
Tenía las condiciones para triunfar en el fútbol internacional, pero el licor le sacó tarjeta roja.
Por: Francisco Figueroa Turcios

Deportes Tolima 1964: Duarte, Orlando Herrera, Castellanos, Vulcano, Fontán y Sierra. Abajo: Briceño, Vásquez, Joaquín Pardo, Arturo Segovia y Cuqui López.
Joaquín Pardo, fue considerado el mejor volante mixto del fútbol colombiano. Desde que debutó a los 16 años en el campo profesional con el Deportes Tolima en año 1964, al lado de Arturo Segovia y Orlando Herrera, sangre barranquillera en el cuadro ´Pijao´ se pudo advertir que estábamos en presencia de un verdadero crack.
Por su juventud, los narradores de esa época lo llamaban ´El Pelao ´ Pardo, era un jugador con mucha calidad, buen dominio y buena patada con ambas piernas. Era un jugador con buen quiete y salida con pelota dominada y cuando había que meter “la Pata ” lo hacia sin “asco”. Tenia temperamento. Y cuando le pegaban respondía la agresión de una vez. «Yo jugué de 8 de 9 y de 10. Pero el puesto que yo sentía era el de quite y salir con el balón dominado» reconocía Joaquín Pardo cuando habla en que posición le gustaba jugar…

Junior 1966:Roberto Do Amaral, Federico Rodríguez, Pedro Brugés, Adelmo Achito Vivas, Hermenegildo Segrera, Carlos Papi Peña. Abajo: Olinto Fonseca, Enrique Botejara, Joaquín Pardo, Paulo César Lima y Benedicto Ferreyra Escurinho
A medida que la fama lo fue acariciandoa Joaquín Pardo, cuando llegó ser ídolo en el Junior en la época que habían una constelación de figuras brasilera Roberto Do Amaral, Federico Rodríguez, Enrique Botejara, Paulo César Lima y Benedicto Ferreyra Escurinho, él tenía escriturada la titularidad por sus excelentes condiciones futbolísticas, comenzó a tener como gran aliado el licor. Al principio era un secreto a voces, hasta que un día Carlos Arturo Rueda C, prestigioso narrador lo puso en la picota pública… “Joaquín Pardo es un gran jugador, pero bebe mucho, poco a poco esta acabando con su carrera futbolística”
A partir de ese momento el mejor mediocampista mixto del fútbol colombiano se convirtió en una leyenda viva del jugador bohemio. Decían que tomaba todos los días. Que se escapaba de las concentraciones. Que jugaba borracho, parecía que era el estilo de muchos jugadores de esa época, porque se recuerda que Jairo Arboleda, era uno de los prototipos de ese tipo de fútbolístas, hasta el punto que Alex Gorayeb, presidente del Deportivo Cali lo sacaba de los burdeles de la capital del Valle directo al estadio ´Pascual Guerrero´ y así enguayabado era el mejor jugador de la cancha.
Joaquín Pardo tenia las condiciones para triunfar en el fútbol internacional, pero el licor fue su peor aliado para truncar su carrera futbolística pasara fronteras porque en varias oportunidades clubes argentinos y mexicanos estuvieron interesados en sus servicios, pero él estaba a las rumbas con sus amigos en la Capital del Atlántico.
Yelkin, el hijo menor de Joaquín Pardo, reconoce que su padre llevaba 10 años de buen comportamiento después de transitar por un camino oscuro y desenfrenado. “Para nadie es un secreto que mi papá tuvo una vida desordenada, peroen los últimos años tuvo un cambio de 360 grados. Había cambiado su calidad de vida, estaba tranquilo. Como hijos estamos tranquilos porque mi padre se fue feliz y cumplió sus sueños”, sentenció Yelkin Pardo sobre la vida desordenada que le impidió ser un futbolista de talla internacional. Ser un jugador bohemio, fue el pecado capital de Joaquín P
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