Fuente: The Washington Post.
Evan Kinori, diseñador de moda con sede en San Francisco, busca transformar la manera en que pensamos y compramos ropa. A través de su marca, lanzada en 2015, Kinori ofrece prendas de alta calidad, producidas con un enfoque meticuloso y ético que desafía las tendencias de la moda rápida y la baja calidad.
En su reciente exposición en la Galería JDJ de Tribeca, titulada «Exhibition One: Apple, Elm & Cotton», Kinori presentó sus diseños junto con muebles minimalistas, todo producido con una atención obsesiva al detalle. Utilizando algodón raro y ecológico de Sally Fox y telas tejidas a mano por Marina Contro, sus piezas son tanto obras de arte como prendas de vestir.
Kinori enfatiza la importancia de crear ropa duradera y significativa. «¿Cómo consigues que la gente se aferre a las cosas por más tiempo? Lo haces tan especial como sea posible», comentó. Este enfoque se refleja en sus precios, que varían entre 400 y 700 dólares, reflejando el costo de producir ropa de calidad en Estados Unidos con materiales sostenibles.
El objetivo de Kinori no es solo vender ropa, sino cambiar la conversación sobre el consumo de moda. En su exposición, busca que los visitantes piensen más críticamente sobre cómo se hacen sus prendas y la ética detrás de su producción. «No saber cómo se une algo, cómo se hace, es realmente una farsa», afirmó Kinori, subrayando la importancia de la transparencia en la industria de la moda.
A pesar de su éxito y el nicho de seguidores que ha ganado, Kinori se enfrenta a desafíos comunes para los diseñadores que buscan hacer las cosas de manera diferente. Sin embargo, su dedicación a la calidad y la sostenibilidad lo distingue en una industria cada vez más dominada por la producción masiva y el consumo desechable.
El enfoque de Kinori, comparado con la filosofía de comida lenta de Alice Waters, demuestra que hay una demanda creciente por productos éticos y bien hechos. Aunque su impacto pueda ser limitado, su trabajo inspira una reflexión más profunda sobre nuestras elecciones de consumo y la durabilidad de los productos que compramos.













