Los chinos, 15 días celebrando el año del gallo; los políticos en Colombia, todos los días metiendo micos; y los barranquilleros…
Las CariCronis de Elías
Por Jorge Guebely
Mientras conversaba con Heriberto, descubrí a Nunú sentada en otra mesa. Una ex céntrica tan ingenua
que cree que la actual reforma política es un acto patriótico y no otra cortina de humo.
Me senté al lado. Tenía, en las manos un ‘muñeco de año nuevo’ que le había regalado su profesor. “Lo acepté –dijo- porque una no sabe cuándo comienza el año viejo.”
Dijo que los chinos celebraron recientemente el año nuevo, y lo llamaron el año del Gallo. Preguntó: “Si nosotros fuésemos chinos, ¿a cuál animal le dedicaríamos al año nuevo?”. Le respondí: “Al mico porque es el animal predilecto de los congresistas”.
Agregué que entre el mico y el elefante blanco no escaparíamos. Eran nuestros verdaderos animales emblemáticos, los que debían estar en el escudo nacional.
Miraba desconcertada “En China –dijo-, el festejo del año del Gallo dura quince días”. Le aclaré que el festejo del mico colombiano dura todo el año.
La vi sorprendida, pero agregó: “Los chinos no trabajan durante esos quince días”. Le expliqué que los congresistas colombianos no trabajaban durante toda una vida. Me preguntó si me burlaba de ella. Le respondí que no, que eran los congresistas quienes se burlaban de nosotros.
Sonrió, apretó el ‘muñeco de año nuevo’ y dijo: “Parece de verdad, pero está lleno de puro papel periódico”. Le aclaré que así era Colombia: de puro papel periódico.
Decidió sacar los periódicos por el huequito vecino de los glúteos para mirar titulares. No quería dañar la bella piel de skay que cubría la apariencia del muñeco.
Leyó el primer titular y exclamó: “¿Todavía Germán Vargas hace campaña electoral con dineros públicos?”. Y el segundo: “¿Todavía los uribistas aterrorizan con el castrochavismo?”. Y el tercero: “¿Todavía Amparo Grisales es joven?”. Y el cuarto: “¿Todavía Gerlein es senador de la República?”. Y el quinto: “¿Todavía la montonera espera que Santos cumpla sus promesas?”. Y el sexto: “¿Todavía Andrés Felipe Arias sigue prófugo de la justicia?”. Y el séptimo: “¿Todavía los políticos hacen escándalos en vez de hacer política?” Confundida, exclamó: “Si todo sigue tan mal como el año viejo, ¿por qué putas lo llaman año nuevo?”.
La calmé de nuevo. Dije que, tanto para chinos como para colombianos, el año nuevo había comenzado en febrero. Preguntó: “¿Por qué?”. Respondí que para los chinos, comenzó el nuevo año lunar. Y para los colombianos, comenzó a regir el nuevo impuesto del IVA. Mientras los chinos celebraban otro año lunar, nosotros padecíamos otro año político. ¡Ah! Y dicen que en Barranquilla el año comienza después de Carnavales, será por eso que el alcalde, la policía y la delincuencia bailan felices por igual mientras arranca el 2017.
Trastornada, Nunú gritó: “Maldicióóónnn”.