- Brilla con luz propia con el Junior tanto en el fútbol colombiano como en la Copa Suramericana. (Serie: Sangre nueva de Junior).
Por: Francico Figueroa Turcios
Willer Ditta nació en Bogotá el 23 de enero de 1998, debido a que su padre (Willer Ditta Hernández) laboraba en la Capital de la República.
En Bogotá estuvo hasta los cinco años de edad, cuando a su padre lo trasladaron a Barranquilla. En ‘la arenosa’ estudió la primaria en el colegio San Gabriel y comenzó a tener los primeros contactos con un balón de fútbol en las calles polvorientas del barrio La Unión. El primer equipo donde jugó fue en el Real Madrid, perteneciente al comité del barrio La Magdalena. Francisco Figueroa Perea fue su primer entrenador.
En sus inicios futbolísticos Willer jugó como delantero, donde se destacó por su vocación goleadora.
«Yo era categoría 98, pero me ponían en todas, hasta en la de los 95, y en todas anotaba”, recuerda Willer Dittas sobre sus inicios en el fútbol.
La separación de sus padres (Willer Ditta y Nuelvis Pérez) fue una situación que golpeó el ánimo de Willer y le cambió totalmente la vida. A los 12 años de edad dejó a Barranquilla y se fue a vivir La Jagua de Ibirico (Cesar) la tierra de su madre.
Allá estudió los tres primeros años del bachillerato en el colegio José Guillermo Castro y lo terminó en Valledupar en la Institución Leonidas Acuña en 2015.
De delantero a defensa
En la Escuela Unión Jagüera, dirigida por Antonio ‘Toño’ Torres, no perdió contacto con el mundo del fútbol. Jugaba en el torneo de la Jagua de Ibirico, pero no se sentía satisfecho, mucho más después de una frustrante prueba con la selección de Cesar, en Valledupar.
“El examen para reclutar jugadores para la selección Cesar era solo un partido. Me acuerdo que llegué sin experiencia con unos guayos Maracaná y una medias que me quedaban a mitad de las canillas. Los otros jugadores que se presentaron a la convocatoria ya tenían tiempo de estar en el fútbol. Ganamos 7-1. Metí un gol. Pablo Zuleta, técnico de la Selección Cesar, me felicitó, pero me expresó que podría tener cupo en otra oportunidad, en ese momento no. Eso me desanimó mucho más”, confiesa Willer Ditta sobre su primera experiencia de acceder a la selección Cesar.
Al regresar a La Jagua de Ibirico, llegó desmotivado. «No quería entrenar. Muchas veces solo llegaba un compañero y yo, el resto del equipo no. Estaba a punto de tirar del todo la toalla cuando Ever García, técnico de la categoría sub-17 del Valledupar FC, me invitó a jugar en ese club. Eso me motivó de nuevo, quería jugar”, cuenta Ditta.
De la mano de Ever García, Willer Ditta comienza su metamorfosis posicional en el fútbol: Abandonó el puesto de delantero para convertirse en volante ‘6’. El entrenador le explicó que su talla le servía para jugar en ese puesto y que debía acomodarse. Willer por fin pudo acceder a la selección del Cesar que dirigía Adolfo Prescott. Este técnico le fue enfático en que de volante no lo podía usar. “Yo no tomé nada bien su decisión y le dije: ‘no voy a jugar de defensa central’”.
No obstante, Willer Ditta reflexionó y acató la decisión. Comenzó a jugar de central y brilló con el combinado cesarense, que terminó dirigido por Pablo Zuleta, y hasta recibió el llamado a un microciclo de la selección Colombia sub-15, que orientaba Jorge ‘Chamo’ Serna.
Willer Ditta ahora es defensor central del Junior tanto en el fútbol colombiano como en la Copa Suramericana. Tiene una lectura sobre la posición que ocupa actualmente en el balompié: «Jugar de defensa central me ayudó a encontrar definitivamente mi vocación en una posición, además a forjar mi carácter en la cancha, a tener más garra e iniciativa para defender lo mío», reconoce Willer que se siente orgulloso de jugar con el Junior, por lo que quiere dejar huella por su paso por el cuadro ‘Tiburón’ antes de seguir cumpliendo sueños, que es militar en el fútbol italiano o ingles.
Ser abogado, una asignatura pendiente
Willer Ditta Pérez reconoce que el fútbol es una profesión corta, por lo que tiene en su agenda del día a día convertirse en un profesional del Derecho. Antes que culminara sus estudios de bachillerato en la Institución Leonidas Acuña, mostraba su pasión por la abogacia.
A cada momento le comentaba a su progenitora, Nuelvis Pérez, que su deseo era estudiar Derecho. «Siempre le hice énfasis a Willer de estudiar y ser un profesional. Que estudiara la carrera que a él le gustaba», señala su madre.
«Continua latente mi aspiración de estudiar Derecho -nos cuenta él-. Cuando pueda y ya tenga una estabilidad en la parte deportiva voy hacer todo lo posibles por cumplir ese sueño. Desde muy niño mostré mi pasión por el Derecho, porque a través de esta profesión aspiro ayudar a las personas a resolver los conflictos «, reflexiona Willer Ditta.
El fútbol, como la vida, da revancha. Pablo Zuleta, quien lo había descartado a Willer Ditta para integrar a una selección Cesar, fue quien lo recomendó a Francisco Sánchez, gerente del Barranquilla FC.
En diciembre de 2016, luego de jugar con el equipo sub-20 del Barranquilla, firmó su primer contrato con el plantel de la Primera B. Ditta comenzó a mostrar sus capacidades futbolisticas, por lo que Julio Comesaña no dudó en convocarlo del Barranquilla a la plantilla profesional de Junior, donde brilla con la luz que este defensa ha hecho propia desde aquella vez cuando ser delantero le costó una selección.