Redacción Deportes.
La empleada suspendida de la escudería Red Bull ha presentado una queja formal ante la FIA acusando al director del equipo Red Bull, Christian Horner, de comportamiento inapropiado. Horner, de 50 años, ha negado estas acusaciones. Esta queja es la tercera en las últimas semanas dirigida a la FIA, con las dos anteriores también relacionadas con Horner y su conducta hacia el personal. La FIA ha confirmado que está gestionando estas consultas y quejas ellos mismo y de manera confidencial. Red Bull Racing ha declarado no tener conocimiento de la queja y se ha negado a hacer más comentarios.
La mujer presentó esta queja después de que Red Bull desestimara su denuncia inicial y la suspendiera del equipo. Red Bull llevó a cabo una investigación interna, dirigida por un abogado externo, que concluyó en descartar las acusaciones, debido a no tener pruebas suficientes. Sin embargo, un conjunto de mensajes supuestamente relacionados con Horner se filtró a la F1 y a los medios de comunicación al día siguiente de esta decisión.
Horner ha fomentado para poner fin a la controversia y Red Bull ha rehusado proporcionar más detalles sobre el caso, proporcionando confidencialidad. Esta situación ha desatado una lucha de poder dentro de Red Bull, con implicaciones para Horner, Helmut Marko (asesor de deportes de motor), Max Verstappen (tres veces campeón mundial del equipo) y otros involucrados en la gestión del equipo. Una intervención crucial de Max Verstappen ha evitado el despido de Marko, mientras que el accionista mayoritario ha respaldado a Horner, frenando los intentos de expulsarlo por parte de otros accionistas.
Fuente: BBC.