En memoria del profe José «Pepe» Barriga, un hijo adoptivo de esta tierra
Crónica realizada en 2011
Por: Andrés G. Rodríguez Barros – @andresrbarros
En búsqueda de los abuelos que se sientan en las plazas de los pueblos a referir sus historias, anécdotas y tradiciones que heredaron de sus familiares y ancestros llegué a la Biblioteca Pedro Dionisio Narvaez Miranda en Malambo; allí me atendieron muy amablemente Amiromel Bonett y Rosalba Alcalá. Al preguntarles acerca de quién podría ayudarme en cuanto a la historia del pueblo, los dos coincidieron en recomendarme a José Miguel Barriga, más conocido como el ¨Profesor Pepe Barriga¨ un hijo adoptivo y apasionado historiador malambero.
– “Buenas tardes, ¿el profesor Pepe?” y él amable pero prevenido a la vez dijo:
– “ Sí, a la orden”
Fue en ese preciso instante en que lo conocí, porque hasta ese momento solo conocía su forma de pensar acerca de los hechos que ocurren a diario en el municipio, los cuales transmitían todos los jueves por la mañana en la emisora local.
Al enterarse el profesor que yo quería saber acerca de la historia municipal, iniciamos una amena charla donde le propuse hacer un paralelo entre el ayer y el hoy del pueblo. Comenzó refiriéndome que:
– Malambo en los años cuarenta contaba con solo quince mil habitantes, diez calles y siete carreras, sus pobladores se dedicaban a la agricultura, pesca, ganadería y alfarería; que era un pueblo pequeño y tenía dos escuelas una masculina y otra femenina en donde la educación era totalmente gratuita, se contaba con un inspector local de educación que gozaba del respeto y admiración de todo el pueblo ya que era una “honorable persona” … “no como los de ahora”… dijo con un tono afirmante y contundente refiriéndose a la politiquería que nos gobierna.
También recordó las travesuras que realizaba con sus compañeros y amigos de estudio al momento que llegaba la persona que los iba a vacunar contra la viruela:
– “Nos volábamos apenas tuviéramos la primera oportunidad a causa de un descuido de la profesora o el vacunador y nos escondíamos en los montes y en la ciénaga”
En cuanto a las tradiciones religiosas dijo:
– “ Se iba a misa porque todos éramos católicos”… en ese momento surgió una aclaración acerca del patrón de Malambo que inicialmente fue Jesús de Nazaret, hasta que a finales del siglo XVIII, el cubano Manuel María Márquez Barros, donó la imagen de Santa María Magdalena que mandó a traer del país ibérico (España) junto con un hermoso oleo que tiene a nuestra patrona postrada sobre el suelo con su hermosa cabellera hacia delante, éste se encuentra en la casa de la calle 11 con carrera 16 esquina.”
Las fuentes de agua eran la ciénaga de Malambo y el arroyo San Blás que de mayo a diciembre mantenía agua limpia que recogían en ollas y tinajas de barro y la limpiaban de las pocas impurezas que podría traer con las hojas de tuna que luego de ponerlas al fuego las introducían en el agua que consumirían.
Más adelante el profesor comentó sobre algunos extranjeros radicados en estas tierras atlanticenses:
– La francesa Juana de blanco llegó a Barranquilla y se estableció en el barrio chino en el que conoció al que más adelante fuese su señor esposo luego de su matrimonio se vinieron a vivir a estas tierras en las crearon el único equipo de fútbol el DEPORTIVO CAMPO. Otros malamberos de adopción son los italianos Nicolás Richarny y el Dr. Sopola abogado, ganadero y médico respectivamente; y de oriente medio el empresario Abraham Salom que tuvo la primera empresa que se radicó en Malambo en donde hoy funciona una industria panadera en la entrada principal, y por último el greco Andrés Presley que fue quizás uno de los que dejó un gran legado arquitectónico con sus propiedades ubicadas en la calle 10 entre las carreras 15 y 16 hoy día estación de policía y oficina del Sisben, además de los terrenos del cementerio municipal.
– ¿Profesor qué tendría Malambo en esa época que encantaba a propios y extranjeros?
Fue la pregunta que me surgió en medio de una curiosidad latente.
– “Seguramente algunos de ellos vinieron a esta localidad atraídos por la naturaleza, tranquilidad y acogimiento que Malambo brindaba”
Me contestó muy gustoso y con un gesto de orgullo pero del bueno.
Estos territorios han sido muy ricos en lo que a arqueología se refiere, tal como él me contó lo sucedido un miércoles de ceniza luego de un guayabo:
¨Estaba con unos amigos pasando el guayabo de los cuatro días de carnavales, cuando de pronto sopló la brisa y dejo al descubierto unos restos óseos que estaban enterrados y uno de mis amigos comenzó a raspar alrededor¨
Por lo cual el arqueólogo Carlos Ángulo Valdez, inició algunos estudios hacia los años cuarenta, cincuenta que dieron como resultado múltiples hallazgos de valiosas piezas de alfarería que reposan en las instalaciones de MAPUKA, Museo Arqueológico de Pueblos Karib de la Universidad del Norte en la ciudad de Barranquilla.
– “¿Tú has visto ese círculo grande que hay en el parque Marco Valencia? Allí en la plaza; bueno eso era un pozo que data de los años 1700 fue construido por la corona española y con cuyas aguas se construyeron las torres de la iglesia y el colegio Alberto Pumarejo”, actual secretaría de educación.
“En una ocasión vino monseñor Julio Caicedo Téllez que al mirar el verdor y hermosura del parque > (plaza principal) y cementerio preguntó quién los mantenía así, eso era gracias al encargado del mantenimiento y cuidado de dichos lugares y también a las aguas del pozo que existió allí hasta hace unas décadas.” Anotó el profesor Pepe refiriéndose a las negligencias que se han cometido por el desconocimiento de nuestra historia por parte de los gobernantes de turno.
– “Bueno profesor veo que Malambo tiene una encantadora historia que muchos de los que aquí habitamos no la conocemos, pero lo que dice nuestro himno en la segunda estrofa: > ¿será que se ha cumplido para bien o para mal? Qué me dice del hoy”
– “Podemos comenzar diciendo que… Malambo ha crecido descomunalmente, estamos llegando a los 150.000 habitantes, de los cuales solo el 25-30% somos malamberos, lo que ha ocasionado muchos cambios en nuestras costumbres”
Y refiriéndose a la situación política comentó:
– “En una elección el malambero no elige”
Explicándome que es el dinero quien lo hace, y que quienes nos gobiernan ni siquiera son de aquí, por lo cual no conocen las necesidades reales del pueblo y su gente, lo que trae la creciente déficit en educación, salud, servicios públicos, seguridad, entre otros.
Ya no se va a misa como antes, porque “ahora estamos invadidos de una cantidad de sectas protestantes”, antes se sabía quien se casaría el domingo y el templo se llenaba de curiosos, en cambio ahora ni se casan y las pocas que lo hacen se casan sin velo.
– “Se perdió la costumbre de hacer fiestas familiares en la propia casa, en estos tiempos se hacen en las discotecas, bares y clubes”
– “Hoy en día no se hace lo mismo que antes”
Haciendo referencia a los carnavales de Malambo que eran los mejores del departamento anotó:
– “A Malambo le pasó lo mismo que a Barranquilla”
Ya que para esos tiempos Malambo ganó un carnaval internacional con su soberana Cecilia Varela Olivares, recordando que el municipio de Santo Tomás en la actualidad posee el mejor carnaval del atlántico con su reinado intermunicipal.
– “Profesor ¿qué me dice de las travesuras de la niñez y la juventud de hoy día?”
Pues son “diabluras” que solo aportan dolores de cabeza porque “los muchachos de ahora solo piensan en fumar y atracar, claro está que no todos hacen lo mismo…”
Y señalando un cuaderno que estaba junto a él dijo:
– “Todo eso que estamos hablando, yo lo tengo ahí”.
