su aspecto físico y defensivo, pero después desmejoró y, además, una lesión lo sacó de ritmo y cumplió a medias. Regular.
Samuel Vanegas, no rindió a pesar de su titularidad innegociable por parte del técnico. Con más ganas que inteligencia. Con buena disposición, pero sin distancia. No fue el líder que se esperaba.
Diego Amaya, irregular. Algo distraído en movimientos de cobertura defensiva. Con alguna participación interesante para darle salida al balón con mejor técnica. Deficiente.
Iván Vélez, mal inicio. Desatento en sus movimientos defensivos, tarde para llegar a los cierres. Mejoró en ataque y con muchas ganas y pundonor elevó su calificación. Lástima su lesión. Habrá que ver como es su recuperación.
Gabriel Gómez, mal. Lento, sin injerencia defensiva y mucho menos ofensiva.
Luis Narváez, siguió su bajo nivel del año pasado. Lento, torpe y sin las virtudes que le valieron el reconocimiento en el 2011.
Breyner García, no tuvo continuidad por algunos problemas personales. Cuando jugó mostró su buena disposición pero sin destacarse.
Jossimar Gómez, mejoró con respecto a su estancamiento de los últimos años. Traslada menos el balón y aprende a ubicarse mejor. Al final también cayó en la irregularidad colectiva. Aceptable.
Edwin Cardona, inicio ilusionante en los pocos minutos que jugaba. Fue titular y desplegó tantas condiciones técnicas como debilidades físicas. El final de la temporada no lo deja bien parado: lento, impreciso y sin generar situaciones de gol. Deficiente.
Vladimir Hernández, una temporada sin continuidad por las lesiones. Sin calificación.
Edison Toloza, de quienes llegaron, el más efectivo. Entregado, insistente, con mucha generosidad física. A pesar de los 10 goles, varias veces errático en jugadas claras de gol, algo descoordinado para la última jugada. En general, bien.
Dairo Moreno, mucho esfuerzo sin eficacia. Impreciso, errando oportunidades de gol. Nunca alcanzó el nivel que esperaba la gente, a pesar del reconocimiento que le hacen por su lucha. Deficiente.
De todos los aquí analizados, muchos continuarán en el equipo. También todo un batallón saldrá. Y unos pocos tienen las barbas en remojo. Hay serias dudas sobre su continuidad en las toldas rojiblancas.
Pero, sin mamadera de gallo – hablando en serio- si yo fuera Fuad, sacaría a Arturo del embeleco de volver al Congreso. A él no le gusta esa vaina. Lo ha dicho de mil maneras. Si yo fuera Fuad, repito, dejaría a ese muchacho al frente de lo que realmente le gusta y lo apasiona. Y por esa sola circunstancia de ponerle el corazón y la pasión a su Junior del alma, lo dejaría en ese cargo hasta cuando se pensione.
No importa que la mesada que recibirá de Junior sería, me imagino, una décima parte de lo que se embolsan mensualmente los honorables padres de la Patria pensionados. Arturito, un campeonato de Junior bien vale la pena.
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De hecho queda claro que «fuera de Fuad no hay salvación». Y de terminar él creyendo que estos es asi,continuara desechando las ayudas que, como en los vuelos comerciales de aviones, siempre se requiere para NO PERDER EL RUMBO. Y la principal de esas ayudas es la de un departamento de Sicología, que Junior nunca supo montar en cuanto apareció el fenomeno de la television aparejado con las cifras millonarias que devengan estos analfabetos con balon. Esa bendita camara, tan mal manejada por los comunicadores en Colombia, es un veneno mental que los clubes deben evitar que penetre en el psiquis de cada jugador. De pronto el espacio no me da para mas, pero si yo fuera FUAD, lo primero que haría sería contratar lo mejor para ese departamento. Le serviría muy bien a los hijos de Fuad, los sobrinos de Fuad, los subalternos de Fuad y desde luego, a todos los jugadores. Examinen el ejemplo de Messi cada vez que lo vean en la television. Es un genio en su futbol, pero controlado en su psiquis por una excelente ayuda sicologica, que es asi como lo explota su equipo el Barza.
En mi opinión Fuad Char ha perdido la visión exitosa del empresario de fútbol que acertaba en las contrataciones ya sea de técnico y/o jugadores; El fútbol ha evolucionado, mas el como empresario se quedó en el ayer. Es hora de que empiece el relevo generacional en las directivas del Junior; necesitamos empresarios con visión futurista y que le aporten a Junior lo necesario para que con toda una buena infraestructura se pueda hacer del mismo una institución de respeto ya no solo en Colombia si no a nivel internacional.
Si yo fuera Fuad: Lo primero que haría era no permitir mas nunca , televisar ninguno de los partidos del Junior. Nuestro equipo se convirtió en el mejor negocio para restaurantes, bares y estaderos sin percibir un solo peso. La televisión acomoda los partidos en horarios que favorecen a los equipos del interior del país. Nuestro plantel se desgasta toda la semana entrenando de dia y los partidos locales se programan de noche. Si usted cree que eso no tiene importancia, lo invito a que le pregunte al profesor Peckerman si acepta jugar a otra hora diferente a las 3:30 pm en Barranquilla. Cada dia que pasa vamos perdiendo lo que en el pasado fué la mejor hinchada de Colombia. Adicionalmente buscaría la forma para devolverle los parqueaderos al estadio metropolitano Roberto Melendez con sistemas de seguridad que garaticen la asistencia al estadio de la familia Juniorista. Mientras no recuperemos a nuestra afición, será imposible invertir en un gran plantel. No es justo que Junior no cuente con su afición en los momentos mas dificiles del torneo. Solo 2 mil aficionados para apoyar a un equipo que necesita ganar 3 puntos para clasificar. No existe motivación alguna superior a la presencia de aficionados en el estadio. No me vayan a salir que si montan un buen equipo el estadio se llena. Un ejemplo y que Fuad me haga quedar mal si no estoy en lo cierto: En la final del 93 contra el America no entraron pagando mas de 20 mil personas al estadio. Fuad Char en un momento de lucidez y para presionar a los arbitros quienes estaban haciendo hasta lo imposible para que Junior perdiera, le ordenó a José Fulleda encargado de la boletería en ese entonces: «Que abriera las puertas del estadio para que se llenara el Metro y así el equipo sintiera el respaldo de su afición. Solo iban transcurridos 15 minutos de juego. Ese dia se tomó la decisión de no traer jugadores tan costoso al club si la gente no respalda al equipo. Que hace falta mayor comodidad para asistir al estadio eso es cierto. Cuando teniamos el Romelio Martinez, no existía nunguna comodidad para ir al estadio, la afición del Junior presionó a directivos, gobiernos locales y nacional para construir el Metropolitano, de una sola manera y sin ofender a nadie: «Asistiendo al Estadio». Así es como se exige no hablando tonterías y ofendiendo a los miembros del plantel.
Eso de ser buen técnico en Colombia estará siempre ligado a la inmediatez del resultado y a la dependencia del mecenas capitalista que sabiendo mas de ese deporte que el mismo balón, quita y pone, pero no huevos.Desafortunadamente el Junior depende del instinto mercader de unos turcos y bien sabemos que el corazón de éstos es directamente proporcional a la cartera.