Por Rafael Sarmiento Coley, crónica. Tres baches enormes cumplieron 35 años de existencia en los barrios Limoncito y Siape. Por fin pasarán a la historia de las cosas negativas de la ciudad.
Por Rafael Sarmiento Coley
En unos pocos días habrá una misa en Barranquilla en los linderos de los barrios El Limoncito, San Salvador y La Floresta por el eterno descanso de dos señores huecos que partieron mofles, bujes, balineras y otras piezas de todo tipo de carros y motos durante 35 años. Esos hoyos ahora pasarán al descanso eterno.

Alejandro Char pasará a la historia como el Alcalde que, ¡por fin!, tapó dos huecos de 35 años de edad.
Nadie se puede imaginar cómo toda una comunidad de tres barrios y de transportadores y conductores de todo un parque automotor soportó semejante tormento durante más de tres décadas.
El asunto concreto es que lo soportaron con admirable estoicismo sin protesta alguna. Convivieron esos largos años con ese mal, causado por el intenso tráfico vehicular cuando en 1971, siendo alcalde Ramón Emiliani Heilbron, se pavimentaron algunos tramos de las vías situadas en los límites de los barrios San Salvador, Las Tresavemarías, y los recién inaugurados La Floresta y El Limoncito. Por el afán de terminarlas antes de que cambiaran al Alcalde (en esa época eran nombrados a dedo por el Gobernador, tras consulta al Presidente de la República), no pusieron el suficiente grueso a la capa de arena y menos a la de cemento, por lo cual quedaron convertidas en unas rutas para automóviles y carroemulas. No para cargas pesadas, de tal manera que, años más tarde cuando un nuevo Alcalde ordenó el arreglo de algunos tramos de la Vía 40 en inmediaciones de Siape y lo que es hoy el Puerta de Oro (antigua Peldar), todo el tráfico pesado (camiones de volteo, tractomulas, todo tipo de camiones de carga variada, furgones y decenas de buses urbanos tuvieron que cambiar de ruta, y entraron por La Floresta y tomaron la entonces recién estrenada calle 86, 87 y 87D con carreras 73, 75, 76 y 78.
La endeble capa de cemento no resistió semejante peso y en menos de lo que canta un gallo se produjeron decenas de huecos.
En 35 años de historia todos los demás huecos fueron tapados, menos, ¡vaya qué paradoja!, los más profundos. Unos hoyos que ya casi impedían el paso de los buses porque las llantas se iban hasta el fondo del hueco. Muchas veces quedaban atascados en esos cráteres y tenían que sacarlos con grúa.
¡Y los huecos ahí!
Desde cuando en 1986 se impuso en Colombia la elección popular de alcaldes, numerosos candidatos vinieron a echarles discursos a los huecos, rodeados de las comunidades afectadas. Venían los candidatos al Concejo, a la Asamblea, al Congreso y hasta aspirantes a la Presidencia de la República, a prometer que taparían no solo esos huecos, sino que harían esa y las calles y carreras aledañas en “un nuevo concreto, concreto rígido con una rejilla de varillas de grueso calibre que resistan hasta el aterrizaje de un avión aerobús”.
Todo eso quedó en promesas de cumbiambera. Los huecos seguían muertos de la risa. Con su boca gigante dañando piezas de cuanto carro cometiera el error de meterse por esa vía.

El alcalde Alejandro Char puso en marcha un plan gigante para dejar todas las vías de Barranquilla en perfecto estado.
Hasta ahora, cuando el alcalde Alex Char se apiadó de los moradores del sector y, con el mayor de los bríos, empezaron las obras de reconstruir todo el tramo de la ‘vía de los huecos’.
No es una obra independiente. Hace parte de una enloquecedora tarea que ha emprendido Char, de tapar cuanto hueco exista en Barranquilla, lo cual tiene patas pa’rriba la movilidad urbana. Es una cosa demencial. Ya los conductores de buses, taxis y carros particulares no saben por dónde meterse, sin encontrarse con el odioso aviso ‘Vía cerrada’. Claro, son las incomodidades del progreso, como dicen los políticos veteranos. Los conductores que afrontan el perturbador caos vehicular no entienden eso. Ellos, que de por sí andan de mal humor por los calores barranquilleros, por estos días andan con un genio demencial.
“Ajá, pero cómo se hace, si esta vaina es para mejorar las vías, que es lo que nosotros deseamos para que no se nos sigan dañando los carros”, dice Juan Balmaceda, conductor de un táxi.
Esto va con todo

En las vías barranquilleras han existido ‘huecos que son verdaderos cráteres’, como el de la calle 24 con carrera 18.
Los moradores del tramo aledaño a los huecos entre El Limoncito, La Floresta y San Salvador están felices. Ya designaron un comité encabezado por la periodista del portal www.lachachara.co, Estela Monterroza, para que lleve a la Alcaldía una invitación especial que le hace la comunidad al alcalde Alejandro Char, para que, con tiempo, designe la fecha en que irá a inaugurar el taponamiento de los malhadados huecos, para hacerle una celebración con globos, guirnaldas, voladores, pudín y variados pasabocas y refrescos. Será una gran fiesta popular, para celebrar la muerte de esos hoyos. Ya tienen hasta la afilada tijera que le darán al Alcalde para que corte la cinta. Y le mandarán a decir con la periodista emisaria que no se preocupe por la cinta ni por los demás gastos, que todo lo asume el comité organizador.
Estos condenados huecos de 35 años de historia, según la Secretaría de Infraestructura del Distrito, hacen parte del programa que cubre 65 calles y carreras en las 5 localidades de Barranquilla para mejoramiento de vías, que es ejecutado por la Alcaldía Distrital desde el 22 de agosto.
Char ha asumido esta acción que ha trastornado a Barranquilla, en repuesta a las peticiones de las comunidades afectadas por el mal estado de las vías, para lo cual han recurrido, con pleno éxito, a las redes sociales, un arma tan poderosa, que fue lo que permitió que Estados Unidos eligiera al candidato presidencial más malo en la historia reciente del Gran Imperio.
La Secretaría de Infraestructura informó en un comunicado que se ha logrado un avance del 60% en las obras de reconstrucción o reparcheo de 60.000 metros cuadrados de pavimento que se encontraban en estado de deterioro. En este plan el Distrito invierte 26 mil millones de pesos.

Rafael Lafont, Secretario de Infraestructura de Barranquilla, quien está al frente del programa de recuperación de vías.
“Al finalizar esta primera etapa, habremos reparado alrededor de 1.505 huecos, de todos los tamaños, y se realizará sellamiento de juntas en asfalto en 289.000 metros lineales en la malla vial”, informó el secretario de Infraestructura del Distrito, Rafael Lafont. Apreciado doctor Lafont, sin duda usted, como buen ciudadano oriundo de la Mojana sucreña, tiene palabra de gallero. Hace algunos meses esbozó este proyecto, y lo está cumpliendo al pie de la letra, demostrando que es un funcionario con una capacidad inversamente proporcional a nuestra estatura física.
Alejandro Char está que brinca en un solo pie, porque este plan dejará a Barranquilla con un sistema de vías perfectas para que la movilidad urbana sea despejada y de plausible conformidad. El informe de Lafont indica que ya fueron intervenidos 24 tramos viales, 20 están en ejecución y 21 más serán reparados en los próximos días.
La Administración Distrital ratificó que la carrera 46 desde la calle 74 hasta la 96 comenzará a repararse a mediados de enero próximo, en la segunda fase de este programa, una vez culminen los trabajos en la carrera 47, que comenzarán próximamente.
En la carrera 46 hay trece huecos en sus dos carriles. El Secretario de Infraestructura aseguró que la segunda fase también tendrá una inversión de $26.000 millones para rehabilitar 86 kilómetros adicionales de malla vial y continuar con sellado de juntas de pavimento.
El funcionario recordó que las obras están a cargo de cinco firmas constructoras que ejecutan obras de nivelación, replanteo, señalización, demolición del pavimento existente, excavación y ejecución de nueva estructura de pavimento.