
El portero barranquillero siempre fue la sombra de los cancerberos foráneos. (Serie: porteros barranquilleros eternos suplentes en Junior (final)).
Por: Francisco Figueroa Turcios
Javier Chimá siempre fue un portero suplente, pero con alma de titular. Afrontaba cada entrenamiento con la misma motivación como si fuera a jugar el partido más importante de su vida. Chimá, siempre estuvo bajo la sombra de los porteros foráneos: Juan Carlos Delménico, Lorenzo Carabs. Carlos Mario Goyén, Esteban Pogany, Daniel Carnevalli y Óscar Rogelio Quiroga. Javier, Jugó con el Junior 32 partidos en las ocho temporadas en que estuvo en el Junior: 1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985 y 1986.
La temporada de 1984 fue donde más partidos jugó Javier Chimá a raíz de la lesión del portero Esteban Pogany (fractura del índice mano derecha). Estuvo de portero titular 13 de los 32 que jugó en toda su carrera futbolística con el Junior, por lo que fue uno de los momentos más felices en su vida. » No siempre fui suplente. En el año 1982 tapé 19 partidos y el suplente era Alcides Saavedra y en 1984 tuve que reemplazar durante 13 partidos a Esteban Pogany que se había lesionado. De resto me quedó bastante difícil pues siempre me traían un extranjero y ellos gozaban del favoritismo de los técnicos y la afición» enfatiza Javier Chimá.
Ëdgar Perea, fue un defensor de Javier Chimá al ver las injusticias que muchos porteros extranjeros que llegaron a Junior no tenían el nivel para ser titulares, por eso reclamaba la oportunidad para el cancerbero barranquillero como el caso de Óscar Rogelio Quiroga. «En una oportunidad uno de los entrenadores ( Marco Saporiti) que tuve me dijo que el arquero titular del Junior debía ser yo, pero que no me ponía porque no quería darle gusto a Edgar Perea. El fútbol también tiene esos ingredientes injustos pero nunca reclamé por eso. Yo iba y trabajaba como el resto de los jugadores y siempre tuve muy buena relación con mis compañeros y con los técnicos que me dirigieron. No guardo ningún resentimiento con nadie» revela Javier Chimá ante las injusticias de que fue objeto.
En diciembre de 1987 la paciencia de Javier Chimá se agotó y decidió retirarse del fútbol. Con 30 años de edad, donde según los críticos los arqueros están como los mejores vinos, se fue del fútbol para nunca volver. «Yo tenía 30 años de edad. Miguel Ángel ‘El zurdo’ López y Carlos ´Papi´ Peña intentaron persuadirme para que no me retirara del fútbol, pero me cansé de estar relegado, ya no tenía la misma motivación de otros tiempos en donde a uno lo único que le importaba era estar, más allá de si era titular o no. Yo viví el hecho de ser suplente con mucha tranquilidad y nunca me desesperé y tampoco exigí que me pusieran a jugar. La oportunidad nunca llegó y por eso me fui sin hacer escándalo», reconoce Javier Chimá sobre su rol de eterno suplente.
Lorenzo Carabs, tiene claro el fenómeno de Javier Chimá, en su condición de eterno portero suplente. «Javier Chimá tuvo la mala fortuna de tener grandes porteros extranjeros como Juan Carlos Delménico, Carlos Mario Goyén, Daniel Carnavalli y yo, por lo que pudo jugar muy poco con el Junior, pese a que tenía grandes condiciones como cancerbero. Lo más importante de Chima, además de sus condiciones futbolísticas, sobre salen la virtud de gran ser humano» señala Lorenzo Carabs. Sin duda, Javier Chimá, siempre fue un portero suplente, pero con alma de titular.