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Iván Zuleta, el justo reconocimiento a una dinastía

Por Rafael Sarmiento Coley

Es el primer Zuleta que es coronado rey del Festival Vallenato en la categoría profesional, a pesar de que se trata de una de las dinastías que han engrandecido la música colombiana aquí y en el exterior.
Basta citar a manera de ejemplo «La gota fría» que le ha dado la vuelta al Mundo.
Del mismo modo es necesario tener en cuenta el aporte de Emilianito y Poncho Zuleta Díaz, hijos del viejo Emiliano Zuleta Baquero.
Jamás un Zuleta se había alzado con esta corona en el Festival Vallenato.
No por falta de calidad y competencia, sino por extrañas circunstancias que dejan en el aire más de una pregunta.
El primer caso fué fortuito. Ocurrió en la primera edición del Festival Vallenato en 1968.
Todos daban por descontado el triunfo inexorable de Emiliano Zuleta Baquero. Era el juglar estrella del momento en toda la región. Sus canciones se escuchaban por las calles.
Era el ídolo de los amantes de esta música vernácula. Y la plaza «Alfonso López» era la voz del pueblo la que coreaba su triunfo.
Los competidores estaban en los camerinos con su acordeón terciado. El entonces animador en tarima Electo Gil Bustamante empezó a llamar al concursante de turno con la premisa de que si al tercer llamado el participante no aparecía, de manera automática quedaba eliminado.
Para ése primer Festival se daba por descontado el triunfo de Zuleta Baquero.

Alejo Duran, Gustavo Gutiérrez,Rafael Escalona y Gabo
Y los amigos y seguidores de Zuleta Baquero estaban muy convencidos de que la corona era del «viejo Mile», tanto así que le organizaron una parranda para celebrar el triunfo.
Así se fueron al patio de una casa patriarcal a pocas cuadras de la plaza. «Vino un trago y luego el otro, hasta cuando todos emparrandados se olvidaron del concurso».
Al tercer llamado lo declararon «eliminado» con lo cual le quedó el camino libre a Alejandro Durán, quien aprovechó el fervor que por ésos días había en toda la región por la canción nostálgica y profunda de Juancho Polo Valencia, «Alicia adorada». Una hermosa elegía a la mujer amada que acaba de morir en la flor de la juventud.
Desde entonces no había subido la tarima alguien de la dinastía Zuleta a concursar, y de paso darle jerarquía al Festival Vallenato.
El nuevo rey vallenato nació en Urumita el 27 de octubre de 1976 en el hogar formado por Fabio Zuleta (hijo del viejo Emiliano Zuleta Baquero) y Denia Barros.
Fué rey infantil y aficionado y desde entonces se convirtió en uno de los mejores exponentes de esta música al lado de voces como la de su tío Poncho Zuleta, Diomedes Díaz Rafael Santos Díaz (hijo de Diomedes) e Iván Villazón.
«Es un justo reconocimiento a una respetable dinastía como lo es la de los Zuleta», afirma Iván Gil Molina, uno de los más respetados vallenatólogos de todos los tiempos.
El nuevo rey de la Leyenda Vallenata nació en Urumita en un hogar en el cual se respiraba música por todos los rincones todo el tiempo.
Su época de oro la vivió al lado de Diomedes Díaz en el mejor momento del llamado «Cacique de la junta» durante varias épocas, hasta cuando decidió retirarse por los incumplimientos de Diomedes. El conjunto llegaba a tiempo.

Empezaba el calentamiento de los instrumentos y, en la medida en transcurría el tiempo sin la presencia del cantante, el público enardecido empezaba a lanzar guijarros a la tarima y los miembros del grupo tenían que salir corriendo a guarecerse en los camerinos.
«Ya daba miedo ir un baile con Diomedes» contaría Iván al abandonar el grupo musical más exitoso del momento.
«Ganába mucha plata, es cierto, pero a qué precio… Entonces uno recurría al licor para sobrellevar la situación a la espera de que llegara Diomedes».
Entonces decidió retirarse. Y a los pocos meses ya estaba al lado de Iván Villazón con quien también tuvo una época muy importante en su brillante carrera como acordeonista, compositor y verseador.
A Diomedes aquello no le cayó nada bien y en sus presentaciones empezó a «tirarle puyas» a la nueva agrupación de Iván Villazón e Iván Zuleta. Con sarna los llamaba en tarima «Los tales – ivanes» en referencia a la sangrienta lucha desatada por los «Talibanes» contra los Estados Unidos.
Iván Zuleta, el nuevo rey vallenato nació para triunfar y para ser ejemplo de resiliencia. De levantarse de las cenizas como el Ave Fénix y mantener su amor por la música que lleva en la sangre, demostrando que lo que se hereda no se hurta. Y reafirmando en la tarima de la Plaza Alfonso López que hay luz en la poterna y guardían en la heredad.

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