El polémico exempresario del chance, expromotor de boxeo y expromotor artísticos fue acribillado dentro de su tienda en Cartagena este viernes.
Por Chachareros y apoyo de El Universal
Jesús María Villalobos, mejor conocido como ‘El Perro’, uno de los más veteranos empresarios del chance en la Costa Caribe, fue asesinado en la mañana de este viernes en una tienda de su propiedad, en el barrio El Líbano.
Su vida fue siempre noticia. No sabía leer ni escribir. Y cuando le presentaban a un desconocido, no le decía su nombre de pila sino “Me llamo El Perro, dígame así, sin pena”. Se hizo famoso porque acumuló una enorme fortuna con el negocio de la bolita o chance, siendo un analfabeto. Gracias a esa fortuna, incursionó como empresario de boxeo y logró montar famosos combates que fueron transmitidos a nivel nacional con los mejores comentaristas y narradores de boxeo de la televisión colombiana, entre ellos el consagrado hombre de radio y Tv Abel González Chávez.
Se hizo muy amigo del tristemente célebre asaltante de bancos “El Nene” Baquero, quien se convirtió, hasta su muerte en un accidente de tránsito, en su jefe de seguridad y hombre de confianza. Porque las cosas a Villalobos se le complicaron cuando llegó a ser famoso por su riqueza. Se vio obligado a crear un sistema de seguridad con gente del bajo mundo que lo cuidaba como una guardia pretoriana. Más adelante la situación se puso más tensa en Cartagena, cuando llegó, con el decidido fin de apoderarse de la plaza, la famosa empresaria del chance Enilse López, alias “La Gata”, nacida en «El Naranjal», un caserío perdido en el mapa sucreño, y desde muy joven se trasladó a Magangué en donde adivinaba la suerte con naipes y bola de cristal, y más tarde se hizo amiga personal de Gonzalo Rodríguez Gacha alias «El Mexicano», de quien se dice recibió una enorme cantidad de dinero en dólares para que invirtiera como su testaferro en la región.
Dueña del chance en las principales plazas de la región (con su fortín en Barranquilla con Uniapuestas), quiso metérsele al rancho a El Perro. Entonces los titulares frecuentes de prensa eran “La Gata y El Perro se pelean a dentelladas y arañazos por el chance en Cartagena y Bolívar”.
Dueño de una inteligencia en bruto e inmensa, El Perro vio con su olfato de perro de cacería que La Gata le podía ganar la pelea, y prefirió irse de agache. Perdió, pero ganó, porque derivó hacia otros negocios. Y porque, además, terminó siendo uno de los mejores amigos de la Gata, quien es la madrina de uno de los hijos de Villalobos. Como no ocurre en el mundo animal, en la vida de estas dos personas conocidas como El Perro y La Gata sucedió un entendimiento tal, que de manera sorprendente, después de ser enemigos a muerte, terminaron siendo “ñías” y hasta compadres.
Le llegó su día
Al ex empresario del chance lo mataron dos personas que iban a bordo de una motocicleta. Testigos comentan que quien le disparó es una mujer. Sin embargo la Policía informó que una mujer participó del hecho, pero no fue quien accionó el arma. En todo caso, en el mundo del hampa cartagenero se comenta que hay una mujer, como esas heroínas de las películas de espías, que ha cometido varios homicidios. Y quienes la han visto de cerca y le han oído el trato que les da a sus compañeros de andanzas, se trata de una lesbiana con bastantes rasgos masculinos. «Es una marimacho que manda y grita a los que andan con ella», dice un testigo que estuvo en la escena de uno de los tantos homicidios que ha cometido este grupo sicarial, que presuntamente es el brazo armado de los Urabeños en Cartagena.
Las autoridades aseveran que la mujer ingresó a la tienda con varias bolsas de regalo en las que cargaba las armas de fuego. Después de que se percató de que ‘El Perro’ se encontraba en la caja registradora, ingresaron dos hombres, a quienes les entregó la bolsas de regalo.
Los sicarios desenfundaron las armas y le dispararon al empresario. Con un disparo en la cabeza y varios en el resto del cuerpo, ‘El Perro’ quedó tendido al interior de la tienda.
La Policía asegura que los dos hombres huyeron en una motocicleta, mientras que la mujer salió a pie del lugar.
Al escuchar los disparos, las personas inmediatamente se aglomeraron en la Tienda Los Villalobos, ubicada sobre la avenida Pedro Romero, donde yacía el cadáver del hombre.
En los mismos hechos, su escolta Michael Piedrahita Caraballo resultó herido y fue trasladado al Hospital Universitario del Caribe. Al parecer, los sicarios habían merodeado el lugar desde la noche anterior.
Él tenía la premonición de que lo iban a matar
Según señala el diario cartagenero el Universal, Jesús María Villalobos presentía que iba a morir a manos de sicarios, como efectivamente ocurrió.
Así lo afirmó, hace aproximadamente seis meses, en la emisora La Cariñosa durante sus acostumbradas intervenciones matutinas para dar a conocer los resultados del chance.
“El Perro”, como era conocido en la ciudad, advirtió en esa ocasión que pronto “no estaría en este mundo” porque estaba amenazado por el grupo Los Urabeños.
En la misma intervención advirtió que la intimidación se produjo porque él no había querido ceder ante las extorsiones que le estaba haciendo la banda criminal. El exempresario del chance, y un hombre bastante polémico en la ciudad, por su carácter y por diversos señalamientos en su contra, todos sin confirmar por las autoridades, había sido objeto de dos atentados en años anteriores.
En la actualidad estaba dedicado a la atención de su tienda “Los Villalobos”, donde ocurrió el homicidio y trabajó hasta hace poco en Unicat, de la mano de la empresaria Enilce López Romero, quien es madrina de uno de sus hijos.
Uno de los señalamientos que tenía Villalobos en su contra lo hicieron en el 2011, varios ex paramilitares, cuando en audiencia pública lo acusaron de pagarles dos millones de pesos por asesinar al vendedor de chance Humberto Sánchez Gil, hecho que ocurrió el 6 de marzo de 2003, en el barrio Olaya Herrera. En la audiencia, los exparamilitares aseguraron que Villalobos era auxiliador de las AUC.
Todos esos señalamientos, Jesús María Villalobos los desmintió asegurando que en su vida nunca se reunió con paramilitares y precisó que lo que querían sus acusadores era sacarle dinero. En su defensa, dijo, también, que no conocía a Sánchez Gil”.
La mujer que llegó con los bolsos cargados de armas
El comandante de la Policía, coronel Jorge Luis Ramírez Aragón, informó que las investigaciones preliminares dan cuenta que una mujer bien vestida, morena, de aproximadamente 25 años, llegó a la tienda minutos antes, con varias bolsas de regalo, y a los pocos minutos entraron dos hombres, también de muy buen aspecto, a quienes les entregó las bolsas.
En las bolsas estaban las armas de fuego y quienes las recibieron perpetraron de inmediato el atentado en el que murió de manera instantánea Villalobos.
Ramírez manifestó que el plan de los sicarios fue diseñado para no levantar sospecha alguna y para evadir el control que las autoridades hacen a los motociclistas para descubrir el porte ilegal de armas de fuego.
La Policía está tras la búsqueda de una motocicleta negra en la que huyeron los asesinos.
Ramírez Aragón informó que se ofrece una recompensa de hasta 3 millones de pesos para quien ofrezca infomación que permita dar con la captura de los sicarios.
El historial de un hombre polémico
Jesús María Villalobos Luna tenía 76 años de edad, fue concejal de Cartagena, ex candidato a la Alcaldía de Cartagena, promotor de boxeo y promotor musical, empresario de apuestas pemanentes y tendero. «El Perro» es el remoquete con el que se hizo popular en la ciudad. Fundó los picó «El Perro» y «El Tino» y tuvo once hijos.
Curiosamente todos los hijos varones se llaman Jesús María Villalobos y las mujeres María José
Los exparamilitares dicen que Villalobos era auxiliador de las Auc, y para confirmarlo adicionaron que entre los aportes que recibieron están siete pares de botas Brahma que mandó a comprar con su escolta.
Homicidio en confusas circunstancias
Otros de los asesinatos que confesaron son el de Mauricio Peña Zárate y Omar Enrique Osorio Meléndez, el 5 de mayo de 2003, en el barrio Nelson Mandela.
En ese mismo barrio, en el sector Las Vegas, mataron a alias “Juan Diablo”, en el primer semestre del 2003. Alias “el Flaco” dice que no sabe por qué lo mató, sólo dijo que se lo señalaron y él cometió el crimen.
En el barrio Bruselas, “el Flaco” también confesó la muerte de alias “el Curvo’. Dice que lo hizo por “encargo” de varios miembros del DAS en Bolívar.
En el barrio San Fernando, ‘el Flaco’ se atribuye la muerte de Benito Ruiz. El exparamilitar también se atribuyó el asesinato de Iguita Goes, ocurrido en el barrio San José de Los Campanos.
El individuo aseguró que lo mató por pertenecer a una banda que había participado en el asalto a un banco, a varias compraventas de de Cartagena y un Servientrega en la Avenida Crisanto Luque.
Esos tipos ven muchas películas de policías: El Perro
Jesús María Villalobos se pronunció sobre las versiones de los exparamilitares asegurando que nunca se reunió con miembros de las Auc, y que todo lo que dicen es falso. “Es que esos tipos como que ven muchas películas de esas de policía”.
“Nunca en mi vida me he reunido con esos delincuentes. Ellos lo que están buscando es sacarme dinero. He recibido muchas llamadas pidiéndome dinero y siempre me he negado, por eso ahora quieren vincularme con estas mentiras. Yo no conozco al vendedor de chance que mencionan, su nombre no me es familiar, mucho menos lo he mandado a matar”, dice Villalobos.
En esa ocasión también dio a entender que los Urabeños, con tal de presionarlo para que él les entregara el dinero que les pedía, mataban a vendedores de su comadre La Gata, para que ésta creyera que eran cosas de él. Pero asegura que La Gata nunca desconfió de él, ni él de su comadre. Lo que El Perro dijo una y otra vez que los Urabeños estaban actuando a sus anchas en Cartagena, y que él no era el único amenazado por no quererles pagar la vacuna. Decía que jamás se dejaría extorsionar «de esa plaga maldita que nos ha caído en Cartagena». En privado aseguraba que estaba seguro de quiénes eran los jefes o cabecillas de tales urabeños. «Son unos bandidos, hampones comunes, extorsionistas y narcotraficantes en menor escala. Antiguos mandaderos de los capos que salieron de circulación porque los mataron o están presos en Colombia o en Estados Unidos. Además, quiero decirles que uno de los tipos que me llamó me aseguro que el jefe mayor de todos los extorsionistas estaba preso en una cárcel de Barranquilla y luego lo trasladaron porque desde su celda, extrañamente llena de computadores y celulares, lo cual está prohibido a los reclusos en todas las cárceles. A mi una vez me señalaron al tipo durante una audiencia en la Fiscalía que pasaron por televisión. Hombre, un tipo mejor vestido que un Congresista, con pinta de un alto ejecutivo, peinado como jovencito ´cocacolo´¨, cómo no van a saber los servicios de inteligencia que ese tipo sigue cometiendo fechorías desde la cárcel».
Por eso la premonición de El Perro tenía su fondo. Él sabía que, por todas esas declaraciones, estaba en la mira de dichas bandas criminales. Además, él sabía mucho sobre el movimiento en ese mundillo. Porque era amigo de personajes que eran o son testaferros de Salvatore Mancuso y de Jorge 40, presos en Estados Unidos.