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Elia Sampayo Meza, la artista de los círculos de lana

A sus 21 años, esta joven barranquillera estudiante de Derecho irrumpe con éxito en el mundo de la pintura. La duda es si ella decidirá mantenerse. Elia Sampayo abrió las puertas de sus círculos a Lachachara.co

Por Jorge Sarmiento Figueroa – Editor general

Elia Sampayo6Han pasado los Carnavales de Barranquilla. Si el guayabo lo permite, y el ron no dejó desmemoriadas a las mentes, quedarán recuerdos de momentos gratos vividos en los cuatro días de fiestas. Para la posteridad quedará, por ejemplo, el «articulito» de la prohibición a ciertos disfraces que la alcaldesa Elsa Noguera tuvo que frenar ante la arremetida rebelde de los hacedores del Carnaval, que son los que, al final de las cosas, ponen la alegría sin la cual el resto no existiría. Queda también la imagen de una buena reina, María Margarita Diazgranados Gerlein, ‘Maqui’, que se supo ganar el cariño de la gente.

Pero este año en especial quedó la primera huella artística de Elia Sampayo Meza, una joven pintora que hizo su exposición inaugural con obras dedicadas al Carnaval de Barranquilla, en las que alegorías y figuras emblemáticas de las fiestas se expresan en todo su esplendor de colores y movimientos.

Los CoyongosSampayo logró sacar los aplausos de admiradores, varios de ellos expertos, y la chequera de casas compradoras de arte y uno que otro coleccionista privado, entre ellos el colega Óscar Montes, que se llevó el par de cuadros alusivos a los Coyongos, pintados con una técnica en la que la espátula va raspando la mancha negra que cubre el lienzo y deja aflorar franjas de colores que desde el fondo dan vida a la figura principal. Esto pudo haber sido lo que motivó al autor de la columna periodística ‘La Ley del Montes’ a comprar las obras de Elia Sampayo,  ya que en su oficio utiliza la misma técnica de raspar, con sus letras, entre la información política nacional (casi siempre oscura) para sacar un asomo analítico de luz y color. Lo que hace Elia al sacar la luz y los colores alegres que hay en su alma es, exactamente, lo que hace Montes al hacer visible, con la luz de su pluma como si fuera un foco de mano, algunos trazos de la oscuridad política local, regional y nacional.

sampayo4Los círculos de lana

Elia Sampayo impresionó en su primera exposición porque desde su juventud en el arte ha logrado construir un sello particular, que se sintetiza en unos círculos de lana tejidos en varias tonalidades y formas, y que son parte protagónica u armónica en los cuadros. Hay que recordar a los artistas dedicados toda una vida a buscar una identidad manifiesta. Ese sello personal, ese punto de quiebre, ese estilo propio, con frecuencia se logra. Pero hay numerosos casos en que jamás el artista en ciernes llega a  encontrarlo.

Para hacer su primera exposición «tuve que hacer un curso intensivo. Diariamente venía un profesor a casa, me dejaba tareas, se iba como a las ocho de la noche y luego yo me ponía a tejer los figurines dos horas más, porque es lo que mayor esfuerzo requiere». Elia no encarga a tejedoras que les hagan los círculos, es muy celosa con ellos porque su propósito es «que las personas que admiren mi arte, así no vean la firma ‘Sampayo’,  me identifiquen con solo ver los círculos».

El círculo familiar

Elia Sampayo2Sus padres la apoyaron desde el principio. De niña, Francisco Sampayo (qepd), su padre, la llevaba todos los días a las clases particulares en la academia de las hermanas Cecilia y Nora Avendaño. Se bajaba con ella, cargando sus cuadros y cajas de pinturas, se quedaba un rato «mamando gallo con las profesoras, luego se iba y me recogía a la hora de terminar. A pesar de que no estuvo en esto último (falleció cuando Elia tenía 11 años), a mí me hubiese encantado que él viera todo esto, porque era supremamente orgulloso de sus hijos. A pesar de que no está, siempre sentí su apoyo».

sampayo1Elia considera que la vena artística proviene de Ana Beatriz Caballero de Meza, su abuela materna, que en la práctica vivía en un colegio de monjas, acorde a las costumbres de la vieja usanza. Durante el almuerzo, antes de la jornada escolar de la tarde, la profesora de pintura le daba una fotografía a Ana Beatriz para que ella la pintara ampliada con tiza en el tablero. Cuando sus compañeras llegaban, la profesora les ordenaba que pintaran la imagen que estaba en el tablero. «Así de buena era mi abuela, que se ganaba premios de dibujo y era modelo a seguir. Pero en aquella época las mujeres no estudiaban sino enfermería y secretaría. Lo que hacían era tener hijos -su abuela tuvo 10 hijos-, entonces ella pintaba pero no era algo tan dedicado».

Ana Dolores Meza, su madre, posa en pleno Carnaval

Ana Dolores Meza, su madre, posa vestida de Negrita Puloy

Cuando Elia empezó a pintar, le daba pena. «A diferencia de mi mamá, que es extrovertida, yo soy reservada. Hasta hace año y medio nadie sabía que yo pintaba. En mi casa estaban los cuadros y, cuando llegaba alguien de visita, mi mamá se los mostraba y así me hacían encargos. Eso era todo».

Pero su pasión fue creciendo y cada que tenía oportunidad se dedicaba a pintar. Hasta cuando llegó de visita a su casa en Barranquilla la hija del maestro Antonio María Peñaloza, amiga de su madre, y, al ver los cuadros de Elia, exclamó: «¡Ana Dolores!, tu hija ya está para hacer una exposición». Y así lo hicieron. Su madre, que es, en palabras de Elia, su principal crítica de arte, ‘botó la casa por la ventana’ para poner a su disposición a los mejores curadores y darle así el apoyo necesario para que cumpliera con honor su primera cita con el público.

Sampayo«Gracias a Dios a la gente le ha gustado mi arte y se me han quitado todos los miedos que tenía. Hay gente que dura cinco años estudiando Artes visuales o Historia del arte para hacer una exposición como esta y al final muchas veces no la hacen. Yo me arriesgué, sabiendo que soy una bebé en la pintura, que no tengo profundidad académica ni profesional, pero me atreví, vencí mis miedos y muchas personas admiraron lo que hice», reflexiona Elia.

La exposición mediática ha sido notoria, su trabajo despertó el interés de los principales medios y periodistas locales. La presencia de Álvaro Suescún y Óscar Montes en la exposición, y la forma como se expresaron de sus pinturas, llenaron de seguridad a Elia, ya que ve a estos dos personajes como «reconocidos por su sensibilidad artística y su claridad de pensamiento».

El circulo de las Leyes

En este momento el Derecho es lo que la hace feliz. Es estudiante distinguida, representante de curso, trabaja en la universidad, es inductora, auxiliar editorial de la revista científica Universitas (la más importante de Colombia en materia de artículos científicos en Derecho) y escribe ocasionales blogs en el diario El Heraldo de Barranquilla. «Y al mismo tiempo amo la pintura, mucho más si puedo en ella expresar el amor que le tengo a mi ciudad. A mí me identifica el Carnaval y tengo la idea de llevarlo a todos los rincones del mundo con la pintura», concluye Elia. Habla con emoción y abre los ojos como dos platos, como si también quisiera reafirmar con ellos lo que dicen sus labios.

 

Contraste de círculos

sampayo7En este punto de la entrevista, Elia empieza a revelar sus dudas. «Es que el arte, por lo menos en Barranquilla, no es un oficio del cual se pueda trabajar fácil. No es como si uno fuera administrador, economista, abogado». Y entonces elige ese camino: «Quiero terminar Derecho y hacer cursos vacacionales de arte en Nueva York, Paris, Florencia, Barcelona, para empaparme de muchas cosas del arte. Al final de todo esto yo voy a terminar siendo es abogada, no artista plástica; pero quiero llenar ese vacío haciendo estos cursos. O cuando termine la carrera hacer la judicatura y en paralelo hacer cursos o maestría en artes. Eso sí, en Europa».

Quizás al conocer más de cerca en el Viejo continente la vida detrás de pintores como Delacroix, Monet, Picasso, Miró, Van Gogh, Miguel Ángel, Rafael, la decisión de los círculos le quede todavía más difícil, ya que estos hombres – y muchas de las mujeres dedicadas al arte – han tenido que trasegar caminos arduos para alcanzar la redención de su oficio. Como artistas verdaderos, han terminado dejando todo lo demás a un lado y a partir de allí su vida la dedican enteramente al «duende de la inspiración», incluso pagándolo con la pérdida de su certeza mundana.

Elia Sampayo lo intuye: «Cuando mi mamá nos dice: ‘vámonos para tal lado en vacaciones’, yo le digo que no, que yo de mi universidad en Bogotá me voy para mi taller en Barranquilla, a pintar, a ensuciarme». Pero con sus estudios en la capital y su actual trabajo como apoyo de juventudes en una campaña política, es poco el tiempo que le queda para pintar.

Elia SampayoSe vuelve entonces un contraste de círculos, porque después de recorrer sus obras que llenan de luz y color todos los rincones de su casa, y descubrir que tiene decenas de lienzos preparados ya con fondos, aparece detrás de la puerta de su cuarto el efímero afiche con la foto, el logo y número en el tarjetón del candidato al Congreso para el que milita en estas elecciones nacionales, cuyo apellido tiene sonoro poder (más que todo por los bochornosos escándalos en el pasado y presente del Departamento de Sucre).

Era domingo de Carnaval el día que se hizo esta entrevista. Elia confirmaba con hechos lo que dice sobre su pasión artística, porque eran las ocho de la noche y se acababa de bañar luego de pasar toda la tarde pintando en la terraza del penthouse donde vive con su madre y su hermana menor. En vez de irse a la Gran Parada de comparsas, o alistarse para ir a alguna de las fiestas o conciertos de Carnaval, ella todavía tenía algunos manchones azules en el brazo y la nuca, huellas de su dedicación.

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Practicante del periodismo desde niño, comunicador de profesión, artista por vocación. Email: jorgemariosarfi@gmail.com Móvil: 3185062634
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