El escenario deportivo está en total abandono y es foco de drogadictos y depravaciones sexuales.
Por: Francisco Figueroa Turcios
El estadio 8 de Diciembre, que fue testigo mudo de las hazañas de la novena Drogas Curi y escenario del XVII Campeonato Nacional Juvenil de Béisbol 1990, no ha tenido dolientes: Está en el total abandono.
La infraestructura de las graderías y el techo del estadio corozalero están vencidas, el terreno de juego y las torres eléctricas fueron presa fácil de la maleza ante la desidia de las autoridades, por lo que Unidad de Gestión de Riesgo lo declaró no apto para realizar deportivas.
«Actualmente el estadio 8 de Diciembre es una ‘Cueva de Rolando’ donde encuentran drogadictos y guarida de depravados sexuales», revela Pedro Navarro, residente del barrio El Jardín.
Hace mucho tiempo Corozal dejó de producir peloteros de la categoría de Robinson Miranda, Laureano ‘Yayo’ Pérez o los hermanos Guarín Figueroa (Silvio, Luis y Carlos), ante la carencia de un escenario deportivo óptimo para practicar.
Para la muestra un botón: El joven corozalero Marcos Cabrera, quien aspira a continuar las huellas de sus tíos Orlando y Hólber Cabrera, peloteros que brillaron con luz propia en las Grandes ligas, pero ante la carencia de un estadio para practicar el béisbol hasta ahora ve frustrado ese sueño.
«Mi nieto Marcos pasa deprimido y en muchas ocasiones irrumpe en llanto porque no puede practicar el béisbol para emular a sus tíos Orlando y Hólber Cabrera. A mí me parte el alma la situación de mi nieto, por lo que muchas veces lo traigo aquí al estadio 8 de Diciembre para que se desahogue de la pena que lo está matando», expresa Bertilda Herazo, que por coincidencia acertó estar en el estadio cuando nosotros fuimos a visitar el citado escenario beisbolero.
Marcos Cabrera reconoce que cada vez que visita el estadio de béisbol 8 de Diciembre siente algo especial…por su mente recorren imágenes que ha visto por televisión cuando su tío Orlando Cabrera ganó el título mundial con los Boston Red Sox en 1986, por lo que él no oculta su pasión.
«No pierdo la esperanza de que algún día el estadio sea recuperado para la práctica del béisbol y muchos jóvenes como yo podamos cumplir el sueño de ser peloteros profesionales», señaló Marcos Cabrera.
Andrés Vivero, alcalde de Corozal, entre las promesas de campaña anunció recuperar el estadio de béisbol 8 de Diciembre y, cuando ya tiene el sol en las espaldas para culminar su periodo, todavía tiene pendiente la asignatura de restaurar el citado escenario deportivo. Debido a esto las promesas del deporte de la pelota caliente dependen de las promesas políticas que suelen suceder cuando los gobernantes están en el calor de las campañas y que casi nunca se cumplen por el frío que trae consigo el poder de gobernar.