
Las calles de Corozal fueron testigos de un vibrante y emocionante carnaval callejero, donde diferentes generaciones de hacedores de cultura expusieron su creatividad y talento.
Por Jairo Anaya Pérez
Los desfiles, bailes, disfraces, máscaras carrozas, música y toda clase de parafernalia, junto a las diferentes manifestaciones culturales, mostraron la riqueza y diversidad de cada sector, reflejando la esencia auténtica de esta popular fiestas.

































La participación de la comunidad fue palpable, con el respaldo ferviente y abrumador a las candidatas de cada barrio. En las calles, el carnaval popular cobró vida, revelando el potencial, carisma y aceptación de las cinco soberanas que cautivaron al jurado calificador y al público presente.
En cada desfile se pudo apreciar el talento de los artesanos, decoradores, músicos, bailarines, coreógrafos, diseñadores y estilistas quienes exhibieron sus extraordinarios trabajos.
Las tradicionales salidas de barrios se convirtieron en escenarios donde el trabajo mancomunado de juntas y la comunidad se materializó en un espectáculo que quedará impregnado en la mente de los corozaleros.
El carnaval se tomó la calles de Corozal fueron cinco noches espectaculares donde la calles de Corozal se llenaron de fiesta, jolgorio y alegría, dejando en las mentes de propios y extraños una imagen vibrante, de una bulliciosa locura llamada carnaval, que puso a latir aceleradamente los corazones, pero ante todo, resaltó la autenticidad de los habitantes de cada rincón de la tierra de Las Juanas, reconocida por tener mujer hermosas.