Si el ex-ministro Pedro Martín Leyes resucitara hoy, volvería a morirse al instante, al ver el estado de deterioro en que se encuentra una de sus obras gestionadas para la ciudad.
Por: Chachareros
Por su posición geográfica, Barranquilla es la capital colombiana del TLC. Pero su terminal de transporte terrestre que la une con el resto del país y con Venezuela (a través de las empresas Brasilia y Emerlujo), no está a la altura del reto.
Sus instalaciones son deprimentes, los turistas que llegan por esta vía y que han visitado a las instalaciones de otras terminales del país, automáticamente notan la diferencia.
John Jairo Lozano, caleño que vino a la Costa a pasar vacaciones, quedó sorprendido por el abandono de las instalaciones. «Las sillas están destruida, los pisos y baños sucios, las paredes cuarteadas. Uno como usuario merece una mejor calidad de servicio, es incomodo la espera del bus que uno va a tomar. Es un ambiente indeseable, desagradable, de abandono e irresponsabilidad con el usuaario».
Pedro Osorio lleva ocho años ganándose la vida vendiendo tinto en el Terminal. Sufre de pena ajena con el estado actual de las instalaciones. «Da vergüenza el estado deplorable en que está sumergido. Las dos últimas administraciones han sido nefastas, no le han invertido un solo peso para mejorar la infraestructura. Las lámparas del fluido eléctrico se van quemando y así se quedan».
Jorge Enrique Osorio, quien en un tiempo trabajó en la administración de auxiliar y hoy vive de un puesto de venta de mercaderías de contrabando, asegura que la Terminal la entregan a un grupo político, y el gerente es un mandadero de ese grupo político. Tiene que vincular a la sin capacidad alguna, solo porque son recomendado del grupo político. Esto lo desmejoraron los politiqueros. Como todo lo que tocan los políticos”.
Ana Lucia Castellar lleva año y medio laborando como vendedora de chance, sostiene que «recién llegué a trabajar aquí, bien temprano hacían el aseo, le pasaban la maquina brilladora a los pisos y hace rato que no lo hacen. Usted ve esos pisos cómo están de feos».
Juan Sierra se rebusca ayudando a los usuarios con sus equipajes. Él notó que «las canecas de la basura son viejas, están deterioradas. Este terminal no tiene dolientes, los dos últimos gerentes han sido ‘fantasmas’, porque nunca los vimos en carne y huesos. Esperamos que este que llegó mejore las condiciones locativas de esta Terminal, que parece de pueblo olvidado».
Josefa Pérez vende minutos de celulares desde hace dos años y relata que «hace rato no le echan una gota de agua a los jardines, por eso es que la hierba esta fea, es el fiel reflejo del abandono de las administraciones, allí es donde los sindicatos deben protestar».
Luis Pulido lleva un mes al frente de la gerencia de la Terminal Metropolitana de Transporte Terrestre de Barranquilla, tiene un gran reto,»cambiarle la cara» a este sitio porque esta en el total abandono. ¿Podrá? Es una respuesta que depende, en absoluto, de su carácter para no aceptar que le impongan fichas políticas y adjudicar contratos a gentes sin honestidad.