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Sapos al agua de la izquierda en Colombia 

Un manjar para la política tradicional de cuello blanco en Colombia -es decir, la derecha-, es ese que sirve en bandeja la izquierda de este país.

Por Jorge Mario Sarmiento Figueroa

Cada vez que se acercan las elecciones presidenciales en Colombia, desde las épocas de la Patria Boba, la izquierda se lanza desesperada. Presenta tantos candidatos suyos, como si las elecciones se trataran de un concurso de popularidad y no de una guerra a muerte por el poder.
Al final, como sabiamente explicó García Márquez su fracaso cuando pretendió calar hondo en nuestra democracia con la revista Alternativa, no es posible hablar de una izquierda en Colombia, y mucho menos hablar en nombre de ella, porque son tantas y tan desunidas, que al primer derechazo terminan en la lona.
La coyuntura política actual le da de nuevo la razón al Nobel. Porque el anuncio rimbombante de Piedad Córdoba esta semana, de lanzarse a la presidencia «¡Para ganarla!», huele más a una jugada similar al beso que se dio con su mejor enemigo Álvaro Uribe Vélez, y no a una verdadera representación de la izquierda, de la comunidad afrocolombiana y de la comunidad LGTBI, a las que ella dice enarbolar en sus banderas.
Hagamos preguntas:
A quién le da y le quita votos Piedad Córdoba, ¿a la izquierda o a la derecha?
A quién le conviene más una candidatura de Piedad Córdoba, ¿a Uribe o al país?
El grito de Piedad Córdoba tiene el tono más veintejuliero posible. Y podrá gritar todo lo que quiera, pero ella sabe que su voz no tiene vocación de poder presidencial. Entonces, ¿para qué grita?
Y mientras tanto, Gustavo Petro se quitó la semana pasada uno de sus zapatos Ferragamo y se lo lanzó desde su Twitter a la foto de Claudia López, Sergio Fajardo, Jorge Robledo, Antonio Navarro Wolf, Iván Marulanda y Angélica Lozano. ¿Y para que lanza Petro el zapato en su trino quejumbroso?
A modo de conclusión, no es solo que la izquierda sea lo equivalente a una granada de fragmentación, sino que parece que la mano derecha del país la tuviera en su mano, siempre lista para lanzada cuando un poder distinto quiere asumir las riendas. Porque mucha foto y mucho grito y mucho Twitter despiertan fervor pero no producen votos. Y la derecha, que no se anda con cuentos para poner su maquinaria, sabe lo que tiene en sus manos, así las tenga tanto o más sucia que la otra de sangre y corrupción.
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Practicante del periodismo desde niño, comunicador de profesión, artista por vocación. Email: jorgemariosarfi@gmail.com Móvil: 3185062634
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