Dicen que en cinco meses no han abierto 20 días completos. Han despedido personal, entregado locales y están endeudados. Exigen a la Alcaldía Mayor que les permitan trabajar.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
Ya son varios los días que llevan protestando los comerciantes del centro de Bogotá contra el decreto de cuarentena estricta que emitió la Alcaldía Mayor para cinco localidades, entre ellas Santa Fe y La Candelaria, donde se encuentra asentado la mayor parte del comercio formal del centro de la capital.

Los comerciantes comenzaron a protestar en las calles al conocer el nuevo período de cuarentena estricta decretada por la alcaldesa Claudia López.
La medida, que terminará el próximo 30 de agosto, vino a agravar según el testimonio de los manifestantes, la difícil situación económica que vienen atravesando desde que hace cinco meses comenzaron a decretarse las medidas restrictivas a la circulación de personas para prevenir la expansión del Coronavirus, que en esta ciudad de 7,8 millones de habitantes ha contagiado a más de 176 mil personas hasta el 19 de agosto.
Delicada situación
Darío Vargas tiene una tienda de electrónica en carrera 10. Asegura que unas 8.000 personas en la zona donde trabaja han sido afectadas hasta ahora por la inactividad. Muchos de sus colegas han tenido que entregar los locales al no poder seguir costeando los arriendos que en este sector se cotizan entre los 2 y los 8 millones de pesos mensuales.

Los comerciantes aseguran que desde marzo no han trabajado el equivalente a 20 días completos.
Dice no entender como en ese mismo sector, comercios de grandes superficies y los vendedores ambulantes sí pueden seguir trabajando, mientras que los pequeños y medianos locales son obligados a cerrar al tiempo que sus deudas y compromisos con el fisco municipal y los bancos continúan creciendo.

Este 20 de agosto funcionarios de la Alcaldía Mayor visitaron y cerraron al menos tres ópticas que estaban laborando a puertas cerradas.
Harrison Díaz tiene una tienda óptica en la carrera 19. Para este sector del comercio la gota que rebasó el vaso este 20 de agosto fue la visita y posible multa a la que fueron sometidos tres locales que estaban trabajando “a puertas cerradas”, violando la disposición de la alcaldía.
Aseguró a Lachachara.co que no se explica por qué si ellos venden dispositivos médicos como son las gafas de fórmula, no pueden ni siquiera atender a sus clientes con citas previas. “Nos sentimos atropellados”, dijo Díaz quien instó a la alcaldesa Claudia López a imitar medidas como las de Medellín, donde bajo un esquema 4-3, la mayoría de los comercios ha podido mantener un ritmo moderado de trabajo para poder atender, al menos, sus compromisos económicos.
Estadísticas preocupantes
Las estrictas medidas de cuarentena que han afectado a la ciudad de Bogotá desde el mes de marzo obedecen en primer término a que esta ciudad sigue siendo el foco de contagios del Covid-19 más grande de todo el país. Pero los números negativos han afectado también el flujo de caja del sector del comercio y los servicios.

Los comerciantes dicen estar endeudados y afirman que muchos empleos se han perdido.
Según datos arrojados por un estudio de campo realizado por la Cámara de Comercio de Bogotá ya en abril, el segundo mes de confinamiento, el sector de los servicios con un 45% y el comercio con 27% habían sido los más castigados por las medidas de confinamiento. Muchos de ellos han optado por cambiar el modelo de sus negocios, pero el 37% ha tenido que cerrar temporalmente sus actividades. Esto obviamente, ha tenido repercusión directa en el empleo que se ha reducido drásticamente. “Hemos tenido que echar gente para reducir los gastos”, afirmó Darío Vargas a Lacháchara.co.
Uno de los puestos de trabajo fue el de Margarita Gómez, quien, de trabajar en un restaurante en la zona colonial, cerca de la 7ma. se convirtió en vendedora ambulante de tapabocas. “Estoy sin EPS, trabajando solo para llevar comida a mi casa”, afirmó.
Al finalizar las cuarentenas estrictas por localidades, la Alcaldía Mayor de Bogotá ha dicho que la ciudad comenzará con un período de “nueva normalidad”, con una serie de medidas que se han explicado parcialmente hasta ahora. Mientras las autoridades estudian lo que va a pasar en septiembre, los comerciantes dicen que se mantendrán en las calles para presionar y que los dejen trabajar.











