El parlamento sesionará el domingo para hacer la declaratoria en medio de una aguda crisis generada por la abrupta suspensión del referéndum revocatorio cuya segunda fase se realizaría la semana entrante.
Lexander Loaiza Figueroa – @Lexloaiza
En Venezuela avanzaba este viernes de manera vertiginosa una crisis política sin precedentes cuando el dirigente opositor, Henrique Capriles Radonski, anunció en una rueda de prensa que el presidente Nicolás Maduro sería denunciado por ‘abandono del cargo’; 24 horas después que el Mandatario saliera a una “gira relámpago” por varios países del mundo a fin de buscar acuerdos para estabilizar los alicaídos precios del petróleo, el principal –y casi único- producto de exportación de la nación sudamericana.
Maduro ya ha salido en otras ocasiones a giras similares y con los mismos objetivos, que a la luz de la evolución de los precios petroleros, no han conseguido buenos resultados. Lo que hace particular este viaje del Presidente, es que el mismo se produjo sin previo aviso y apenas dos horas antes de que en una acción mancomunada entre el Poder Judicial y el Poder Electoral, se declarara suspendido el proceso para convocar a un referéndum revocatorio, cuya segunda fase se realizaría desde el miércoles 26 de octubre.
Para darle un carácter oficial a la denuncia, la opositora Asamblea Nacional convocó a una sesión extraordinaria este domingo, cuando por ley, Maduro debería reingresar al país tras haber salido del territorio sin notificación previa al Parlamento, como ordena el estamento jurídico.
En la víspera, un tribunal de control del estado central de Carabobo, gobernado por el oficialismo, había ordenado la prohibición de salida del país a Capriles, Jesús Torrealba, secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática –MUD- y otros seis dirigentes opositores. Ante esto, el también gobernador de Miranda, retó a Maduro a que lo encarcelara de una vez.
Trascendió que los dirigentes serían sujetos de una investigación por presunto fraude en la recolección del 1% de las firmas, realizado hace dos meses y argumento con el cual se habría desactivado el proceso revocatorio contra el mandatario izquierdista.
La suspensión del revocatorio vino solo dos días después del anuncio del Consejo Nacional Electoral, de diferir hasta el año que viene, las elecciones municipales y de gobernadores que debían realizarse en diciembre de este año por vencimiento de períodos.
Voceros opositores, como el diputado de Voluntad Popular, Freddy Guevara, han denunciado que el oficialismo no quiere ninguna contienda electoral porque sabe que no cuenta con apoyo popular, situación que han reflejado todas las encuestas que se conocen en el país, en zozobra por una descomunal crisis económica sin precedentes atizada por una galopante inflación, aguda escasez de productos básicos, medicamentos y un aumento de la inseguridad.
En medio de pronunciamientos a invocar el artículo 350 de la Constitución venezolana, que norma el estado de desobediencia civil, muchos venezolanos se preparaban para una marcha de mujeres de este sábado y a la llamada ‘Toma de Venezuela’ el próximo miércoles, iniciando con ello una escalada de protestas para convencer al oficialismo de retomar el camino del revocatorio y obligarlo a realizarlo este mismo año.
Desde el exterior varios expresidentes como Humberto de La Calle (Uruguay) y Vicente Fox (México) se pronunciaron en contra de la decisión del CNE de suspender la consulta. El secretario general de la Organización de Estados Americanos, pidió acciones contundentes contra el gobierno de Maduro por “confiscar los derechos electorales” de la población venezolana.
Pero las últimas decisiones de los poderes Judicial y Electoral, amparados por el respaldo de una cuestionada fuerza militar, parecen fortalecer al oficialismo desde sus trincheras. Diosdado Cabello, vicepresidente del Psuv, lapidariamente dijo este viernes que “el contraataque apenas acaba de comenzar”, mientras pedía cárcel para los promotores del revocatorio.