Por:Estela Monterrosa @monterrosa1961
Con amor, con orgullo, con el alma, con energía, con pasión autentica y que se sale por los poros, así compiten nuestros deportistas colombianos.
Ya casi finalizan los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018,no nos cansamos de repetir que han sido unos juegos maravillosos, como salidos de un sueño, gracias a este portal, que nos dio la oportunidad de cubrir este evento, los hemos podido vivir de principio a fin, de un lado a otro para no perdernos ni un momento importante de cada competencia, y ha sido un cumulo de emociones porque esto es lo que se vive en cada competencia, cuando la afición estremece el coliseo con sus aplausos, cuando suena el himno nacional de Colombia, o simplemente cuando sale a competir un colombiano, son miles de emociones, el solo hecho de sentir ese cumulo de sentimientos vale la entrada a una competición. Y en estos últimos días que en boxeo, y en atletismo, que han sido jornadas largas, uno estalla de emoción en cualquier momento y es que todos los participantes han competido con un gran amor por su país, cada uno tiene su historia de vida, y cuando uno conoce lo que hay detrás de cada competidor, entonces entiende la grandeza de ellos, lo mismo las historias de amor entre los deportistas o de amistad, como la amistad de Katherine Ibarguen y Alysbeth Félix de Puerto Rico, son cosas entre bastidores que la afición no sabe y que generalmente no salen a la luz pública pero a veces cuando uno tiene oportunidad de charlar con los deportistas entonces conoce la historia, por ejemplo el día miércoles que Katherine competía en salto triple ahí estaba su amiga que ese día era su rival y comento:” Siento emoción, estoy loca de que llegue la hora y estar en la pista juntas. Nunca pensé que se me podía dar competir contra ella. Tenemos una amistad sana. El día de la competencia la veré como una rival, pero una vez se completen los seis saltos, seguirá siendo mi amiga, independientemente de los resultados” y el día llego, y allí estaban en la pista del estadio Rafael
Cotes y salió Katherine Ibarguen, monumental porque tiene una presencia arrasadora, con una seguridad unica, ella sabe que es lo máximo y se le nota en su seguridad, la afición ruge cuando la ve saltando y bailando y tirando besos y a uno le dan ganas como de abrazarla, ella está allí va por el oro y también está su amiga que sigue diciendo:” «Venimos entrenando muy duro el salto largo, vamos a ver qué pasa. Yo soy de pruebas múltiples, pero se me dio hacer la marca mínima del salto largo. Mi familia y mi país están muy emocionados porque yo compita con una campeona mundial, que ella sea mi amiga y que seamos del mismo entrenador. Es algo muy bonito”. Alysbeth y Catherine se conocieron en la Universidad Metropolitana de Puerto Rico, en donde la primera estudió Biología Molecular y la segunda, Enfermería. Además, desde entonces, comparten el mismo entrenador, Ubaldo Duany
Al preguntarle ALisbeth. Como es Katherine como atleta nos dice: ella es una persona a seguir para todos nosotros. La que la vea a ella que no está bien, es porque realmente no practica el deporte. Siempre a un campeón o a alguien que es mejor que tú, lo ves como un ejemplo a seguir y ella es eso. Yo como atleta también quisiera ser campeona mundial”. Alysbeth es la primera atleta femenina puertorriqueña en competir en la disciplina de heptatlón en unos Juegos que se han preparado para competir. Esta es una historia muy bonita y refrescante independientemente de las marcas deportivas. En la competencia de la final femenina del salto de longitud, la plata la obtuvo Chantel Malone, de Islas Vírgenes Británicas, y el bronce Alysbeth Félix, de Puerto Rico, con quienes la colombiana celebró los triunfos en la pista atlética del estadio Rafael Cotes.
Ver a Katherine Ibarguen es un espectáculo para la vista un deleite, es como si ella volara, es una reina de ébano en el atletismo. Y nos emociona desde que sale al escenario hasta que desaparece, porque compite y recibe su premio y luego de unas cortas palabras de agradecimientos se desaparece. Pero ya hemos gozado del espectáculo maravilloso de esta gran atleta, que nos emociona hasta el máximo, una que otra lagrima corre por nuestras mejillas cuando suena el himno nacional y lo cantamos a todo pulmón inspirados por esa negra hermosa que acaba de competir. Y así nos sucede en menor escala con los otros competidores colombianos, no nos despiertan locura que nos despierta Katherine pero si nos emocionan también, lo decimos porque lo hemos vivido en estos juegos, y esa es la importancia de haber estado presentes en cada competencia y sentir de cerca el amor y la admiración por estos deportistas, y conocimos nuevos deportistas que nos llenan de esperanza para el futuro, porque esta es la nueva generación y su objetivo es Tokio 2020. Y así también veíamos las caras de la afición foránea y todos emocionados con sus deportistas. Y el amor que no falto, el chico que le pide a la novia si se quiere casar con él, en una camisa escribió el nombre de ella y la propuesta. Amor de eso estuvieron llenos estos juegos, fueron unos días maravillosos de ensueños de los que quedan muchas historias que poco a poco irán saliendo, porque nunca pasan de moda. Qué bueno poder haber vivido estos momentos maravillosos, gracias a la cháchara que nos dio la oportunidad de vivir esta experiencia deportiva excelente.Gracias y hasta pronto ,esta fiesta termino!!
https://youtu.be/xxxqMsXE5zk https://youtu.be/V3m6Qxs45eg