Otro punto de vista de la deserción del Galaxy Note 7.
Por Gabriel Moncada Figueroa
Samsung ha mandado un comunicado en el que expresa que no seguirá produciendo el Galaxy Note 7. Parece mentira que hace dos meses este mismo smartphone que se había considerado como el mejor del mundo por sus increíbles características, se deje de fabricar por un fallo que aún no se detecta.
Por raro que pueda parecer, es posible que el daño no se llegue a detectar así como aún los científicos no han podido detectar el alma, pero sabemos que está allí. Y este fallo es que al momento de cargarlo, de repente explota.
Aunque aún no se ha presentado ningún hecho lamentable, la compañía surcoreana ha decidido poner como prioridad la seguridad y salud de los usuarios, porque han hecho casi de todo para solucionar este inconveniente que los deja mal parados no solo ante la competencia sino por todos en general.
He de decir que por este motivo no hay que catalogar a los productos de Samsung como una opción mala de compra, porque en todos estos años que llevo siguiendo a esta compañía es la primera vez que sucede algo tan grave, y esto le pudo suceder a cualquier empresa del mundo, porque son errores aislados y sin precedentes, por lo que la investigación necesaria para ella llevará su tiempo antes de conocer el verdadero causante.
¿Cómo van a hacer con el Galaxy S8?
Lógicamente Samsung va a hacer lo que esté en sus manos para prevenir a toda costa estos accidentes, porque la competencia es feroz y no perdona ningún desliz, tanto es así que por esto se han beneficiado por ejemplo las acciones de Apple, porque una cosa sí está clara y es que nos gusta juzgar las cosas sin indagar con fuentes fiables. Solo oímos el bullicio y eso es lo que creemos.
En particular creo que es una decisión sabia que ha tomado Samsung porque ha puesto la seguridad y salud de las personas por las ganancias que este caso sería de unos 17.000 millones dólares y esto es algo para valorar, porque cuántas empresas no hay en el mundo vendiéndonos productos que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad e higiene y que siguen como si nada porque creen que el dinero lo compra todo.