En dos días se ha revolucionado la ciudad, con hermetismo cubierto de alegría y orgullo costeño se comenzó a rodar la parafernalia de los colegas artistas.
Por: Gersón De Jesús Brugés González – chacharero
Fotos Jairo Buitrago Oliva
En medio del misterio e incertidumbre en los medios de comunicación, se ha mantenido poco contacto directo con los artistas, la barranquillera ha manejado una delgada línea de privacidad con los periodistas. Esto nos hace recordar aquellos titulares de cajón donde denominaban a Shakira como una mujer indiferente con su fanaticada costeña, al contrario de su colega Carlos Vives, quien el tiempo lo ayudó a crecer en humildad y a reconocer el amor y cariño que muchos caribeños le tienen desde sus inicios como rockero, como ‘Gallito Ramírez’ y su consagración como ‘Escalona’, hasta su caída musical y en el momento del retorno a los escenarios. El orgullo de muchos años en silencio ha resollado en aplausos cuando grita en pleno centro histórico ¡Viva Santa Marta!.
La barranquillera ha sabido manejar muy bien la fama que tanto le ha costado ganar en estos 20 años de carrera artística, lo que hace acordar entre diálogos chachareros el comentario de un amigo colega periodista Javier Mendoza Daza que dice: “Shakira cuando apenas empezaba la ponían a esperar hasta tres horas para decirle que no la iban a atender… ahora que ya es una estrella ahí si todos detrás de ella y se emberracan porque no los atiende”. Tiene algo de sentido, más dejemos que viva su momento y recorra la ciudad como lo ha hecho durante estos dos días. Comió mango de azúcar, pedaleo hasta más no poder por la playa bajo el inclemente clima de la arenosa y posteó en sus redes una mojarra lora con patacón y ensalada, algo debe de haber en su corazón por su ciudad y frenar un poco al ambiente mediático para disfrutar de la panorámica de la ciudad es más que entendible.
La mayor tarea la han tenido los medios de comunicación, quienes han sufrido literalmente por ubicar a la barranquillera, que si va a grabar en la Isla Salamanca, que si ya confirmaron la locación de la Intendencia Fluvial. La primicia de su andar por la ciudad ha sido toda una batalla de Troya, muchos quisieran que tuvieran un chip para ubicarla por GPS para, al menos, tomarle una foto o grabarle un saludo.
De manera sorpresiva ha sido un fantasma, apareció en lugares que ni se imaginaba, dentro de un jeep amarillo por toda la 79 recorriendo los alrededores del parque Rosado. Junto al samario pedaleó por toda la edificación de su antigua institución educativa La Enseñanza. La euforia de los barranquilleros se mostró al encontrarla naturalmente por las calles de la ciudad, eso sí, dentro de un circulo de cancamanes que limitan la emoción de sus fanáticos por la famosa selfie de su artista favorito donde seguramente subirán a la red social Instagram con el hashtag “#OrgulloCosteño”.
Algo que tenemos que destacar es el trabajo de la producción en la grabación del video La bicicleta, que por cierto, días anteriores habían filtrado la canción original e inmediatamente la oficina de comunicaciones de Carlos Vives había informado que era falso, pero fue la misma canción que la producción sonaba en la camioneta negra con los equipos de filmación mientras Vives cantaba a capella, ¿si ya se filtró porqué desmentirlo? Por marketing.
Detrás de la beldad de Shakira y la popularidad amorosa del samario está un equipo de barranquilleros llenando estándares de calidad en materia audiovisual como lo es la marca YVPRO de los hermanos Vitola quienes están anotando un jonrón al tener clientes de esa talla sin necesidad de extranjeros que llenen las expectativas visuales y técnicas de la producción netamente costeña.