Desde aquí y desde Cartagena subieron por el Magdalena a Magangué, Monpox, El Banco, Chimichagua, y por los lados de las viejas sabanas bolivarenses –hoy Córdoba y Sucre-.
Escrito Por: Rafael Sarmiento Coley – Director
Fotos: Nira Figueroa Turcios
Echaron raíces en medio centenar de pueblos como Corozal, Sincelejo, Tolú, Coveñas, Sahagún, Chinú, Lorica, Planeta Rica y Montería. Estas historias fueron recreadas en el VI Encuentro Colombo-Árabe que se realizó en Barranquilla.
La terquedad de dos mujeres de apariencia frágil pero de una fortaleza de acero, ha hecho posible que la Fundación Cultural Colombo-Árabe haya concluido con éxito su VI versión, con la presencia de delegaciones de todo el país, de Egipto, Palestina, Argentina, España, Marruecos, República Dominicana, Cuba y otras naciones vecinas de Centro América y el Caribe.
Zuleima Slebi, presidenta, y Jenny Manzur, vicepresidenta de la Fundación Encuentro Cultural Colombo-Árabe, las dos pilares tenaces de esta cita en Barranquilla, registran con orgullo que durante los días 26, 27, 28 y 29 de septiembre, la capital atlanticense ratificó su condición de puerta amable por donde, desde finales de 1.800, empezaron a entrar libaneses, sirios, egipcios, palestinos. Venían desarraigados de sus pueblos natales, por culpa de la invasión del imperio otomano. Los turcos los obligaron a salir, en una diáspora que se irrigó como un viento adolorido por todos los rincones de las Américas.
Pero tal vez fue la América Latina la que tuvo el corazón más noble y sensible para recibir a los miles de expulsados de sus patrias. Y, para fortuna de estos países, principalmente Colombia, esa colonia se arraigó aquí y aportó riqueza con su trabajo y sabiduría con su talento.
Belén, ciudad hermana de Barranquilla
Por eso no fue de extrañar la gratitud de la histórica Belén, que trajo los pergaminos que declara a Barranquilla Ciudad Hermana del sitio en donde nació Jesucristo hace 2.013 años. El momento fue muy emotivo, por cuanto, según Zuleima Slebi, es “el gesto de gratitud más hermoso que logramos a través de nuestra Fundación Cultural. Y qué bueno que haya sido Barranquilla la escogida, precisamente por haber sido la primera puerta por donde empezaron a entrar los desplazados del Medio Oriente”.
Lastimosamente la alcaldesa de Barranquilla Elsa Noguera no pudo estar en este acto, pero por ella lo hizo el Secretario de Cultura Afif Simán. También estuvo el Gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre Berardinelli.
Integración artística-gastronómica
Roberto Manzur, otro de los entusiastas impulsores del Encuentro, destacó la forma en que esta vez se integraron culturas artísticas y gastronómicas de varios países del Medio Oriente, con las de poblaciones vecinas como Usiacurí, Luruaco, Galapa, Tubará, Riohacha y Palenque.
Como lo dijo el notable periodista Juan Gossaín en su muy aplaudida intervención, “soy el hijo legítimo de un kibbe y una arepa e’ huevo”.
Para reafirmar lo dicho, citó el episodio vivido en su época de periodista en Barranquilla.
Llegó a un restaurante a almorzar y se encontró de narices con el siguiente letrero: “Hay comida internacional y kibbe”. Y añadió de su cosecha: “Bendita la tierra que lo recibe a uno y termina considerándolo local”.
El físico y matemático y exrector de la Universidad Nacional de Colombia, Ramón Fayad Naffah, destacó que “la influencia árabe se ha visto en todos los campos de la educación”, con catedráticos en todas las disciplinas educativas, con investigadores consagrados y con acreditación mundial.
Del mismo modo en el campo artístico el aporte ha sido inmenso, con poetas, pintores, escritores y periodistas.
En el campo político basta recordar que un descendiente de familia árabe, el desaparecido Julio César Turbay Ayala, llegó a ser Presidente de la República de Colombia, según recordó en su conferencia en este Encuentro su hijo Julio César Turbay Quintero, excontralor General de la República. Turbay Quintero afirmó que “la relación colombo-árabe dio una nueva faceta al país”.