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Quién se robó Las Chicas Águila en el Carnaval de Barranquilla

Más de un millón de personas vieron sus despampanantes figuras en la Batalla de Flores. Lo que nadie vio es qué pasó al final.

Por Jorge Sarmiento Figueroa

Si el ladrón hubiera sido un felino astuto que se brincó la verja sin que lo viera un ratón, Carnaval de Barranquilla SAS tendría que llamar a la Sijín o incluso a Sherlock Holmes para resolver el caso. Pero el robo es masivo, descarado y reiterado, según señalan los mismos directivos de dicha organización, y lo corroboran los diseñadores y constructores de carrozas. «Cada año es el mismo cuento. Apenas las carrozas pasan el enmallado que hay después del puente de La María, quedan a merced de los vándalos», dicen al unísono los artistas que crean la majestuosidad sobre la que brillan reinas, actores y personajes en la Batalla de Flores.

«¿Qué se puede hacer con tanta inseguridad?», se preguntan en el equipo de Carnaval de Barranquilla SAS. La pregunta se la hacen considerando que la cosa ya pasó de ser un robo de flores de icopor a ser ahora el millonario hurto de cuatro cabinas de sonido avaluadas en ocho millones de pesos, cada una, y que fue denunciado ante la Policía por parte de la agencia FootPrints Marketing, responsable de la operación y logística de la carroza y trailer de Las Chicas Águila.

Al consultar con Carnaval de Barranquilla SAS, un funcionario explicó a LaChachara.co que «es muy difícil controlar los robos a las carrozas, aunque esto de los equipos de sonido nunca nos había pasado. Cuando las carrozas terminan el desfile de la Batalla de Flores y cruzan el puente de La María, se detienen en un enmallado que tiene seguridad policial para que los artistas y personajes que van montados puedan bajarse y salir seguros; pero después, las carrozas tienen que seguir cientos de metros y virar en la misma vía 40 para esperar y hacer el recorrido del desfile en sentido contrario, hasta las bodegas de Steckerl donde son guardadas. En el lapso en el que las carrozas quedan detenidas esperando para hacer de nuevo el trayecto, aparecen montones de habitantes de la calle y pandillas juveniles armados de machetes y destornilladores que se enfrentan en una batalla campal por las varas de hierro y demás materiales de las carrozas que puedan representarles algún valor. Es imposible detener semejante horda con ocho o diez policías asignados a esa zona».

El siguiente mapa muestra en línea naranja la zona donde los vándalos aprovechan para desvalijar las carrozas:

Lo que vale una carroza

Este año el eje temático de Carnaval para las carrozas fue el mar. LaChachara.co pudo establecer a través de los mismos artistas que el precio contratado para el diseño de cada carroza fue de $600.000, mientras que el contrato por construcción fue de $18.444.000, IVA incluido. En el diseño, el artista invierte su tiempo y el ingenio puro; en la construcción, que no siempre la hace el mismo que diseña, se tiene que invertir en materiales, personal, tiempo y también ingenio, porque se trata de llevar de la mejor manera el diseño en papel a la obra montada. Es decir, los 18 millones de pesos tienen que rendir para obra, materiales y honorarios.

Los materiales que suelen usarse en las carrozas son icopor, madera, cartón, tela, papel, materiales sintéticos, almidón, pinturas y metales, especialmente el hierro que es el que ocasiona las batallas a muerte después de la Batalla de Flores. Roy Pérez, Eduardo Castillejo, Melvin Maury, Rubiel Badillo, Jassir Daza, Álvaro De la Hoz, los hermanos Vieira, Orlando Pertuz, Hernando Arteta, son algunos nombres de artistas destacados con varios años de experiencia vinculados a la construcción de estas obras en el Carnaval, y otros que se han ido uniendo por talento y calidad.

«Nosotros armamos las carrozas sobre las plataformas en las bodegas Steckerl, allí trabajamos este año desde el 2 de enero y todavía el mismo sábado fuimos junto a ellas acompañando el desfile. Aunque una vez las entregamos ya no son nuestra responsabilidad ni propiedad, lo que sí es nuestro es el valor moral como artistas, por eso solemos ir junto a ellas en la vía 40», relata uno de los más curtidos diseñadores que es al mismo tiempo constructor de carrozas.

La primera vez que él vio lo que ocurre con su arte al final de la Batalla de Flores, rompió en llanto. «Venía extenuado pero feliz, la carroza había lucido brillante en el recorrido. Hasta cuando cruzamos el puente de La María que vi cómo se abalanzaron sobre ella, como si fuera una presa que hay que matar a dentelladas. Estuve a punto de meterme a defenderla». Habría sido un suicidio, ni los mismos agentes de policía se atreven a enfrentar a los desquiciados delincuentes.

¿Qué pasa con el Patrimonio?

El valor material sobre el que hasta ahora se reclamaba por las carrozas obedece a ese esfuerzo primordial de los artistas que hacen posible el Carnaval de Barranquilla como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. «¿Qué pensará la Unesco si se entera de la forma en que son destruidas las carrozas luego del desfile?», pregunta un diseñador.

Ante tal situación, los diseñadores y constructores manifiestan haber hecho propuestas de innovación, como la construcción con materiales más resistentes, como la fibra de vidrio, que daría un plus valioso a su trabajo artístico. «Las carrozas dejarían de ser flor de un día, para ser exhibidas durante mucho más tiempo en parques, colegios, plazas y centros comerciales de la ciudad, como elementos que no solo embellezcan el entorno sino que también cumplan la función de preservar el aporte cultural que se hace al Patrimonio».

Mientras Carnaval de Barranquilla SAS analiza las propuestas, sobre todo en materia de costos, logística y seguridad, lo ocurrido este sábado con la carroza de Las Chicas Águila pasó a ser un lío judicial. Olga Lucía Bedoya, gerente de FootPrints Marketing, manifestó a LaChachara.co que «Carnaval de Barranquilla SAS nos debe responder por los equipos de sonido porque fueron hurtados en una zona que hace parte de la jurisdicción de ellos y porque el montacarga que halaba la carroza era conducido por una persona contratada por ellos, quien a su vez le dio la orden a nuestro personal de que lo dejáramos irse con la carroza a reportarse. Nosotros no pensamos que alguien de Carnaval nos fuera a robar».

Olga Lucía Bedoya en declaraciones a LaChachara.co

Frente a la denuncia de Bedoya, la organización Carnaval de Barranquilla SAS dice que «en las instrucciones que siempre entregamos por escrito a patrocinadores y proveedores nosotros dejamos claro que si ellos tienen interés en poner equipos de sonido en las carrozas, deben asegurar por su cuenta el cuidado de los mismos, incluyendo su desmonte una vez termine el desfile. Nosotros no tenemos la posibilidad logística de asumir esa responsabilidad».

LaChachara.co envió el sábado de Carnaval a uno de sus chachareros para que constatara la versión de varios diseñadores y constructores de carrozas. Este es su breve relato:

«Luego de sortear algunos obstáculos, logré ingresar a la zona final del desfile, la cual estaba acordonada por personal de logística del Carnaval y miembros de la Policía nacional. Una vez dentro, fui donde estaban estacionadas las carrozas, pero a diferencia de los relatos de años anteriores (confirmados incluso por los conductores de los montacargas) donde dejaban a las carrozas ‘a la buena de Dios’, como decimos popularmente, este año se colocó un cerramiento en mallas para proteger de alguna manera el embate de los desenfrenados carnavaleros. Ahí permanecí charlando con algunas personas y conductores de carrozas y la información que daban era que estaban esperando a que la Vía 40 estuviese desocupada para poder trasladar de regreso sanas y salvas las mismas a las bodegas donde se elaboraron, sitio donde posteriormente deberían ser desmanteladas por personal que trabaja para Carnaval SAS. Dejé el sitio pasadas las 8:30 pm y lo que pude observar es que las carrozas estaban en buen estado general, con algunas flores laterales menos o uno que otro daño menor, pero bien, no desbaratadas como me habían contado. Al parecer, las carrozas aparecieron destruidas en las bodegas como en años anteriores, sin saberse a ciencia cierta quiénes lo hicieron ni cuando fueron nuevamente víctimas de la falta de cultura y amor por nuestro tan anhelado y parrandeado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad».

Durante el recorrido, algnas carrozas pierden parte de su decoración.

Durante el recorrido, algunas carrozas pierden parte de su decoración. Foto por: Lachachara.co

‘Esto sí es serio, mi amigo’

Mónica Lindo, coordinadora artística del desfile de la Batalla de Flores, hizo en pleno Carnaval un mea culpa detallado sobre los problemas que enfrenta éste, que es el festivo caos más organizado de Colombia. Lindo dedicó varios párrafos del texto publicado en ZonaCero.info a explicar cómo surgen los baches que empañan la belleza del desfile, señalando de manera especial la cadena viciosa de causas de la que no escapan las carrozas y que no solo sufren el millón y pico de espectadores que se agolpan en la vía 40 sino también la audiencia de Telecaribe, la cual no soporta ver por largos minutos una pantalla en la que aparece una calle vacía mientras una voz en off describe cosas que no se ven.

«Es positivo que alguien de la misma organización analice en detalle lo que está pasando en la Batalla de Flores -expresa sobre el tema uno de los diseñadores de carrozas, para luego contrapuntear-: lo que Mónica Lindo dice es verdad, y aún faltan más detalles para llegar a entender cuál es la suma de voluntades que debe tener el Carnaval de Barranquilla para seguir creciendo como la fiesta más importante de Colombia». Ese mismo diseñador expresa al final, como si cantara un verso de El Ratón, del gran Cheo Feliciano, pero con la voz de un cuento negro de Edgar Allan Poe: «Esto sí es serio, mi amigo, a Barranquilla hay que cuidarle su Carnaval y no dejar que se lo coman los goleros. Nuestro trabajo vale más que un desfile de cuatro horas».

Ninguno de los diseñadores con los que LaChachara.co habló quiere que se ponga su nombre en este reportaje; unos, porque prefieren no morder la mano que les da el queso cada año; otros, porque prefieren dejar que la denuncia surja como una manifestación de arte, muy elocuente para quienes pasen esta semana por las chatarrerías aledañas a La Aduana y vean cabezas de Poseidón y cuerpos gigantes de caimán con venas sobresalientes de hierros retorcidos. Los que por supuesto sí pusieron denuncia formal fueron los de la agencia FootPrints Marketing, ellos quieren que suene la maraca, que alguien les cuente quién fue el que se robó a Las Chicas Águila.

Informe gráfico y audiovisual de ‘Las Chicas Águila’

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Practicante del periodismo desde niño, comunicador de profesión, artista por vocación. Email: jorgemariosarfi@gmail.com Móvil: 3185062634
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