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El enigma que planteó Fidel Bassa

El pugilista magdalenense es un hombre bajito, de raza negra, quien alcanzó el Campeonato Mundial de boxeo de peso mosca con apenas 17 peleas profesionales.

Por: Jorge Sierra Quintero

fidel Bassa

Fidel Bassa  e Hilario Zapata

Fidel Bassa se retiró cuando perdió el título con 24 faenas en total sobre un cuadrilátero. Han pasado más de 20 años de su fulgurante carrera pero muchos recuerdan sus épicas batallas al conquistar y defender en siete ocasiones su título mundial de boxeo. Su coraje, su bravura, su valentía sobre un ring, eran motivo de admiración y orgullo para todos los colombianos amantes del noble arte.

Se le vio pegar fuerte con su guante sobre el ensogado en señal de rabia y frustración cuando fue derribado por segunda ocasión por su contrincante, la primera vez que defendía su título en Belfast, Irlanda. La explicación de aquella evidente manifestación causa aún asombro: “Yo me dije: Yo no vuelvo a vender pescado por las calles de Barranquilla jamás. No puedo perder. Tengo que ganar esta pelea”. Increíblemente ante un contrincante que lo superaba ampliamente en peso y estatura, Bassa le ganó al final por nocaut.
Cuando Bassa se retiró del boxeo, las ganancias obtenidas en su meteórica carrera apenas le alcanzaron para comprarle una modesta casa a su madre. Pero Fidel parece predestinado por la naturaleza para alcanzar el triunfo. Y él se ayuda. Tuvo la suerte de tener como manager a Billy Chams, un rico empresario que se metió al boxeo por el puro gusto hacia este deporte, quien lo acogió como a su hijo y le prodigó los mejores consejos para la vida.

Por eso, cuando ya no era más campeón mundial, Bassa supo conducirse con las únicas armas que le quedaban y que le había enseñado a usar su ex apoderado: Administrar muy bien la admiración que suscitó en el público la gestión de su carrera, y mantener siempre a flote su modestia y don de gentes.

fidel

Fidel Bassa, exitoso empresario

Hoy en día Bassa es un exitoso y rico empresario, pero no de cualquier cosa: Lo hace en el mundo editorial y educativo. Resulta admirable, además de extraordinario, el que un hombre que fue boxeador, quien apenas si alcanzó a terminar sus estudios primarios, se haya decantado por el mundo del libro y la cultura. Con un indudable éxito por demás.
Con la curiosidad por indagar cómo llegó Bassa al mundo editorial, nos topamos con otro personaje singular: Rodrigo Merchán Sánchez, hombre también de baja estatura, blanco, casi rubio, quien habiendo salido de un pequeño pueblo colombiano, Aguachica, logra, con base a su sagacidad e inventiva para innovar en su labor, escalar en varios países a los más altos puestos de editoriales mundialmente reconocidas como Planeta y Carvajal.
A él se le debe la introducción como relacionista público para vender enciclopedias a grandes figuras del deporte colombiano. Merchán Sánchez inició con el ciclista Martín “Cochise” Rodríguez, siguió con “Kid” Pambelé, “El Pibe” Valderrama, y un día logró persuadir a Fidel Bassa, quien ya estaba retirado, a que lo ayudara como tal en esta labor.
Bassa, hombre intuitivo y con una inteligencia emocional superior, logra desentrañar el meollo del negocio y un día se decide a montar su propia empresa distribuidora de libros. Pero una amistad profunda y agradecida queda entre Merchán y Bassa.
Desde entonces, no pierden ocasión de manifestarse su aprecio y de irse de jolgorio cada vez que se topan en cualquier ciudad. Comparten muchos gustos, entre ellos el de la música vallenata.
imagesEn uno de esos encuentros en Barranquilla, coincidieron con la realización de uno de los Festivales vallenatos. Entusiasmados, se fueron en el carro de Bassa para Valledupar. Al llegar allá, se metieron de una vez en la parranda y olvidaron que no habían hecho reserva de hotel alguno. Cuando ya se asomaban los primeros fulgores de la madrugada, con más de un litro de whisky consumido y con el cuerpo pidiendo descanso, cayeron en cuenta de su amargo descuido. Recorrieron uno a uno todos los hoteles de Valledupar buscando habitaciones disponibles.

Fue inútil. Buscaron casas de alquiler particulares. Tampoco. Solamente les quedó la opción de dirigirse a los Moteles, los sitios de Colombia donde los amantes de ocasión van a saciar sus pasiones subrepticias.
Resignados, muertos de cansancio, hacia uno de estos sitios se dirigieron.
Cuando ya estaban en el callejón de entrada, Rodrigo Merchán cae en cuenta de las suspicacias que se generan cuando ven entrar a dos hombres a un sitio de estos. Asustado, le dice a Bassa:
“Fidelito, espérate, que si la gente nos ve entrando a un Motel como éste, van a pensar que los dos somos maricas”.
Bassa, siempre tranquilo, sosegado, como si hubiese estado sobre un ring descifrando a un oponente difícil, muy serio, le responde:
-“Viejo Rodri, contéstame una pregunta: Si la gente ve entrando a un blanquito y a un negro a un Motel, ¿Quién crees tú que van a pensar ellos que es el marica?”.
Rodrigo Merchán, con sinceridad, dice que aún no ha hallado la respuesta.
Guadalajara, Jalisco, Junio del 2017.

About author

Comunicador y Periodista. Editor deportivo de Lachachara.co, tiene experiencia en radio, prensa y televisión. Se ha desempeñado en medios como Diario del Caribe, Satel TV (Telecaribe), RCN, Caracol radio, Emisora Atlántico, Revista Junior. Fue Director deportivo de la Escuela de fútbol Pibe Valderrama y dirigió la estrategia de mercadeo y deportes de Coolechera. Para contactarlo: Email: figueroaturcios@yahoo.es
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