El avión dio varias vueltas cerca del aeropuerto de Medellín antes de estrellarse. Existen indicios de fallas de eléctricas y de combustible. El avión había pedido prioridad para el aterrizaje.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
El director nacional de Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, dijo la tarde del lunes que existe la posibilidad de que el avión tipo RJ80 se haya quedado sin combustible, cuando cubría la ruta desde Brasil hasta la ciudad de Medellín, en Colombia. Un trayecto quizá demasiado extenso para la autonomía de este tipo de aeronaves.
“El avión pidió prelación para aterrizar en Rionegro, se le dio, pero luego se perdió el contacto”, dijo Bocanegra. La comunicación entre la torre de control y el avión tipo RJ80 se perdió a las 9:54 de la noche.
La hipótesis del combustible surgió horas después por el testimonio de Ximena Suárez, la única auxiliar de vuelo que sobrevivió al accidente. Los investigadores tendrán que comprobar si en efecto hubo fallas eléctricas en el avión, o si la aeronave se quedó sin combustible.
Esto se debe, según los expertos, a que este tipo de aeronaves presenta problemas por sobrecalentamiento en su componente electrónico, lo que producía un eventual apagado de sus motores, haciendo pensar que se ha quedado sin combustible.
Las autoridades de Defensa Civil Colombia, Aeronáutica Civil y de la Policía Nacional adelantaban las investigaciones para determinar a ciencia cierta las causas de la tragedia que cobró la vida de al menos 76 personas, la noche del lunes.
Otras de las teorías esbozadas este martes es la de una posible falla en los sensores electrónicos de la aeronave, lo que aunado a la falta de combustible, derivó en la caída del avión, apenas a un minuto y medio de distancia del aeropuerto de Medellín.
Una tesis que comenzó a circular este martes es que el avión –un Avro RJ85 que es cuatrimotor de corto y medio alcance– contaba con más de 15 años de funcionamiento y se dejó de fabricar sobre el año 2003, dado que su mantenimiento es muy costoso.
César Torrico, portavoz de la agencia de aviación civil de Bolivia, señaló que la aeronave llegó el lunes procedente de la ciudad de Cochabamba y recogió al plantel brasileño en el aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz. Según Torrico, el aparato fue inspeccionado antes de partir hacia Colombia, sin que se reportaran problemas.
El avión, de matrícula CP-2933, que traía a la delegación deportiva, ingresó al espacio aéreo de la torre de control del Aeropuerto Internacional José María Córdova (JMC) de Rionegro a las 9:42 p.m. del lunes, a 22.950 pies de altura.
Once minutos después y luego de dar dos vueltas en círculo al Valle de San Nicolás, se perdió la comunicación con la aeronave a 15.550 pies de altura.
El director general de la aerolínea Lamia (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación, Compañía Anónima), Gustavo Vargas, aseguró que el avión que se estrelló la noche de este lunes había pasado todas las revisiones y que el piloto y el copiloto “estaban certificados en Suiza” y habían superado “dentro del margen” los controles semestrales.
Pero también se supo que este tipo de aeronaves eran utilizadas por la empresa Sociedad Aeronáutica de Medellín (SAM), que luego fue comprada por Avianca. No obstante, la aerolínea optó por devolver los modelos porque presentaban fallas técnicas. En ese momento SAM fue indemnizado por sus fabricantes, de origen inglés.
Controladores aéreos señalan además que a estos aviones les afecta el calor dado que tienen los motores en la parte baja. Por esta razón, eran los favoritos para volar en países de temperaturas frías como Rusia.