El primer sorprendido con la decisión de la junta del Uniautónoma FC, de excluirlo de su nómina para la Liga Postobón fue el propio futbolista Orlando Niebles.
Escrito por Francisco Figueroa Turcios-Editor de deportes.
El viernes a las 11:35 de la mañana, Javier Castell, gerente deportivo del club de la universidad Autónoma del Caribe, le notificó al capitán de campo y lateral derecho del cuadro universitario, la decisión de la junta directiva de prescindir de sus servicios.
Minutos antes de ingresar a la reunión con Castell, Orlando se mostraba tranquilo, jovial y a cada momento manipulaba su celular, chateando con una o varias personas.
La sede del club está decorada con una foto grande donde está todo el plantel que ganó el derecho a jugar en la Liga Postobón; además, hay dos fotos más pequeñas: la primera la de Orlando Niebles, posando con el trofeo de campeón (tiene como pie de foto: Orlando Niebles, capitán de campo); y la otra es la de Martín Arzuaga, con su rótulo de goleador.
En el momento de la reunión, Orlando Niebles estaba acompañado de otros jugadores de la plantilla de Uniautónoma (John Méndez y James Castro), que esperaban al gerente deportivo para definir su situación contractual. El capitán de campo y sin duda un de los grandes líderes del equipo estaba optimista del futuro del club para la campaña que se avecina el próximo año.
Jamás pasó por su mente que su vida daría un giro de 360 grados cuando el gerente deportivo de Uniautónoma le dio la noticia de su salida del inminente del club.
La pregunta que flotaba en el ambiente era ¿Por qué Niebles, si es un jugador de garra, de liderazgo, de condiciones técnicas para marcar, qué pecado cometió? El pecado viene envuelto en un chisme, y como todo chisme debe ser desechado de plano por el periodismo serio.
Solo que en este caso ocurre que el comentario de alcoba pasó de boca en boca debido a que los protagonistas no les importó hacerlo público. Silvia Guette, la entonces mandacallar de la Universidad, del equipo y de todo lo que tuviera la marca Autónoma, empezó a lucirse en público con el jugador Niebles.
Él la ayudaba a sacar a las niñas (las hijas adoptivas) a paseo, les hacia las compras, era asiduo visitante al apartamento de la ‘patrona’. Y todo se derrumbó con la caída en desgracia de Silvia. Ahora los directivos del club optaron por cortar por la raíz, porque han descubierto que un amigo de Silvia, que nada entre dos aguas y poco disimula sus amaneramientos, lleva y trae chismes entre el Buen Pastor de Bogotá, donde está la Gette, y ciertos jugadores del plantel que le siguen siendo leales a la doña.
«Con la nómina de jugadores que tenemos, más unos refuerzos, confío en qué vamos hacer protagonistas en la Liga Postobón. La llegada de Martín Arzuaga nos fortalece el ataque, para el segundo semestre fueron 20 goles que se nos fueron. Confió en que Martín llegue a un acuerdo económico con los directivos de Uniatónoma y nos acompañe para el próximo año».
Se escuchó la voz de Javier Castell invitándo a los jugadores a seguir a su oficina. Javier preguntó: ¿Quieren dialogar en conjunto, al mismo tiempo, o los atiendo a uno a uno? Ellos respondieron: «individualmente».
Fue una decisión administrativa
Por jerarquía como capitán de campo, el primer turno fue para Orlando Niebles.
«La junta directiva ha decidido prescindir de tus servicios», fue la primera frase que pronunció sin rodeos Javier Castell.
Al ver que automáticamente el futbolista cambió de semblante, Javier comenzó aconsejarlo. «Tranquilo, tú eres un futbolista joven, solo tienes 24 años, tienes excelentes condiciones, eres un líder natural. La vida no se ha acabado aquí. Yo cuanto tenía tu edad tuve que dejar el fútbol por una lesión, y pude superar ese golpe que me dio la vida. No es la primera, ni la última vez que van a prescindir de tus servicios, esa es la vida del futbolista. Hoy estás aquí, mañana en otro club».
Orlando no atinó a decir una sola palabra: la noticia lo dejó impactado. Javier Castell reconoció que la decisión la tomó la junta directiva sin consultarle al técnico José Manuel «Willy» Rodríguez.