Barranquilla tiene la particularidad de producir talentos que en determinado momento salen a la luz pública, sorprendiendo a propios y extraños por la calidad arrolladora de que hacen gala.
Por Estela Monterrosa
Son las once de la mañana de un martes, el ambiente en la Universidad del Norte es muy agradable, la arborización produce un fresco que transforma la temperatura que a esa hora con el sol en todo su esplendor azota a todo el mundo. Estoy a la espera de una joven chica con quien tendré una charla, para conocer cómo ha evolucionado su vida desde que se dedicó a cantar. Mi interés por conocer su vida artística es porque la conocí desde muy pequeña, tenía alrededor de ocho años y como cualquier niña de su edad jugaba con sus vecinas en la terraza de su casa, en un barrio de clase media, donde vive su abuela paterna.
En Carnavales, cuando se presentó en diferentes eventos con una orquesta donde es cantante, allá arriba en la tarima se convirtió en un huracán y el público la ovacionó cual estrella consagrada, y los periodistas que cubrían los eventos también la buscaban para entrevistarla y preguntarle quién es.
Ella no me recuerda, pero yo sí la recuerdo a ella, la veo venir en la distancia, es bonita, es alta, cabello rubio oscuro, delgada y con una sonrisa que encanta. A simple vista, es una universitaria más, por su sencillez y afabilidad, me saluda con un hola cómo estás, no me acordaba de ti, pero ahora que te veo, ya sé quién eres.
Después de este saludo nos dirigimos hacia la sombra que produce un frondoso árbol, allí nos sentamos y seguimos charlando informalmente, y ella sin parar comienza a contarme su vida y cómo se inició en el mundo de la música, donde ya lleva trece años de trayectoria aunque cuenta solo con veinte años en este momento.
¿Quién es Camila Cervantes?
Su nombre de pila es Camila Andrea Cervantes Barraza, lleva 13 años participando en la música, en concursos de televisión, de colegios y ahora de universidades. Cursa VI semestre de Comunicación Social y periodismo en la Universidad del Norte, y con pasión me dice de una vez que su preferencia está en el campo audiovisual, donde ha hecho ya pinitos, que le sirven para ayudarse económicamente, pues no es una persona adinerada y todo lo que ha hecho ha sido a base de sacrificios y de pequeños negocios emprendidos por ella, porque de que es una persona emprendedora nadie lo puede negar. Ahora tiene un negocio de gorras elegantes que son muy singulares y cuyo diseño e inspiración son propias de esta artista.
Camila sigue hablando y me va contando su vida cotidiana de estudiante, de artista y de joven muy común y corriente. En estos momentos vive sola con unas compañeras de universidad compartiendo un apartamento y todos los gastos, estudia amparada por un crédito en el Icetex y su día a día transcurre entre la universidad, las labores que realiza para su negocio, los ensayos musicales cuando hay presentaciones a la vista y cuando no hay también, pues debe mantenerse en forma física y artística, ya que la disciplina y la preparación es muy importante en su carrera como cantante.
En un momento de la charla le pregunto por su vida privada, y dentro de esas preguntas llega al tapete preguntarle por su mamá, ante lo cual me responde que ella falleció cuando tenía 8 ó 9 años, es allí cuando a esa joven chica, fuerte, emprendedora y decidida a triunfar, los ojos se le aguan y su voz se quiebra un poco al contarme cómo de ahí en adelante su vida cambió, al quedar bajo la crianza de su abuela paterna, quien le dio todo su amor y apoyo para todas sus audiciones musicales, sus concursos y, claro está, para su vida de niña, adolescente y artista. Me dice que si hay alguien que la ha apoyado siempre es su abuela Magaly Molina, y me aclara, que con su padre casi no tiene contacto.
Bueno, hasta ahora esta es la vida común y corriente de una chica barranquillera y estudiante, pero lo que la hace especial es que ella hace parte de la orquesta de ‘Belkys Concepción y las estrellas del merengue’, una orquesta armada por la consagrada merenguera dominicana, con chicas de Barranquilla y en la cual Camila Cervantes hace parte de ella desde hace tres años, cuando contaba con 17 años.
Su participación en la afamada orquesta se da porque un primo de ella, que es músico, le dijo que en internet había una convocatoria para jóvenes mujeres que quisieran formar parte de un grupo musical, y ella sin pensarlo dos veces se inscribió enviando un video, como se lo pedían allí. Pasado un tiempo escogen un grupo donde ella sale elegida y donde deben presentar otros videos, con otros requisitos ya más exigentes, allí también sale entre las escogidas y en la recta final es llamada a una audición en vivo, donde les hacen a las finalistas una serie de pruebas exigentes, y gracias a su talento también es elegida para hacer parte definitiva de la orquesta.
Son 14 jóvenes mujeres entre los 18 y los 24 años, donde Camila es una de las menores y lleva tres años actuando en los escenarios locales, apoyada en su talento que ha podido ser apreciado por el público que la ha visto en los diferentes escenarios donde ella ha actuado. En este primer semestre del año 2017, empezarán las giras internacionales y República Dominicana será el primer país que le haga el examen internacional a estas chicas, y qué mejor sitio que allí donde se toca merengue y bachata y donde se originan estos ritmos.
Es de resaltar que Camila además de cantante empírica, es compositora y no ha estudiado música en ninguna academia, y solo ha recibido pequeñas guías de una profesora cuando estaba pequeña y se preparaba para participar en los concursos de televisión “El factor XS”dónde estuvo tres veces y llegaba hasta la etapa en Bogotá, pero no llegó a ganar.
Su ingreso al canto se debió a un profesor de música en el colegio, que le vio sus aptitudes para este campo artístico y la animó a seguir.
Como todo artista, además del merengue Camila canta y se le mide a todos los ritmos musicales, pero su sueño es hacer un trabajo como solista llevando a la grabación canciones compuestas por ella y en su estilo pop.
Esta es la historia de una mujer joven que se prepara para salir adelante, tanto en su carrera profesional como en la parte artística, un ejemplo para la juventud que debe saber que los sueños son realizables, si se trabaja con disciplina, pero sobre todo con amor y tesón, sin desmayar y salvando los obstáculos que se encuentren en el camino, que nada es fácil, pero lo que se logra con trabajo y sacrificio cuando recoges la cosecha, el sabor a triunfo es más satisfactorio y puede ser saboreado con más gusto y disfrutado de manera más intensa.
Camila Andrea Cervantes Barraza, barranquillera, mujer joven, luchadora por alcanzar sus sueños, con un talento enorme, muy seguramente en poco tiempo la veremos consagrada con la orquesta de Belkys Concepción y con su proyecto en solitario. Alcanza tus sueños y no desfallezcas, que en las marquesinas de los teatros y en los afiches de promoción brille el nombre de Cicilor y como toda barranquillera triunfadora sea el orgullo de su tierra.