Si nuestros poetas le han escrito a las burras o al arroz con leche, buena falta que hacía rendir unos versos al cucayo de todos los días.
Por Andrés Ibáñez
Al Cucayo
En mi mesa nunca falta esa porción, y si falta llego a la cocina y lo hallo, destapo y caigo en la seducción,
De la dicha de observar ahí el cucayo.
Su textura adherida al caldero hace que se raspe con esmero, a él nadie se resiste, lo prueban presidentes u obreros.
Lo he de catar y ha de crujir, es increíble el sonido
Los mayores lo asemejan con el de un burro mascando maíz
¿Qué será lo que tendrá, que se hace inherente? La respuesta es muy fácil; es masaje pa’ los dientes
Es un hito de la gastronomía internacional, cocolón o concón le dicen en otros países, es un plato muy singular, nos acerca a nuestras raíces
Nunca escasea la ración en el fogón del hogar,
Es una tradición que no se puede dejar, pasen años o siglos yo les puedo asegurar que no dejará de existir tan invaluable manjar.