Los secretos de hacer las gambetas endiabladas con el desborde y la habilidad con que burlaba a sus rivales son recuerdos no olvidados por la fanáticada juniorista.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Othon Dacuhna dialoga con Carlos Ricardo
A los 72 años, el puntero derecho brasilero Othon Alberto Dacuhna enseña a un puñado de jóvenes de escasos recursos económicos de la localidad Suroriente del Distrito de Barranquilla.
Dos clubes marcaron su vida futbolística: Flamengo de Brasil y Junior de Barranquilla.
Cuando en unión de Jaime Marún decidieron apoyar a los jóvenes de la ciudad, tuvieron la disyuntiva de escoger el nombre que llevaría el Club. No había duda que debía ser uno de estos nombres de los dos clubes de los amores de este ex-futbolista brasilero. Se decidieron por Flamengo.
El análisis fue: No se podría llamar Junior, porque legalmente en la liga de fútbol del Atlántico está ese registro, y no podía haber dos clubes con el mismo nombre.
«La creación de este club de fútbol es lo mínimo que puedo hacer para retribuir a Barranquilla, por todo el afecto que me ha profesado. Apoyamos a los jóvenes de escasos recursos económicos, que no tienen acceso a pagar para que les transmitan los conocimientos y los ‘trucos’ del mundo del fútbol», cuenta Dacunha como si con solo decirlo ya le saliera una gambeta.
Othon Alberto Dacuhna,Dida,Pepe Romeiro,Cuarentinha y Othon Valentin
En el Club tienen tres categorías: sub 12, sub 15 y sub 17, «para ampliar las oportunidades de mostrar sus condiciones a los prospectos de Barranquilla y el Atlántico», afirma el exjugador. En Barranquilla y en el Atlántico hay muchos jugadores con talento,que lo que le falta es de oportunidades de mostrar sus condiciones», afirma Dacuhna.
Othon Alberto hace parte del grupo de brasileros que militaron en el Junior y que marcaron huellas imborrables al lado legendarias estrellas como Heleno de Freitas, Manoel Dos Santos ‘Garrincha’, Eberaldo Alves de Santa Rosa ‘Dida’, Waldir Cardoso Lebrego ‘Cuarentinha’, Víctor Epanor, Paulo Cesar de Oliveira, Luiz Carlos Machado ‘Escurihno’, Ayrton Batista Dos Santos, Othon Valentin, Pepe Romeiro, Texeira Lima, Chiquihno y Leonardo ‘El Diablo’ Caldeira.
Cada jornada, la cancha del ‘Romelio Martínez’ se convertía en una fiesta de zamba con estos jugadores. Dacuhna jugó 329 partidos con el cuadro «Tiburón». Marcó 40 goles. Toda su carrera profesional la realizó en el Junior, desde el 1966 hasta el 1974.
Amor a primera vista
Othón Alberto Dacuhna con el Editor de Deportes de Lachachara.co, Francisco Figueroa Turcios.
Othón Alberto Dacuhna se enamoró a primera vista de Barraquilla. La primera vez que conoció a la capital del Atlántico fue representando a la selección Brasil, en los juegos pre-olímpicos.
Le impactó la ciudad por su similitud con su natal Río de Janeiro. Pero en ese momento jamás pasó por su mente que sería donde desarrollaría su carrera profesional y al final donde se radicaría.
Dos años después del pre-olímpico, Marino Rodríguez de Oliveria fue designado técnico del Junior y no dudó en traerlo a Barranquilla al lado de Dida, para reforzar al onceno ‘Tiburón’.
«El amor por Barranquilla fue recíproco. Toda la legión carioca que llegamos nos sentíamos como en Brasil. Había mucho afecto. Lo sentíamos en las tribunas, cuando salíamos a la calle. Eso me fue enamorando de la ciudad», relata, y pasa a su vida personal: «Barranquilla me dio mi primera esposa y tres hermosos hijos que hoy son profesionales: Claudia, Juan Carlos y Othon Dacuhna Tcachman. Por todos esos factores decidí quedarme aquí luego de retirarme del fútbol».
Dacuhna aclara que todos los diciembre va de vacaciones a su país a visitar a su familia. Son diez hermanos: siete hombres y tres mujeres. Viven en Río de Janeiro y Brasilia. Pero regresa y se deja enredar de nuevo por las pinolas y jugadas de cada esquina que la ‘arenosa’ le hace, con todas las costumbres y alegría de su gente.
En materia musical tiene preferencia por la vallenata, especialmente las canciones del Binomio de Oro y Diomedes Diaz. «Con Rafa Orozco, que fue un furibundo hincha del Junior, hice una amistad muy especial», anota Othon.
En varias oportunidades recibió ofertas para jugar en otros clubes, pero él aprendió en Brasil que jugar o ser hincha de un club era hasta la muerte. «En mi casa todos éramos hinchas del Flamengo. Era un amor fiel. Por eso, cuando llegué a Colombia a jugar en el Junior fue un amor al que fui fiel hasta el último día cuando decidí retirarme del fútbol activo. Yo jugaba más por amor al fútbol que al dinero. Las cosas cambiaron. Por ejemplo, en Colombia hoy en día los jugadores cambian cada semestre de equipo, por lo que no pueden sentir ningún afecto por un club», advierte Othon.
Ayudando a las semillas a crecer
Arturo Fernández, expresidente del Junior reconoce las virtudes de Othon Dacuhna
Othon conversa plácidamente, contando sus detalles, pero no pierde de vista a sus pupilos. En ellos está su trabajo.
El sueño de Othon Alberto Dacuhna es que el club Flamengo de Brasil adopte a su similar de Barranquilla, para que este puñado de jóvenes tengan todos los implementos para la práctica del fútbol y periódicamente envíe veedores a hacerle seguimiento a su trabajo.
En diciembre, cuando Othon visite a Río de Janeiro, llevará esta inquietud a los directivos del club Flamengo. Dacuhna fue el primer foráneo que decidió radicarse en Barranquilla.
Otros exfutbolistas extranjeros que jugaron en el Junior y que decidieron quedarse en la ‘arenosa’ son: Andrés Salazar (uruguayo), Miguel Angel Converti (argentino), Nelson Silva Pacheco (uruguayo).
«Estamos orgullosos de que Othon Alberto Dacuhna haya echado raíces en Barranquilla”, aseveró Arturo Fernández, expresidente del Junior que gestionó la llegada del puntero carioca en 1966.
