Por Rafael Sarmiento Coley
Ante la presencia huracanada del periodismo empírico gracias a la facilidad de tener a la mano un celular o una tablet la noticia se conoce al instante.
Ya no hay «chiva». La chiva ha muerto. Descansa en paz.
Además, como quiera que el periodismo –según Gabriel García Márquez — «es un oficio; no una profesión», muchos se preguntarán: «¿Cuál es la diferencia?».
Elemental: el oficio se aprende en la práctica del día a día. La profesión requiere pasar por la universidad. Y ahí está el detalle como decía Cantinflas: hay muchos que pasan por la universidad, pero no les queda nada en el cacumen.
Compartiendo con grandes del periodismo Gabriel García Márquez, Juan B Fernández Renowitzky, Gustavo Bell, Gilberto Stor y amigos empresarios y de la música