Congresistas y Gobierno se amangualan para sacar leyes a tutiplén, casi todas para meterle la mano al bolsillo de los sufridos contribuyentes.
Por Rafael Sarmiento Coley – Director
En una definición filosófico-física y sofística, la ministra del Transporte, cienaguera muy inteligente ella, (por algo se dice que fue la artífice del segundo mandato de Uribe porque fue quien llevó a la Casa de Nariño a uno que otro podrido de plata para financiar la campaña, aunque después se pifió porque se estrelló contra una ‘pirámide’), dice que la sustitución o cambio de formato del pase o licencia de conducción no tiene costo para el usuario, pero sí (paga) el que lo gestiona por primera vez o lo renueva”.
Antes de continuar con el análisis de la definición de la Ministra inteligente, es bueno recordar el calendario que se estableció para reducir un poco las interminables colas en las oficinas de Tránsito y Transporte: las personas cuyas cédulas terminan en 2, pueden hacer sus trámites para cambiar, modificar o actualizar su pase durante todo el mes de febrero.
Las cédulas terminadas en 3: tienen todo el mes de marzo para sus trámites. Las cédulas terminadas en 4, van en abril. Las que tengan el 5 como último dígito, van en mayo. Las que tengan el 6, van en junio. Las del 7, van en julio. Las del 8, van en agosto, en septiembre van las que terminen en 9 y en octubre y noviembre, las que terminen en 0.
Para una información más útil se puede consultar la página www.runt.com.co, en la parte superior se hace click en una de las primeras pestañas denominada ‘Ciudadanos’.
El segundo paso es abrir la carpetica ‘Consulta por documento de identidad’ y en la flechita indicada se busca cualquiera de las siguientes opciones: cédula de ciudadanía, pasaporte, tarjeta de identidad, registro civil o carnet diplomático. Se marca el número del documento seleccionado y se da enter. Ahí sale todo el historial de su licencia.
La Ministra, que es una entusiasta tuitera, en sus didácticos tuiteos enseña que “las licencias vencidas no se sustituyen, se renuevan; y que cambiar de una categoría a otra es una recategorización, por lo que el usuario también tiene que pagar”.
En plata blanca, todos terminarán pagando. ¿Quiénes pagan? Los que sacan la licencia por primera vez, los que tienen la licencia vencida, los que cambian de categoría (o ‘recategorización’, como dice la Ministra).
Los únicos que no pagan son aquellos ‘afortunados’ conductores -tanto de los públicos como los particulares- cuyos pases no estén vencidos en este momento. Solo en este momento. Porque los sabios congresistas (no se sabe bajo qué razonamientos o motivaciones), le aprobaron al Gobierno, sin que nadie chistara, la ley para este nuevo plástico para conducir un carro en Colombia, y metieron, como siempre, un ‘orangután’ gigantesco (que debió costar mucha mermelada, pero mucha mermelada): “La ley reglamentará lo procedente para la gratuidad del proceso de sustitución de licencia”.
Y, en efecto, de manera generosa y rápida el Congreso sacó otra Ley, que le concede plazo al Gobierno hasta el año 2015 para reglamentar dicha ‘gratuidad’. Lo que significa que el Gobierno no tendrá afanes para reglamentar ‘el proceso’, pasará el 2015 y quizás el 2016, cuando ya para entonces los ‘afortunados’ que tengan su licencia actualizada y en regla, estarán con ella vencida. Y tendrán que pagar también. Como todos.
