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¡Por fin en mi tierra me condecoraron!: Hebert Macías

Una historia como sacada del mundo de Macondo: Hebert Macías Colina hizo un mural en la pared de la entrada de su casa  y escribió la frase que según él será su propio epitafio.

Por Francisco Figueroa Turcios

Herbert Macías1El mural lo elaboró el 4 de junio de 2011, fecha en que murió su esposa Eloisa Cabrera, con la siguiente frase: «Espérame en el cielo, corazón, ya que te fuiste primero. Espérame que muy pronto yo también me  iré para empezar de nuevo». Son los versos -escritos y vividos a su manera- del célebre bolero que interpretaría para el mundo el cubano Antonio Machín, y luego de él tantas otras grandes voces, como el trío Los Panchos.

Para Hebert tiene dos significados: El primero, para mostrar el amor eterno por  su compañera; y el segundo, su propio epitafio (pidió a sus ocho hijos que lo coloquen en su lápida).

Él no tiene una enfermedad terminal, sus días no están contados por la medicina; por lo contrario, es un hombre saludable y feliz porque, por fin, después de 40 años de servicio a la comunidad, un gobernante lo ha condecorado en su tierra. Ese viejo aforismo que dice que nadie es profeta en su tierra cae como anillo al dedo a la situación de Hebert Macias Colina.

Medalla a Herbert«Ahora sí puedo morir feliz: ¡por fin!, un gobernante en mi tierra me ha condecorado! Era irónico -levanta las manos- que varios Presidentes de la República, entre ellos Carlos Lleras  Restrepo y Julio César Turbay Ayala, y además, muchos gobernadores y alcaldes de otros Departamentos, habían reconocido mi labor como líder comunal y aquí me habían ignorado. Le doy gracias al gobernador José Antonio Segebre por resaltar mi labor y me compromete a mis 87 años a continuar la lucha en favor  de la comunidad. Sin duda que lo haré hasta el último día de mi vida. Lo hago sin ningún interés económico porque soy pensionado del Ministerio de Gobierno», afirma Hebert cuando orgullosamente nos muestra la medalla de la distinción.

Actualmente dicta conferencias, en las diferentes universidades de Barranquilla, sobre participación ciudadana y asesora a muchos estudiantes en lo referente a la cátedra de Sociología.

Vive en San Salvador, popular barrio de Barranquilla. Es sociólogo de la Universidad Nacional, nació en el barrio Abajo, es el menor de 14 hermanos. «Mis padres fueron de escasos recursos y me tocó estudiar la primaria y el bachillerato en colegio público. Logré ser profesional gracias a una beca que gané en la Universidad Nacional. Si no hubiera sido así, hoy sólo fuera un simple bachiller», relata Hebert con una sonrisa socarrona. Es de suponer, sin que él lo cuente, que en una prole tan numerosa (¡una pareja con 14 hijos!), pasaban las de San Quintín para la comida diaria, ropa, calzado y textos y materiales escolares. A cualquier lector acucioso se le antoja pensar que pantalones, camisas y zapatos pasaban de mayor a menor, lo mismo que los textos y libros escolares. Objetos que cuando llegaban al último, al menor, quizas ya eran un mero estropajo.

El padre de Hebert, Rodolfo Macías, era analfabeta. «Sobre esto hay un dato curioso: mi mamá, Esther Colina, le enseñó a leer y escribir a mi papá. Fue tal su superación que llegó a ser ingeniero de las máquinas a vapor de los barcos del río Magdalena», recuerda.

Polifacético

Hebert Macías es polifacético: cantante, compositor, poeta y pintor muralista. Su faceta más característica es la de líder comunal. Un sociólogo comprometido con su profesión, en el sentido de tratar de interpretar las tendencias, los sentimientos y las necesidades de la gente, y darle el sentido más exacto a esa común unidad (la comunidad), que debe existir en cada zona de convivencia. No menos conocida y estupenda es su faceta de músico. Por mucho tiempo formó parte de uno de los tríos que nochemente se instalaban en el llamado parque de los músicos. Primero, el sitio de encuentro era frente a un restaurante que existió en toda la esquina de la calle 72 con carrera 46, frente al parque Tomás Suri Salcedo. Allí no era extraño encontrar a Rafael Mejía Romani con su Trío Serenata, Santander Díaz y Gastón Guerrero con su Trío Los Isleños, y otros artísticas como Mingo Mnartínez, el Compae Manué, y Hebert Macías.

Recuerda que en esa faceta arreglaron más de un noviazgo, que luego se convirtió en matrimonio, con una serenata en donde nunca faltaban bolerazos cuya letra llegaban directo al corazón de la agraciada destinataria de esa música al pie de la ventana: ‘Unámonos’, ‘Preciosa’, ‘Sin tí’ y tantos otros.

En la faceta de compositor, en el año 1987 ganó el concurso nacional de la letra y música del himno de la Acción Comunal.

Como hermanos que amamos la patria/
olvidemos el odio y el mal/
empuñemos la nueva bandera/
que nos brinda la Acción Comunal/.

Colombianos la patria nos llama/
con su voz sublime e inmortal/
a librar la  batalla gloriosa/
de la trasformación nacional/.

Herbert Macías3Gloria Lara de Echeverri, Directora Nacional de la Acción Comunal, el 23 de abril de 1982, es decir, dos meses antes de  que la secuestraran en una cumbre de directivos de Acciones Comunales en Leticia, (luego de un largo martirio para su familia, los secuestradores, miembros de un inédito y fugaz grupo de ultraizquierda, la asesinaron vilmente). En aquella cumbre, después que Hebert Macias culminó de interpretar el himno nacional de esa organización, Gloria Lara dijo: a todos los asambleístas: «Hebert, tu himno tiene un mensaje que  no perderá vigencia hasta cuando los colombianos no se pongan de acuerdo para una paz duradera». Aquella resultó ser una frase premonitoria. Horas después Gloria Lara caería en manos de unos seres enfermos, dementes, atormentados por las ideas confusas sobre la sociedad o el sistema que querían para su país. Lo más triste de todo es que Gloria Lara era hija de Leonidas Lara, un importante hombre de negocios que murió en iguales circunstancias de su hija.

Hebert Macias recuerda como si fuera hoy esas palabras de elogios y al recordarlas se emociona tanto que se le infla el corazón de alegría.

Desde muy joven mostró su vocación por la música y fue como a los veinte años grabó su primer trabajo, titulado ‘A bailar con Hebert Macías’. Era el autor de la letra y música de los diez temas que venían incluidos en la producción discográfica. Herbert Macías2Para él, el tema que mayor le impactó fue el que le compuso a su esposa Eloisa, en son de cumbia. Hoy en día cuando lo escucha se le salen las lágrimas al recordar el amor de su vida.

Como pintor muralista guarda una anécdota muy especial: su arte lo sacó de apuros en el cumpleaños de su esposa Eloisa. El 31 de octubre de 1998 no tenía un solo peso en el bolsillo, pero se le ocurrió la genial idea de pintarle en la pared de la sala un paisaje típico de Barranquilla.

Herbert Macías«Hablé con mis hijos para que ayudaran a entretener a su mamá mientras que yo pintaba la Intendencia Fluvial y con la velocidad de un rayo lo hice  y fue así como sorprendí a mi esposa el día de su cumpleaños. Este cuadro -señala Heberth- tiene ya quince años y está como si fuera el primer día que lo pinté».

Mandó al carajo a Jorge Mario Eastman

Hebert Macías es un hombre de un carácter recio y pulcro a toda prueba. Trabajando en el Ministerio de Gobierno como director de la  Acción comunal, seccional Bolívar, el Ministro Jorge Mario Eastman lo llamó para que le entregara los cheques que  le correspondían a las Acciones comunales de los municipios del Sur de ese Departamento a un gamonal político en Cartagena, en plena campaña electoral para elegir Congreso.

«Cuando el Ministro Eastman me llamó para que utilizara los recursos de las  acciones comunales de Bolívar  para ponerlo al servicio de un jefe político en Cartagena, fui rotundo en decirle que no estaba de acuerdo con esa práctica. Haría conforme a la ley, entregar los cheques a los directivos comunales. Al día siguiente me llegó el telegrama donde me trasladaban para el Chocó. En vez de viajar para Quibdó, me fui para Bogotá. Me le metí en el despacho al Ministro y le entregué personalmente la renuncia. Aproveché para decirle que se había equivocado conmigo, porque no me prestaba para trapisondas. El año siguiente que hubo cambio de ministro, me volvieron a llamar del Ministerio de Gobierno para que trabajara con ellos. Allí demoré trabajando 15 años», recuerda Hebert  Macías, orgulloso de servirle dignamente al movimiento comunal colombiano.

About author

Comunicador y Periodista. Editor deportivo de Lachachara.co, tiene experiencia en radio, prensa y televisión. Se ha desempeñado en medios como Diario del Caribe, Satel TV (Telecaribe), RCN, Caracol radio, Emisora Atlántico, Revista Junior. Fue Director deportivo de la Escuela de fútbol Pibe Valderrama y dirigió la estrategia de mercadeo y deportes de Coolechera. Para contactarlo: Email: figueroaturcios@yahoo.es
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