José-Salgar y Gabriel-Garcia-Marquez[/caption]
Al fallecer esta semana José Salgar, a los 92 años de edad, se lleva a la tumba la satisfacción de habernos enseñado periodismo a medio país, durante más de medio siglo.
Él dejó los más claros y diáfanos principios de este peculiar oficio. Peculiar porque no es un método inflexible. Es amplio, diverso y sin esquemas. Sin embargo, tiene unas normas secretas que hay que respetar y cumplir, como la Constitución de Inglaterra, que no está escrita en ninguna parte, pero que todos respetan y acatan.
Salgar formó con paciencia a los primíparos y veteranos que pasaron por su férula y su lápiz de mina gruesa y de color chillón para resaltar el error.
Y al mismo tiempo escribía su diaria columna ‘El hombre de la calle’. Una enseñanza diaria. Sencilla. Fácil de entender aún por parte de un lego. En El Espectador hizo la carrera más bonita que periodista alguno pueda realizar.
A los 12 años entró al diario de los Canos como fundidor de plomo, en 1933. De ahí en adelante su carrera iría en ascenso de manera constante, y sin pausa. Por sus manos pasaron los más notables periodistas colombianos del último medio siglo, entre ellos el Premio Nobel García Márquez, quien lo sorprendió con historias fantásticas como lo de Caracas sin Aguas, La Virgencita de la Sierpe y ese narración profunda y densa, como es ‘El relato de un náufrago’.
Sin duda, el esfuerzo de José Salgar debió ser supremo para armar la intensa historia de un miembro de una tripulación de un buque de guerra de la Armada Nacional, durante la Dictadura de Rojas Pinilla, que naufragó por exceso de peso, debido a que venía cargado de contrabando, especialmente neveras, finos licores, carros y demás, destinados a la alta oligarquía de la dictadura.
José Salgar. 92 años de apostolado. De dedicación amorosa a enseñar a diversas pléyades de condiscípulos. Algo parecido a lo que en la Costa Caribe realizaron primero Juan B. Fernández Ortega y luego su hijo Juan B. Fernández Renowitzky.
O también lo que hicieron en Norte de Santander José Eustorgio Colmenares y ahora su hijo José Eustorgio Jr. quien hace poco invitó al maestro Salgar a que dictara unas charlas y compartiera experiencias con los periodistas de La Opinión.
Ahora la pregunta obvia es: ¿quién reemplaza al Maestro Salgar en El Espectador, y a los Juan B. en El Heraldo? No. No hay nadie a la vista. Por ahora. Ojalá estemos equivocados.
En el conversatorio en El Diario La Opinión: De pie, de izquierda a derecha: Ernesto Collazos, José Eustorgio Colmenares, Martha Hernández de Colmenares, Álvaro Salgar, Piedad de Salgar y el alcalde Donamaris Ramírez. Sentados: Miriam de Rodríguez, el coronel Carlos Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta; monseñor Jorge Enrique Lozano Zafra, obispo de Ocaña; monseñor Julio César Vidal Ortiz, obispo de Cúcuta; el cardenal Rubén Salazar Gómez y el gobernador Edgar Díaz Contreras.
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