Casi 10.000 personas ya recibieron la vacuna de Astra-Oxford. El fabricante de medicamentos del Reino Unido anunció que venderá el biológico al costo durante la crisis.
Por Chachareros/BBC/AFP/Portafolio
AstraZeneca también administrará vacunas a 5.000 voluntarios en un estudio de etapa avanzada en Brasil y puede ampliar el tamaño de sus estudios allí.
Casi 10.000 personas en el Reino Unido recibieron una vacuna experimental contra el covid-19 de AstraZeneca Plc y la Universidad de Oxford, un paso clave para encontrar una vacuna que ayude a controlar la pandemia.
AstraZeneca también administrará vacunas a 5.000 voluntarios en un estudio de etapa avanzada en Brasil y puede ampliar el tamaño de sus estudios allí, dijo el director ejecutivo, Pascal Soriot, en una entrevista con Bloomberg TV. Se están inscribiendo voluntarios en Sudáfrica y está por comenzar una prueba en Estados Unidos.
La vacuna AstraZeneca-Oxford se encuentra entre las que lideran la carrera para desarrollar una inmunización contra la pandemia de coronavirus, que ha cobrado la vida de casi 670.000 personas en todo el mundo.
El fabricante de medicamentos del Reino Unido venderá la vacuna al costo durante la crisis y fijará un precio bajo en los países pobres y de ingresos medios cuando el brote esté bajo control, dijo Soriot. Las naciones más ricas tendrán que pagar más, dijo. «Tenemos la intención de obtener una ganancia, pero una ganancia razonable, en los países más ricos», dijo en la entrevista. «Nuestros precios serán apropiados, serán razonables, porque realmente queremos que las personas puedan vacunarse».
Soriot no dijo cuánto costaría la vacuna de Astra. La semana pasada, el Gobierno de Estados Unidos dijo que llegó a un acuerdo de 1.950 millones de dólares para comprar 100 millones de dosis de una vacuna a Pfizer Inc. y BioNTech SE si la aprueban los reguladores. Eso sugiere un precio de 19,50 dólares por dosis, o 39 dólares por un régimen de dos dosis, aunque el Gobierno la proporcionará de forma gratuita al público.
Al igual que GlaxoSmithKline Plc, Soriot dijo que la compañía buscaría la orientación de la Organización Mundial de la Salud para determinar cuando haya concluido la pandemia.
Astra, un actor clave en la respuesta, también está probando dos de sus medicamentos, Calquence y Farxiga, para el tratamiento del covid-19. Se espera que la inscripción en el estudio de Calquence termine a mediados de agosto y la primera lectura se realice en septiembre, dijo Jose Baselga, jefe de investigación oncológica de Astra, en una entrevista. Se han reclutado varios cientos de pacientes en todo del mundo para el estudio Farxiga, dijo el jueves Mene Pangalos, jefe de investigación biofarmacéutica.
Soriot indicó que la necesidad de vacunas para prevenir el coronavirus puede durar años. El virus puede haber llegado para quedarse, como la gripe, dijo en la entrevista televisiva.
El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, también ha dicho que la demanda de vacunas contra el coronavirus puede perdurar. Astra se comprometió a entregar 30 millones de dosis de vacunas al Reino Unido en septiembre y 100 millones a finales de año, y también tiene acuerdos de suministro con Estados Unidos y la Unión Europea. El fabricante de medicamentos está en conversaciones para suministrar vacunas a Japón, Brasil y Corea del Sur, dijo Soriot.
Las preocupaciones sobre el mortal virus han llevado la carrera internacional por la protección a un nuevo nivel: el Reino Unido acusó a Rusia de realizar ataques cibernéticos a los desarrolladores de vacunas. Las autoridades rusas han negado las acusaciones y AstraZeneca dijo que no hay evidencia de que se haya visto afectada. «No hemos visto ninguna señal de que hayamos sido pirateados en el contexto de esta vacuna», dijo Soriot.
La de Pfizer sale en octubre
La situación en Asia es una de las peores del Mundo a causa de la pandemia del Coronavirus. El número de muertos ha superado de manera inmensa la capacidad de respuesta de las autoridades que ya no tiene fuerzas ni recursos para cremar o sepultar. Ante lo cual han recurrido a lo más fácil y horrendo: echarles los cadáveres a enjambres de buitres hambrientos que día y noche picotean en los cuerpos que, para atraer más a las aves de rapiña, los descuartizan para facilitarles el ‘banquete humano’. ¿Llegarán las vacunas a tiempo para borrar esas dantescas imágenes?.
La vacuna BNT162b2 de la farmacéutica estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech entró a la fase 3 de pruebas como respuesta a la COVID-19. Con este anuncio, las compañías se fijaron como objetivo tenerla lista para octubre, siempre y cuando se demuestre en la fase final que es eficaz contra este coronavirus y recibe los permisos de las autoridades sanitarias.
Pfizer y BioNTech comenzaron el ensayo de su vacuna experimental en etapa avanzada en humanos en hasta 30.000 participantes de entre 18 y 85 años en 120 zonas de todo el mundo, incluidos 39 estados de Estados Unidos, Alemania, Argentina y Brasil.
De tener éxito planean suministrar hasta 100 millones de dosis para finales de 2020 y unas 1.300 millones de dosis para fines de 2021.
Stella Immanuel, la doctora que Trump admira
A pesar de que sus declaraciones explosivas han causado la inmediata y furiosa reacción de la todopoderosa industria farmacéutica mundial que han recurrido a sus medios de prensa para decir que está “loca y cree en brujería”, el presidente de Estados Unidos, la defiende y admira.
Una doctora de Houston que elogia la hidroxicloroquina y dice que las máscaras faciales no son necesarias para detener la transmisión del coronavirus, ha convertido al presidente Donald Trump en un fan de ella.
El martes, Donald Trump retuiteó el respaldo de la doctora a la hidroxicloroquina. “Covid tiene [una] cura”, decía el tweet. “Estados Unidos despierta”. Twitter eliminó la publicación por violar su política de información errónea, pero no antes de que el hijo mayor del presidente publicara un video de Immanuel diciendo que era “imprescindible ver”.
La doctora se ha hecho conocida, pero por algunas cosas extrañas que afirma son reales como el esperma de demonios y los alienígenas en la tierra.
El 27 de julio de 2020, Immanuel apareció en un evento de prensa respaldado por los Tea Party Patriots, un grupo conocido como “Médicos de primera línea de Estados Unidos”, donde afirmó que, efectivamente, había “curado” del COVID-19 a 350 pacientes en su clínica usando una combinación de hidroxicloroquina, zithromax y zinc (algo no respaldado por ninguna investigación científica sólida; actualmente no existe un medicamento aprobado como cura específica para el COVID-19).
Immanuel, especializada en cuidados primarios y pediatría, tiene un historial de hacer extrañas afirmaciones sobre temas médicos y otros asuntos. La más reciente que se hizo viral fue un video donde declaró en Twitter que Jesucristo destruiría los servidores de Facebook si sus videos no eran restaurados en la plataforma.
Hace una semana, el gobierno del presidente Donald Trump emitió un pedido anticipado de 100 millones de dosis por 1.950 millones de dólares y el Reino Unidos, 30 millones de dosis de esta vacuna de Pfizer.
Por otro lado, la farmacéutica Moderna, fundada en 2010 y sin ningún producto en el mercado, comenzó el lunes pasado la última fase de ensayos de su vacuna en Estados Unidos y es una de las cuatro compañías en el mundo que ha alcanzado esta etapa.
En total, Estados Unidos ha destinado 6.300 millones de dólares desde marzo para financiar proyectos de vacunas, en grandes laboratorios como Johnson & Johnson, Pfizer y AstraZeneca, y en dos pequeñas empresas de biotecnología, Novavax y Moderna.
Dado que no hay garantía en cuanto a la efectividad de ninguno de los proyectos, los contratos firmados con tres de los desarrolladores (AstraZeneca, Novavax, Pfizer) ya prevén la entrega prioritaria a Estados Unidos de 500 millones de dosis.
Este miércoles, el Gobierno británico llegó a un acuerdo para la compra de 60 millones de dosis de una nueva vacuna para el coronavirus desarrollada por las farmacéuticas Sanofi y GSK.
Este es el cuarto acuerdo de este tipo que cierra el Gobierno británico desde marzo, tras las 100 millones de dosis de la vacuna de Oxford, desarrollada por AstraZeneca, las 30 millones de la alemanas BioNTech y la estadounidense Pfizer, y otras 60 millones de dosis de la francesa Valneva, aunque esta está en una fase de desarrollo más temprana que las mencionadas anteriormente.