A los 96 años falleció el sábado en Cartagena el autor de temas como ‘Me falta la plata’, ‘Tú no vales nada’, ‘En tu cumpleaños’, y tantos éxitos que todavía se escuchan con agrado.
Por Rafael Sarmiento Coley – Director
El maestro Marcoté Barros Ariza se volvió tan popular en el ambiente musical cartagenero, que más de un compositor le dedicó una canción, en homenaje a su pasión y conocimiento de la música del Caribe enorme al cual pertenece esta región de Colombia.
Cresciencio Camacho, listo para una de las que sería su última presentación en tarima como versátil cantante.
Por ejemplo, el consagrado músico y compositor Antonio Saladem Marrugo le compuso un tema denominado ‘Marcoté’, un fandango que, cuando sonaba, no había ser humano que se quedara con los huesos quietos.
El tema lo grabó Crescencio Camacho con la Sonora Curro. Hoy, sentado en un sofá cómodo y con su inseparable corbata bien anudada, recuerda que ese tema “fue un éxito para un noviembre fresco y fiestero en Cartagena y prendió enseguida con el Carnaval».
Para esa época Marco T. Barros Ariza vivía en Cartagena y era el jefe de relaciones públicas del Colpuertos cartagenero, empresa de la cual se jubiló y desde entonces se vino a vivir a Barranquilla. Aquí tiene un muy escuchado programa radial en la emisora 94.1 Uniautónoma FM Stereo. El lema de la emisora es ‘La nueva imagen de la radio’. Y de verdad que es la nueva imagen de la radio, con una programación musical fabulosa y programas amenos como el de Marcoté a las dos de la tarde todos los sábados.
Otro historiador musical de respeto, como lo es Álvaro Ruíz Hernández, considera que Camacho debió estar en las grandes ligas de las orquestas internacionales.
No quiso salir de su terruño. Villanueva es un pequeño pueblo cerca de Cartagena. Entonces le quedaba fácil ir a visitar a la familia, y luego venir a trabajar, y a tomarse sus tragos, que nunca faltaban “para calentar motores” antes y en la grabación de un sencillo (una torta de un derivado de petróleo), y luego los famosos Largaduración (LP).
Crescencio Camacho, días antes de morir, recibió a varios periodistas y mostraba su producción discográfica que queda para siempre.
Los Hermanos Fuentes crearon un emporio económico en Cartagena y la Costa. Contaban con un laboratorio de una variedad de fármacos muy buenos. Laboratorios Fuentes. Tenían dos emisoras: Emisoras Fuentes en Cartagena, y Unidas en Barranquilla.
En el historial discográfico aparece como si estos dos hermanos Toño y Curro Fuentes hubieran tenido diez y hasta quince orquestas. Sí las tenían, pero con los mismos músicos. Por ejemplo, Pedro Laza no era más que el nombre de un simple bajista poco creativo, rodeado de músicos talentosos e inmensos como el trompetista y clarinetista Clímaco Sarmiento; el mejor bombardino que ha tenido la música colombiana, Rosendo Martínez; uno de los mejores saxofonistas del país, Rufo Garrido; y los mejores cantantes de la música de rumba que ha tenido la Costa en muchos años con el auténtico sabor a porro, a fandango, a mapalé, a merecumbé.
Entonces los Hermanos Fuentes, unos genios para ganar plata, con los mismos músicos ‘crearon’ numerosas agrupaciones: ‘La Sonora Cordobesa’, ‘Rufo Garrido y su Orquesta’, ‘Pedro Laza y sus Pelayeros’ (resulta que Pedro Laza nunca salió de su Cartagena natal y ninguno de los integrantes de la agrupación sabían dónde quedaba San Pelayo); y también Toño Fuentes se inventó el nombre de ‘Los corraleros de Majagual’; así como ‘La Sonora Curro’, ‘La Sonora Dinamita’ con su insuperable cantante Lucho Pérez Argaín (con este cantante hay una historia turbia de los Fuentes. Grabaron rancheras y boleros arrancherados en la voz de un tal Lucho Argaín. Muy pronto se impusieron las canciones de música mejicana y los temas de la original colombiana Sonora Dinamita con el original cantante Lucho Pérez Argaín. Por ese caso hubo un litigio que no se sabe en qué quedó).
El cantante para todo
La importancia del legado histórico de Crescencio Camacho es que, como pocos cantantes, en la historia de la música bailable colombiana, se le medía a todos los aires y a todas las tonalidades.
‘Me falta la plata’ es un tema de la autoría del propio Curro Fuentes, que Crescencio Camacho grabó a dúo con el también inolvidable cantante ‘El Pibe’ Velasco.
Fue uno de los inolvidables temas que todavía suena con furor en temporada decembrina. Sobre todo porque el difunto Joe Arroyo lo revivió grabándolo a dúo con el ‘Guache’ Meléndez
Nacido hace 96 años en Villanueva, Bolívar, fue uno de los más versátiles intérpretes de la gama rítmica musical del Caribe. Grabó con todas las orquestas que se inventaban Toño y José María ‘Curro’ Fuentes.
Lo despidieron sus colegas
Se podría decir sin incurrir en exageraciones que Crescencio Camacho fue un cantante costeño de talla internacional, que no quiso conquistar otras latitudes, a pesar de las atractivas ofertas que recibió.
Ahora le llegó el final de su periplo vital en la tierra, y sus colegas, los músicos, conformaron una agrupación que sonaba como en sus mejores tiempos se escuchaban la Sonora Curro, Pedro Laza, la Sonora Cordobesa, grupo de colegas versátiles que interpretó algunos de sus éxitos más recordados como ‘Falta la plata’, ‘Tú no vales nada’, ‘Cuando te vayas para Caracas’, ‘En tu cumpleaños’, ‘Catana’ y decenas de canciones inolvidables en la voz de Cresencio.
Fue un sincero homenaje póstumo que le brindaron en la última despedida, sus amigos y familiares.- Le dieron el último adiós con el alma afligida pero con el corazón alegre al intérprete y compositor bolivarense Crescencio Camacho, quien murió el sábado en un hospital de Cartagena.
El hombre del recordado estribillo “Yo soy Crescencio Camacho, un hombre muy popular”, el mismo que le dijo “no” al Joe Arroyo para cantar a dúo ‘Falta la plata’ porque le tenía miedo a los aviones, falleció a los 96 años de edad, a causa de varios quebrantos de salud que lo mantenían internado en un hospital de la ciudad desde hace más de ocho días.
Su nieta, Ximena Ávila, quien lo acompañó hasta su último minuto de vida, aseguró que el destacado cantante, considerado unas de las figuras más importantes de la música tropical colombiana en los años 60, empezó a presentar fallas de salud propias de su edad. “Tuvo problemas renales y gástricos, ya no se alimentaba bien y tuvieron que ponerle una sonda para que pudiera recibir alimentos”.
Ximena, quien es hija de unos de las seis hijas de Camacho, dijo que a pesar del dolor por la partida de quien era el ejemplo a seguir de toda su familia, tienen la tranquilidad que murió en paz. “Él murió como nos lo pidió muchas veces: rodeado de toda su familia y con su buena música”.
Pero no solo familiares llegaron hasta el cementerio Jardines de Cartagena para despedirse del también intérprete de ‘El chicharrón pelúo’ y ‘La pollerona’. Más de diez músicos que compartieron escenario con Camacho, entre ellos Michi Sarmiento, Manuel ‘El Tíbiri’ García y Nelson Herrera, se reunieron en el lugar para recordar anécdotas y canciones que los hicieron populares en todo el Caribe colombiano.
Un tema que causó confusión a numerosos biógrafos y periodistas que han escrito crónicas estupendas sobre Crescencio Camacho es que afirman que ‘La palenquerita’ también hace parte de su repertorio. No es así. Ese tema lo interpreta el difunto Pibe Velasco con la orquesta de Rufo Garrido.
“Crescencio era un hombre con una gran pasión por la música, que tenía una cualidad única y especial para animar a los músicos que lo acompañaban y al público que los veía. Que nos vaya guardando un cupito para que pronto armemos fiesta en el más allá”, señaló el saxofonista cartagenero, Michi Sarmiento, quien grabó junto a Crescencio varios de las canciones que consagraron las orquestas de Pedro Laza y Rufo Garrido. Michi es uno de los hijos de Clímaco Sarmiento. También tuvo un hijo extraordinario saxofonista que siempre tocó con la Orquesta Galán. Clímaco ‘Chicho’ Sarmiento. Era un saxo genial y Pacho no quería fiesta con él. Pero tomaba mucho y el trago lo llevó a la tumba aún joven.
El compadre del difunto Crescencio, el trompetista Manuel ‘el Tibiri’ García, también recordó a ‘Camachera’, como era conocido por sus amigos, como un artista que ‘le ponía mucho corazón a su música’. “A él le gustaba ponerle picante y sabrosura a lo que hacía, y eso era algo que le gustaba mucho al público de ese momento”.
Cartagena nunca se preocupó por ellos
Crescencio, como ya se dijo, nació en Villanueva, Bolívar, pero la mayor parte de su vida la vivió en Cartagena, y en toda la Costa, porque tocaba en todas las fiestas del Caribe colombiana. Andaban como el caracol, con la casa en el hombro. Sin embargo, la base de Crescencio era Cartagena, una ciudad que nunca quiso abandonar. Sin embargo en Cartagena no todo fue color de rosa para el músico, como lo explica la exdirectora del IPCC y gestora cultural, Gina Ruz, en un artículo dedicado al artista donde asegura que mientras en el ‘corralito de piedra’ lo llamaban para “bailecitos por los barrios”, en Barranquilla lo contrataban para presentarse en el estadio Romelio Martínez.
Y no solamente eso. En Barranquilla, por iniciativa del cotizado locutor Lucho Arias Libreros, se hizo un homenaje cuando existía el estadero ‘Zafarrancho costeño’ y aún estaba en vida Víctor Reyes, propietario del famoso bailadero barranquillero ‘Mi Quisquito’, en donde Camacho hizo sus mejores presentaciones alternando con los Corraleros de Majagual y la Sonora Dinamita de Lucho Pérez con su exitazo de siempre ‘Se me perdió la cadenita’.
En esa ocasión Crescencio Camacho recibió numerosos trofeos, y hasta una réplica del Congo de Oro del Carnaval de Barranquilla. En la foto de abajo aparece Camacho con su gorra de siempre, rodeado de los músicos con quienes iría a animar un baile.
