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Necesitamos las vacunas ya: Daes

Con la autorización para que el sector privado adquiera los biológicos para sus trabajadores y sus familiares, se contribuye de manera contundente a disminuir la curva de contagios y muertes.

Por Chachareros/Infobaes/semana.com

Después de una larga espera, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), aprobó la compra de vacunas por parte del sector privado, con el fin de que apliquen el biológico contra la Covid-19 a trabajadores y familiares de estos.

“Ya era hora de que se diera este paso, para que el sector privado, de manera eficiente, contribuya a aplanar las curvas de contagios y fallecimientos”, dijo el empresario Barranquillero Christian Daes, quien fue uno de los primeros que propuso esta idea al Gobierno Nacional, y en especial, a sus organismos encargados del sector salud.

De esta manera se otorga por fin la autorización. Se produce luego de cinco días de negar que hubiera un visto bueno para que privados compren y apliquen vacunas covid-19 en Colombia, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, finalmente emitió la Autorización Sanitaria para Uso en Emergencia (Asue) para el biológico de Sinovac.

La autorización se emitió luego de que la sala especializada de moléculas nuevas, nuevas indicaciones y medicamentos biológicos del Instituto ofreciera un concepto positivo al respecto del balance riesgo-beneficio de la fórmula china, una de las más usadas hasta el momento en el proceso de inmunizaciones del país y que sólo contaba con la autorización de importación por parte del Gobierno nacional.

Se trata de la única vacuna usada en el país para combatir al covid-19 que no contaba con dicha certificación, pero que aparentemente tenía un uso permitido bajo la figura de importación, amparada por el decreto 822 de 2003. Este señala que, “el Invima podrá autorizar, excepcionalmente, la importación de los productos de que trata el presente decreto sin haber obtenido el registro sanitario”.

Lo anterior, siempre y cuando se presente algunas de las siguientes situaciones: las autoridades sanitarias permiten adelantar investigaciones clínicas de dicho medicamento en el territorio nacional; se presente la declaratoria de emergencia sanitaria por fuerza mayor o caso fortuito; o se trate de productos biológicos del Plan Ampliado de Inmunizaciones, PAI, de insumos críticos para el control de vectores y de medicamentos para el manejo de los esquemas básicos de las enfermedades trasmisibles y de control especial.

Valga señalar entonces que, la vacuna cumple con los dos últimos parámetros, por lo que el director del Invima, Julio Aldana, anunció desde el 3 de febrero de este año que su dependencia “autorizó la importación de la vacuna CoronaVac, de la compañía farmacéutica Sinovac”. Curiosamente, le tomó más tiempo obtener la Asue al producto chino, que se usa en Colombia desde febrero pasado, que a la de Janssen, que todavía no ha llegado al territorio nacional.

Ahora bien, el hecho de que este biológico en particular ya cuente con el permiso mencionado no significa que las empresas privadas colombianas ya puedan aplicarlo en sus empleados. De hecho, el propio Invima fue muy claro al respecto el pasado 11 de junio cuando señaló que:

“La Resolución 507 de 2021 expedida por el Ministerio de Salud y Protección Social establece los requisitos para la importación, adquisición y aplicación de las vacunas contra la covid-19 por parte de privados, y su artículo 2 numeral 2.1, establece que los privados interesados en importar dichas vacunas deben solicitar la modificación de la Autorización Sanitaria de Uso de Emergencia (ASUE) ante este Instituto, para ser incluidos como importadores, diferentes al titular de la autorización”.

En otras palabras, ahora que sí existe una Asue sobre el biológico chino, los empresarios nacionales deben solicitarle al instituto un permiso especial para ser incluidos en la lista de entidades que pueden importarlo y aplicarlo en Colombia. Para ello, claro, también deben cumplir con los demás requisitos estipulados por la cartera sanitaria en su resolución 507, como contar con un acuerdo para que una EPS certificada en el manejo de las vacunas contra el covid-19 se encargue de aplicarlas.

Valga señalar, en medio de todo esto, que el decreto 822 hace referencia únicamente al tema de importación, sin permitir o incluso mencionar el uso o aplicación los medicamentos que lleguen al país cobijados por el mismo. Es decir, no quedan claros los motivos por los que se han aplicado miles de dosis de Sinovac en Colombia previo a la autorización de uso de emergencia.

Carlos Álvarez, coordinador nacional de estudios sobre el covid-19 de la OMS para Colombia, le explicó a Infobae Colombia que existen varias formas en las que esto se pudo presentar. “Habría que mirar la autorización del Invima, porque uno no solicita la importación porque sí, la solicita para algo”, señaló, dando a entender que si bien no está mencionada, la aplicación estaría amparada por el mismo decreto que permite la llegada al país de los biológicos.

Igualmente, advirtió que, “estas vacunas se pueden aplicar basándose en las aprobaciones de agencias de otros países, avalando de manera recíproca, según lo dicho por la OMS, FDA y EMA”, o que podría tratarse de una decisión técnica tomada directamente por el Ministerio de Salud, que lo haría asumiendo lo que implica la vacunación de dicha fórmula dentro de la emergencia sanitaria.

Se abre una esperanza

Según la revista semana.com “solo bastó que el Gobierno diera un paso más en la posibilidad de que los privados adquieran vacunas, para que el empresario Christian Daes, presidente de Tecnoglass, alzara la mano para decir que está dispuesto a comprar 30.000 vacunas.

La revista confirmó que “el hombre que se ha vuelto famoso en el país por explosivos comentarios que levantan polvorín, buscará inmunizar a toda la planta de personal de su compañía, para lo cual necesitará 9.000 dosis”.

Adicionalmente, las restantes –21.000– las utilizará para vacunar a la gente de los sectores de Las Flores, Siape y La Playa, que son los barrios vecinos de Tecnoglass en Barranquilla. En esta ciudad, la ocupación de camas UCI, con pacientes que han tenido complicaciones luego de ser contagiados, alcanza de nuevo un nivel preocupante, del 73 % para este 18 de marzo.

Daes dice que una vez se active la posibilidad de que los privados adquieran vacunas, no descarta la posibilidad de comprar más del número que ahora anuncia, pues el objetivo del país debe ser uno: masificar la vacunación y, sobre todo, apoyar a los que tienen menor oportunidad, ya sea porque están en grupos que, según el cronograma nacional, tendrán que esperar mucho tiempo para recibir la inmunización, o porque son población vulnerable.

Desde la perspectiva de Daes, “el Gobierno no debería soltar el monopolio y vacunar en orden a toda la población prevista”. Sin embargo, “si toca aportar desde lo privado… toca. Nosotros siempre queremos ayudar y apoyar”, señaló.

El empresario confirmó que ya fue vacunado en el lugar en el cual reside la mayor parte del tiempo: Miami (Estados Unidos), donde ya han inmunizado al 25 % de los habitantes, y hay mucha gente que no se quiere aplicar el biológico.

En Colombia, donde ya se han aplicado 1.024.358 vacunas, tanto al personal de salud como a los adultos mayores de 80 años (corte a 18 de marzo), se dio un avance el miércoles para que los privados puedan participar en la compra de vacunas.

Sobre el particular el Ministerio de Salud dijo que se instalarán mesas de trabajo con representantes del sector privado para analizar la posibilidad de la adquisición y aplicación de vacunas contra la Covid por parte de particulares.

Luego de una primera reunión entre gremios de empresarios y el Gobierno, la directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, dijo que lo que se busca es imprimirle velocidad al proceso.

Más empresarios interesados

La intención de los empresarios, de participar como privados, parece estar en aumento. Una encuesta realizada por AmCham, entre 970 empresas, dejó ver que, el 73 % estaría dispuesto a buscar recursos para adquirir la vacuna. 200 de los empresarios consultados dijeron tajantemente que sí participarían en la compra.

El pensamiento de los privados, además de inmunizar a los trabajadores, para ayudar a la reactivación económica y el regreso seguro a los puestos de trabajo, es que necesitan también cerrar el cerco a la pandemia, con la inmunización de los familiares de los empleados. Un 62 % respondió que ayudaría para vacunar a los parientes en primer grado de consanguinidad.

Según los cálculos de Lacouture, se trataría de unas 120.000 vacunas en las que estarían interesados los asociados a la Cámara. “El país necesita una reapertura estable, no que se frene con nuevas olas de contagio”.

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