Terminó décimo en los Juegos Olímpicos de los Ángeles 1984, fue su mejor actuación a nivel internacional.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Horst, desde muy pequeño hacía diabluras con el rifle que heredó de su hermano Helmut Bellingrodt.
Él era el benjamín de la Dinastía Bellingrot Wolff, disparaba a todos los pájaros que llegaban al patio de su casa en la Capital del Atlántico, o se escapaba a un solar grande, con muchos árboles frutales, de esos típicos de las casas del Caribe que quedaba cerca de su residencia.
La peor angustia para Ernesto Bellingrodt y Anneliese Wolf, era la indisciplina de Horst. Estudio la primaria y el bachillerato en el Colegio Biffi La Salle. » En primaria me tocó repetir el 5 grado. Siempre la matemática fue mi gran dolor de cabeza y las ironías de la vida que en la Universidad me apasioné por esa materia» señala Horst Bellingroddt, sobre sus estudios.
Si bien, Horst, era indisciplinado cuando estaba en primaria y bachillerato porque quería estar practicando tiro, tenía claro que quería estudiar psicología como proyecto de vida.
«Me gustaba mucho mirar los comportamientos de las personas y quería buscar las respuestas porque actuaban así por lo que le dije a mi madre, Anneliese Wolf, que estudiaría psicología» anota Horst, sobre su proyecto de vida que hizo realidad al estudiar psicología en la Universidad del Norte.
Los nervios el peor enemigo
La pasión por el tiro le llegó por influencia de su padre, Ernesto Bellingrodt, quien desde los años cuarenta del siglo pasado fue uno de los pioneros de este deporte en el Club de Tiro Barranquilla.
Los hermanos Bellingrodt, practicaron este deporte. Primero fue el mayor, Hans Peter, quien empezó a practicar en los polígonos de la Policía Nacional; después, Helmut; más adelante, Horst, y finalmente Helga, quien, empero, sólo llegó a una pre-selección Atlántico para un campeonato nacional, y se olvidó de este deporte.
Horst Bellingrot, participó por primera vez en el Campeonato Juvenil del Atlántico en 1971. En el 1972, debuta a nivel nacional en el campeonato de Jabalí, con sede en la Capital del Atlántico. » En mi debut a nivel nacional ocupé el cuarto lugar entre cinco participantes, Fue una posición malísima .», anota Horst Bellingrot sobre su debut a nivel nacional.
En 1973, Horts, se fue afianzando resultó campeón nacional Junior ren Jabalí en Cali. En 1975, ocupó el primer puesto en las eliminatorias para participar por Colombia en Torneo ´Benito Juárez´en ciudad de México, los periodistas Otto Garzón Patiño y Rafael Sarmiento Coley coincidían en que Horst, sería mejor que su hermano. Helmut.
En su primera incursión a nivel internacional , en el Torneo ´Benito Juárez´ afloró un fenómeno que se convertiría en su gran pesadilla: los nervios. El interrogante que surge: ¿ Porque Horst no logró brillar a nivel internacional como si lo hizo su hermano Helmut? Horst Bellingrodt, 45 años después revela el secreto que le impidió triunfar a nivel internacional.
» La diferencia entre mi hermano y yo es la siguiente: Helmut, tenía una seguridad pasmosa para dominar los nervios en el momento de las competencias. Yo era muy inseguro. Desconfiaba de mis capacidades y eso hacía que me volviera muy nervioso en el momento de disparar. Helmut dominaba la parte emocional, yo no, entraba en pánico escénico.
En todos los actos de la vida, hay que saber dominar la mente, para poder hacer las cosas ciento por ciento perfectas. Cuando entraba a competir el piso me temblaba. Yo temblaba y sudaba copiosamente del miedo. El rifle me temblaba, tenia que lograr nivelar el rifle sacando el mayor esfuerzo para lograr llegar a los niveles que logré en las competencias del tiro. Era un esfuerzo sobre humano» revela Horst Bellingrodt sobre el fenómeno que no le permitió con luz propia a nivel internacional .
Los hermanos Bellingrodt, Helmut y Horst, representaron a Colombia en los Juegos Olímpicos de los Ángeles 1984.
Helmut ganó la medalla de plata para Colombia y su hermano Horst, ocupó la décima posición en el Tiro al Jabalí.
» En las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de los Ángeles, logré mejor puntaje que Helmut, 598, por lo que había una gran expectativa por mi participación. En los Ángeles, nuevamente los nervios me jugaron una mala pasada y logré alcanzar la décima posición, que para mi concepto es buena por mi problema de pánico escénico» señala Horst Bellingrodt sobre su participación en los Juegos Olímpicos en los Ángeles 1984.
Si bien es cierto, a Horst estuvo apoyado por especialista para que no fuera presa fácil del miedo, sin duda que se convirtió en su peor enemigo, de lo contrario Colombia hubiera obtenido más triunfos de la mano de los hermanos Bellingrodt.