Dura más un merengue en la puerta de un colegio, que un Ministro en su cargo durante los 8 años de Santos. Por Vivienda han pasado 4 Ministros en 4 años.
Por Rafael Sarmiento Coley
Los compromisos políticos insuperables y los proyectos cortoplacistas de acuerdo con la conformación de nuevas alianzas políticas, han impedido desde siempre que en Colombia haya una política de Estado para cada frente neurálgico para el desarrollo del país.
El muy divulgado empalme entre el saliente Minvivienda Luis Felipe Henao y Elsa Noguera De la Espriella.
Tomemos como ejemplo el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. Nadie en su sano juicio puede negar que es una Cartera tan importante como la Cancillería o Hacienda. ¿Por qué? Por la facilidad con la cual ese ministerio es elástico, según la Constitución y la Ley, para moverse de manera ágil hacia los frentes que demanden mayor atención o que sean de suma importancia para reactivar la economía aprovechando el movimiento intenso en ciertos sectores.
Jalonando la economía
Cuando Santos asumió las tareas propias de su segundo mandato presidencial colocó en el Ministerio de Vivienda a Luis Felipe Henao, un joven dinámico, de su entera confianza, que diseñó importantes planes para que miles de familias colombianas que no tienen vivienda, lograran acceso fácil a un techo seguro.
No pudo Luis Felipe Henao cumplir sus planes y sueños, porque llegó el turbión de Germán Vargas Lleras y pidió “para mí, viviendas, carreteras, puentes, viaductos y vías 4G”. Hizo como cuando el tiburón llega a un cardumen de salmón.
Santos le pidió la bola a Henao y lo bajó del montículo para darle paso a la recomendada por Vargas Lleras, Elsa Noguera De la Espriella, quien venía de desempeñarse como una magnífica Alcaldesa de Barranquilla.
Menos mal que Elsa Noguera no se dejó enredar con proyecticos para pagar favores políticos o para tener contentos a los ‘Ñoño’ Elías, a los Besailes, a los Lyons y a tantos otros bandidos de la política nacional actual. De algún modo Vargas Lleras sabía que esa chiquitica también tenía un carácter muy parecido al suyo. Y la respetó desde la época en que ella fue su candidata a la Vicepresidencia en la fallida candidatura presidencial anterior de Vargas Lleras. Pero ya esa es historia del pasado.
Diseñó planes estratégicos con ese sentido común que les sale a las mujeres con una facilidad sorprendente. No se matan la cabeza en busca de planes rebuscados. “Si todo lo tenemos aquí. Hay una demanda de 450 mil viviendas de interés social y diez billones de pesos disponibles para desarrollar estos planes de vivienda de interés social en todo el territorio nacional”.
‘Mi casa ya’
En menos de lo que pudiera permitir que el Vice Vargas Lleras metiera su mano siniestra en los planes que tenía Elsa Noguera para desarrollar en su Cartera los planes que tenía en la cabeza, se puso en marcha el más agresivo proyecto de construcción de Vivienda de Interés Social (VIS).
¿Qué intuyó la Ministra? Sin leerlo en ninguna bola de cristal visualizó que había una inmensa capa social denominada el ‘colchón’ de la sociedad en las democracias del mundo. La clase media. La que a la larga y sin pelos en la lengua es la que le mueve la economía a los de arriba, y genera empleo e impuestos para los de abajo.
Elsa Noguera tuvo un desempeño brillante. Y si en Colombia cada Ministerio tuviera un trabajo de largo plazo y diseñara una política de Estado que contra viento y marea fuera continuada por sus sucesores, aun de nuevos Gobiernos, sin exagerar mucho, estuviéramos pisando los talones a Dinamarca en materia de calidad de vida y confort.
Soñar no cuesta nada. Y algo va de Dinamarca a Cundinamarca. Ocurre que, por cuestiones meramente de mecánica política, a Elsa Noguera la cambiaron como antes sacaron a Luis Felipe Henao cuando empezaba a realizar sus sueños.
No calentó la silla
El peor ejemplo del despelote con el cual –ya no el Presidente, sino hasta el Vice y cualquier otro gamonal político- manejan ciertas Carteras es que sacan a Elsa Noguera y designan a Jaime Pumarejo Heins, uno de los jóvenes más talentosos y mejor capacitados para desempeñarse con decoro y capacidad en cualquier Ministerio, desde el de Hacienda hacia abajo, porque es un consagrado hacendista. Estudió economía en China y se especializó en Hacienda en Havard.
Con juegos pirotécnicos fue recibido el nuevo Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio. Vargas Lleras casi que se quema la otra mano lanzando los cohetes para la llegada de “un profesional de mi entera confianza, muy calificado para los planes de vivienda que deja en marcha la doctora Elsa Noguera”.
Ocurrió lo que es frecuente en la política colombiana. Germán Vargas Lleras se reunió con su presunto archienemigo (de él y de su jefe inmediato Juan Manuel Santos), el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, lo que significaba el más claro indició de su calculado divorcio con Santos para caer en los brazos amorosos de Uribe Vélez.
El gran perjudicado fue Jaime Pumarejo Heins, quien en dos meses como Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, ni siquiera pudo calentar la silla de dicho Ministerio. La enorme paradoja es que en los 8 años de Gobierno de Santos al Minhacienda Mauricio Cárdenas le han tenido que cambiar la silla 12 veces. Todas terminan desfondadas. ¡Es que al hombre de verdad le pesa mucho el fundillo! Donde Santos no lo ha podido mover en ocho años, es por algo.
Camilo, el apagafuegos
Camilo Sánchez Ortega es un político rejugado. Se conoce al dedillo el funcionamiento del Capitolio pues ahí se crió desde chiquito cuando su papá, Julio Sánchez, lo llevaba a ver las sesiones “en donde usted estará cuando sea grande mijo”.
El papá de Camilo era un político sencillo, amiguero, buen conversador, inteligentísimo, tanto así, que convirtió un pequeño y abandonado municipio cundinamarqués, Anapoima, en una gigantesca urbanización de vivienda campestre para los políticos de alto turmequé y los adinerados de Bogotá que se podían dar esos lujos. Sabía experiencia de su época de botones y luego chef del hotel El Prado de Barranquilla.
Ahora el presidente Juan Manuel Santos, que quiere a Camilo como un compañero de carreras de caballo en ‘Mesa de Lleguas’ , la segunda hacienda urbanizada para casas campestres con corral para equinos de “las mejores marcas”, según Sergio Araújo Castro.
Santos posesionó este viernes como nuevo Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio a Camilo Sánchez Ortega, quien se venía desempeñando como Alto Consejero Presidencial para las Regiones.
Por supuesto, Santos aprovechó para adjudicarse a una política de Estado de su Gobierno para destacar durante el acto, que se cumplió en la Casa de Nariño, los resultados obtenidos por el Gobierno en materia de viviendas financiadas y cofinanciadas y en vivienda gratis para los sectores más vulnerables de la población.
De acuerdo con el Mandatario, en lo corrido de su administración se ha logrado reducir el déficit habitacional del país casi a la mitad. “Podemos decir que cerca de un millón 500 mil familias tienen hoy casa propia, que antes no tenían”, dijo.
Precisó que “de esas millón 500 mil familias, un poco más de la mitad tienen casa gracias a los diferentes programas que el Gobierno ha puesto en marcha para incentivar la compra de vivienda”.
Citó que la meta era entregar 100 mil casas gratis, cifra que se ha superado con creces.
Así mismo, indicó que “hoy podemos decir que se ha podido dar agua potable a cerca de 6,5 millones de colombianos, y servicios de alcantarillado a más de 7 millones”.
El Jefe de Estado consideró que estos son resultados muy importantes, pero “vamos por más”.
“Hemos dicho que tenemos que terminar el Gobierno con unos resultados todavía más ambiciosos. En materia de vivienda, queremos para agosto del 2018 superar las 880 mil viviendas financiadas y cofinanciadas”, lo cual “va a requerir mucho trabajo”
“Igualmente en la parte social: las viviendas gratis, que todo el mundo nos decía que eran imposibles de construir, no solamente fueron construidas sino que se superó la meta”, donde “hemos hecho un gran esfuerzo para dotar esas casas con otros servicios y otras necesidades que las familias tienen y que afortunadamente el Ministerio de Vivienda se ha puesto a suplir”, explicó.
Liderar microgerencia en vivienda
En este sentido, el Mandatario instruyó al nuevo titular de la cartera de Vivienda para que lidere “una microgerencia de aquí a final del Gobierno, para que se puedan cumplir las metas”.
“Queremos cerrar este sector, como los demás sectores también, usted me ha escuchado mucho en el Consejo de Ministros, con broche de oro. Y sobre todo que aquí hemos logrado unos resultados muy importantes. Pero si queremos que la economía crezca a tasas más altas, este es un sector que tenemos que empujar cada vez más”, dijo.
Sobre la citada microgerencia, el Jefe de Estado precisó que se trata de establecer “dónde está embotellado el flujo de recursos, dónde no se están incentivando suficientemente bien los programas, y todo lo que implica seguir moviendo este tren, porque este tren se ha movido muy bien, pero tiene que llegar al final del Gobierno con buenos resultados”.
“Creo, Camilo, que usted va a hacer ahí una labor muy importante, cuente con todo mi apoyo”, concluyó el Presidente Santos.
Ojalá ese apoyo se prolongue hasta el 7 de agosto
En este sentido la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, en su reciente Foro Económico Nacional realizado en Barranquilla, hizo un llamado al Gobierno Nacional para que se mantenga el ritmo de ejecución de los programas de vivienda, y que la actividad edificadora y su soporte en la política de vivienda permanezca como un pilar de la construcción de ciudad.
En opinión de Sandra Forero Ramírez, presidenta ejecutiva de Camacol, el sector ha logrado escalas de producción anual superiores a las 200.000 unidades de vivienda por año, con participaciones de la vivienda social superiores al 50% del total de la actividad; ha generado 300.000 empleos adicionales, alcanzando la ocupación de 1,4 millones de personas en todo el país; y está demandando insumos y materiales por $34 billones anualmente.
Cifras que pesan mucho en la balanza del Producto Interno Bruto del país, y en la ansiada búsqueda de cerrar la brecha, que cada día es más grande, porque no ha podido, o no ha querido, el Gobierno modificar el modelo tributario en el país y el sistema financiero, para evitar que los bancos sigan estrangulando el crecimiento de la economía colombiana por tantas gabelas que les otorga el Gobierno para que le aprieten el cuello a los usuarios de tan necesario sector.
Camacol, en un acto de justicia, destacó la labor del saliente ministro de Vivienda, Jaime Pumarejo, al señalar que “a pesar del corto tiempo como jefe de esta cartera entendió la transformación positiva que ha tenido la política de vivienda y asumió el reto de darle continuidad a la estrategia para sostener el aporte del sector constructor al desarrollo social y económico del país”. Es que, realmente no lo dejaron trabajar. Para ser más precisos, la jugada política de Vargas Lleras de abrirse del Gobierno de Santos y acercarse amorosamente a Uribe, cortó las alas de Pumarejo en un Ministerio que le caía de perlas para desarrollar su talento ejecutivo.