Día Mundial del Medio Ambiente, Día Mundial de los Océanos, Día del padre, de Santo Tomas Moro, de San Juan Bautista, Contra el Uso y el Tráfico Drogas y de San Pedro y Pablo.
¡Llegó el Día del Medio Ambiente!
Sobre el Mes Mundial del Medio Ambiente que se celebra en junio, la niña Valentina Escolar Pacheco, de 11 años de edad, nos ha enviado el siguiente mensaje: “entiéndase éste (Medio Ambiente) como el lugar donde vivimos gracias al aire, el agua, la tierra y el fuego.
“Es el lugar donde están las cosas más hermosas que hay y, sobre todo, es el hogar donde todos podemos estar. Por eso todos debemos cuidarlo, respetarlo y protegerlo tanto como los ríos, lagos bosques etc. Y en especial los seres vivientes, tanto en las montañas, en los zoológicos, en los ríos, en los mares.
“Esas estrellitas de mar, caballitos de mar, caracoles y caracuchas que nosotros los niños acostumbramos recoger para coleccionar en recipientes de plástico con agua salada, debemos devolverlos a su hábitat. El mar los recibirá con los brazos abiertos para seguir reproduciéndose y mantener la especie viva. En cambio si los llevamos a casa, se mueren, se pudren, y causan un feo olor.
Día antidrogas
La Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 7 de diciembre de 1987, determinó conmemorar el 26 de junio como el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas (por sus siglas en inglés Unodc, United Nations Office on Drugs abd Crime).
Es una manera de recordarle a la humanidad que se trata de un crimen que no tiene fronteras y que afecta, por igual, a todo el mundo. Claro, a unos más que a otros.
Tomas Moro
Se podría decir que el pensador, teólogo, político, humanista y escritor (‘Utopía’ es su obra cumbre), murió por oponerse a que el rey inglés Enrique III se divorciara de la reina Catalina de Aragón para contraer nuevas nupcias. Pero, además, por hacer críticas demoledoras a la obra de los protestantes, en especial se enfrentó a Martín Lutero, principal teórico y teólogo del protestantismo inglés.
¿Su nombre? Thomas More, españolizado simplemente como Santo Tomás Moro, al ser canonizado por la iglesia Católica como mártir del cristianismo. Moro nació en Londres el 7 de febrero de 1478. El rey Enrique III, encolerizado porque “el terco More” seguía oponiéndose a que estrenara esposa, lo acusó de hereje al negarse a juramentarse como antipapa para darle vía a la iglesia anglicana, que acababa de nacer.
Sin una defensa posible, Moro fue condenado a la horca el 6 de julio de 1535.
San Pedro, San Pablo y el padre
Todos saben lo que significaron Pedro y Pablo para la iglesia Católica. Fueron los pilares sobre los cuales creció esta religión. Y fue San Pedro quien puso la primera piedra para el templo primigenio del catolicismo, y, por lo tanto, el primer Papa de la historia de esta iglesia. San Pablo, hombre fiel y leal, jamás flaqueó en la lucha por hacer crecer y fortalecer la obra de Cristo.
En cuanto a Juan Bautista, su humildad y nobleza se mantienen por los tiempos de los tiempos como el ejemplo que todo católico debe seguir. Al aceptar que Jesucristo era el verdadero Mesías esperado, lo bautizó para dar un paso a un lado y permitir que el nuevo líder siguiera la tarea para la cual había venido al Mundo.
En cuanto al Día del Padre, además de ser un buen negocio para los centros comerciales, es el día que más trabaja por el agasajo que a él mismo le toca organizar, y es también el día que más come, lo que hace que aumenten esos kilitos de más que se fueron acumulando desde cuando decidió casarse y esperar la llegada de los retoños.
La guerra de los mil días, que empezó en 1889, produjo consecuencias y efectos verdaderamente tristes, como lo han dejado plasmado todos los historiadores. Ellos calculan que las víctimas pudieron ser entre 100 y 130 mil colombianos, cuando el país contaba con 4 millones de habitantes. Se recuerdan los mementos críticos de hambre por la no explotación de los campos, que fue lo que más afectó la economía del país. Era, entonces, una economía netamente rural, primaria. Después de 36 meses de guerra la situación se agravaba cada vez más y, en medio de la desesperanza y angustia, el Arzobispo de Bogotá, Monseñor Bernardo Herrera Restrepo, elevó sus oraciones al Sagrado Corazón de Jesús y fue concedida su petición. Sugiriéndole al vicepresidente encargado, José Manuel Marroquín, la Consagración de la República al Sagrado Corazón de Jesús y el hacer un voto de construir un templo en su honor. De esa manera se determinó que el 22 de junio de 1902, en ceremonia especial, se consagrara la República de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. Fu un simbolismo espiritual y religioso para invitar a los colombianos a que no se siguieran matando por causas intrascendentes.]]>
