Lo malo es que esa fuerza en las urnas se diluye por los egoísmos e individualismo que tiene a la región empobrecida.
Resumen de Chachareros con aportes de El Espectador
Parodiando el título de una columna que hace algunos años escribía el sincelejano William Mebarak Chadid (sobra decir que es el padre de Shakira), ‘Si yo fuera Presidente’, habría de decirse ahora ‘Si la Costa Caribe hiciera valer su real poder electoral’.
En el caso de William no queda la menor duda de que, si hubiera llegado a Presidente, el país hoy fuera otro. Lo hubiera puesto patas para arriba con tal de lograr sus objetivos. Tal como hizo con Shakira, llevarla al estrellato mundial a donde la llevó. Es bueno decir que no fue soplar y hacer botellas. Ahora, en cuando al evidente resultado de las elecciones al Congreso del domingo, reconoce el diario bogotano El Espectador que “quedó claro que la Unidad Nacional tiene en esa región su gran fortín electoral, de cara a la campaña reeleccionista de Santos”.
Y admite algo más: “Las elecciones presidenciales se ganan en la costa Caribe, dicen algunos. Y la verdad es que, tal y como quedó el nuevo mapa electoral, esa afirmación cobra fuerza, pues escrutado el 98,4% de los votos en todo el país, un 30% del Senado quedó en manos de políticos de esa región, es decir, 31 legisladores, siendo la gran mayoría de ellos miembros de la alianza de la Unidad Nacional, que acompaña la reelección del presidente Juan Manuel Santos. En cuanto a la Cámara de Representantes, la candidata más votada en toda Colombia fue Sara Elena Piedrahíta, elegida por el Partido de la U en el Departamento de Córdoba, con más de 105.000 sufragios”.
Por culpa de los caciques
Eso es verdad. Eso no es embuste. Lo que pasa es que el caciquismo costeño, que sigue vivito y mandando no se sabe hasta cuándo, no ha sabido (o no ha querido) sacarle provecho a esa realidad por el individualismo y la falta de inteligencia emocional que les permita unirse para, entre ellos, designar un candidato único presidencial. Como ocurrió con Evaristo Sourdis en 1970. En ese momento sí se unieron todos. Liberales, conservadores, comunistas, sin partidos. Y era un buen candidato. Un aspirante fuerte. Por desgracia, como era el último período del Frente Nacional, la escogencia tenía que hacerla el Partido Conservador, a quien le correspondía el último periodo del Frente Nacional, iniciado en 1958 con Alberto Lleras Camargo.
Asegura Roberto Gerlein, quien era el abanderado de la candidatura de Sourdis, que en el último minuto de una convención a puerta cerrada, el dirigente barranquillero Próspero Carbonell McCausland se dejó regañar de doña Bertha Hernández de Ospina; y el expresidente Mariano Ospina Pérez, el manso marido de doña Bertha (que picaba más que un tábano), le dijo: “Pipo, hijo, si no quieres que el Partido te desahucie, vota por el protegido y pechichón de Bertica, Misael Pastrana Borrero”. Y Pipo se dejó intimidar. Por eso la Costa no ha vuelto a tener Presidente nacido en esta región, después del ‘Pensador’ del barrio El Cabrero de Cartagena, Rafael Núñez.
Votaron hasta los peones del Ubérrimo, pero no ganó Uribe
Otra gran verdad que reconoce el analista del citado diario bogotano: “A la hora de los balances, llama la atención que haya sido precisamente Córdoba el Departamento con más curules ganadas en el Senado y el de menor abstención: votaron 665.813 personas de 1.140.000 habilitadas según su censo electoral. Por eso, no será raro ver que la campaña reeleccionista del primer mandatario dedique gran parte de sus esfuerzos a ratificar en la costa Caribe ese respaldo expresado el pasado domingo en las urnas a los tres partidos de su coalición —la U, Liberal y Cambio Radical—, además de a uno que otro de los elegidos senadores conservadores costeños que, como se sabe, comulgan con su continuidad en el poder, léase Roberto Gerlein y Efraín Cepeda”.
Lo que no dice el columnista –porque tal vez no lo sabe- es que en otras vertientes minoritarias, aparentemente anti-reeleccionistas hay senadores y representantes a la Cámara listos a votar por Santos.
Y seguidamente analiza el poder real de la región: “¿Con qué poder quedó entonces la Unidad Nacional en la costa Caribe? Por el Partido de la U entraron Musa Besaile Fayad (su mayor votación), Bernardo Miguel Elías, el popular ‘Ñoño Elías’; Sandra Villadiego, Armando Benedetti, Martín Morales, José David Name Cardozo, José Alfredo Gnecco, Miguel Amín, Eduardo Pulgar Daza y Andrés Felipe García Zuccardi. Los senadores liberales serán Arleth Casado, Álvaro Ashton, Mario Fernández Alcocer y Lidio García Turbay. Y por Cambio Radical llegaron Arturo Char, también su mayor votación, Dayra Galvis y Antonio Guerra de la Espriella.
“Pero, además, la coalición reeleccionista podría sumar los apoyos de Opción Ciudadana, que eligió en la costa Caribe a Antonio José Correa, Teresita García Romero (la hermana del Gordo García), y Julio Miguel Guerra Soto (hijo del actual gobernador sucreño Julio César Guerra Tulena).
Por ahora, el panorama para el opositor Centro Democrático, el movimiento que lidera el expresidente Álvaro Uribe, muestra a Daniel Cabrales, María del Rosario Guerra, Fernando Araujo Rumié, Jaime Amín y Honorio Henríquez. Y los otros conservadores —además de los ya nombrados Gerlein y Cepeda— son Nora García Burgos, Laureano Augusto Acuña, el popular ‘Gato Volador’; y Yamina Pestana Rojas, quienes están con su candidata propia, Marta Lucía Ramírez”.
Con ese panorama así de despejado a favor de Santos, es difícil que Marta Lucía se mantenga en pie con su candidatura, cuando empiece la desbandada de quienes ahora la acompañan en nombre de la disciplina conservadora, que durará hasta cuando Santos haga el guiño y todos salgan en busca de la ‘mermelada’. En esas materias los políticos tienen un olfato de perro. Y por los lados de Oscar Iván Zuluaga, es una candidatura que cada día está más seca, como una matica de mafafa a la que no la riegan hace meses.
Por eso agrega el columnista del colega bogotano: “Claro, una cosa son los respaldos electorales para Congreso y otra para las presidenciales. Pero sin duda el jefe de Estado, en su aventura reeleccionista, tiene en los siete departamentos de la región un gran punto de partida. Porque a esa mayoría en Senado toca sumar los resultados de la Unidad Nacional en la Cámara de Representantes, los cuales hasta ahora muestran 25 legisladores por La U, el liberalismo y Cambio Radical, además de los de Opción Ciudadana y del movimiento 100% por Colombia, que lidera Yahír Acuña en Sucre.
“Queda claro entonces que todo ese poder electoral de la Costa juega por ahora a favor de la Unidad Nacional. Aunque a la hora de la verdad, si eso de que allá es donde se elige presidente fuera tan contundente, habría que preguntarse por qué su último mandatario fue el cartagenero Rafael Núñez, en el siglo XIX, y Evaristo Sourdis Juliao su último candidato a la jefatura del Estado, en 1970. Sea como sea, ya en marcha el pulso presidencial, es evidente que la región Caribe será punta de lanza para Santos, quien seguramente tratará de capitalizar a su favor aquella famosa frase que se le atribuye a Alfonso López Pumarejo: «El liberalismo, como expresión ideológica, es de tierra caliente. Y Santos, en sus discursos, siempre ha dicho ser un liberal”.