El 5 de diciembre la Cruz Roja conmemora el día internacional del voluntariado.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Amelia Neira y Hellen Alvarado, madre e hija decidieron coincidencialmente el 5 de diciembre del 2013, es decir hace dos años, por vocación y de manera desinteresada ingresar como voluntarias a la Cruz Roja, seccional Atlántico, para tratar de aliviar y prevenir el sufrimiento humano de aquellos que más lo necesitan, sin tener en cuenta el drama que ellas llevan a cuesta.
Los Voluntarios, para la Cruz Roja, son la base esencial para el cumplimiento de los principios y valores humanitarios de la Institución. Todos ellos poseen un espíritu participativo, abierto y desinteresado, cualidades fundamentales para su existencia y para contribuir de manera significativa al apoyo a las comunidades.
Amelia Neira es auxiliar de enfermería y su hija Hellen Alvarado Neira, acabó de culminar sus estudios de bachiller en el Instituto Experimental del Atlántico y aspira estudiar Ingeneria Biomédica en la Universidad de los Andes en Bogotá. Para Amelia su vocación por el servicio a la comunidad nace de su corazón: » Ser voluntaria de la Cruz Roja, es una lucha incansablemente por los demás sin esperar nada a cambio y que tiene como mayor satisfacción la sonrisa o simplemente una palabra de agradecimiento:gracias». Hellen heredó de su madre esa vocación. Ella considera que «la mejor recompesa a esta labor es recibir una mirada agradecida de una persona a quien se brinda el apoyo».
Amelia es un ejemplo de dar todo por el servicio a la camunidad, y lo demostró cuando renunció a su labor de auxilar de enfermería en la clínica Porto Azul y a Colsanita para quedarse cien por ciento presentando sus servicios con la Cruz Roja, donde no recibe una remuneración, pero es simplemente feliz.
El drama de Amelia
Amelia Neira, el 30 de diciembre cumple 37 años de edad y ha demostrado que una ‘guerrera’ de la vida. Ella desde los nueve meses que ingresó a la Cruz Roja es la coordinadora del área de Doctrina. Es allí donde Amelia debe enseñar los Derechos Humanos y Derechos internacionales. Ha tenido que afrontar dos dramas: fue violada a los 9 años de edad y ahora libra una lucha titánica contra el cancer de seno. Estos dos casos no han sido obstáculos para continuar prestando su labor de voluntaria en la Cruz Roja.
«A los 9 años de edad fuí violada por un amigo de mi papá. Fue una situación complicada debido a que en esa época se imponía mucho el machismo y no hubo castigo para el infractor. Mi papá, Plinio Neira no me apoyó. Mi mamá Beatriz Pedroza,no pudo hacer nada para aplicar justicia,se tuvo que conformar con solo llorar .Una violación lamentablemente te marca para toda la vida. Pero, igualemente no determina lo que puedas ser en la vida. Tienes dos opciones:echarte a la pena o salir adelante» señala Amelia Neira.
Dios premió a Amelia Neira, de acuerdo a su propio relato.» Según los médicos yo no podria tener hijos, por eso, Hellen es un milagro. Cuando quedé embarada, fue el premio que recibí de Dios. Y efectivamente no volví a salir embarazada. Hay situaciones duras por la que pasamos todos, pero tenemos que saberlas enfrentar.»acota . Amelia no tuvo secretos con su esposo, Romel Alvarado y le contó el caso de la violación que sufrió en el momento oportuno a su hija.
Como coordinadora del área de Doctrina , Amelia Neira, le corresponde ir a la cárcel del Bosque a capacitar a los reclusos sobre Derechos humanos y Derecho Internacional y hace dos meses tuvo la prueba más difícil que ha tenido en los dos años que lleva como voluntaria en la Cruz Roja, encontrarse cara a cara con la persona que la violó.
«Tuve que hacer un gran esfuerzo para controlarme en el momento que me encontré cara a cara con el amigo de mi papá que me violó, porque estaba de por medio la embestidura de la Cruz Roja. Él hacia parte del grupo de reclusos que debía capacitar. No estaba en la cárcel por mi violación,sino por otro delito que cometió» relata Amelia Neira.
Desde hace año y medio, Amelia libra una lucha titánica contra un cáncer de seno. » Descubrí el cáncer de seno, haciendo el autoexamen. El primer día cuando recibí la noticia lloré sola, porque todos tenemos miedo. El día siguiente que hable con mi esposo y planteamos las estrategias para afrontar el cáncer, que gracias a Dios apenas esta comenzando lo que es una ventaja. Al principio en la etapa de las quimioterapias, me dejaban cansada, pero ya superé esa etapa. Las quimioterapias las hice durante seis meses. He tenido el total apoyo de mi esposo y mi hija. La discapacidad o la enfermedad se la coloca uno. Si uno comienza a pensar que se va a morir, esa la cuota inicial para uno mismo autoeliminarse. Yo tengo muchos motivos porque vivir uno de ellos es mi hija, Hellen» dice Amelia una mujer llena de vida, pese a las adversidades.
Hellen rumbo para Bogotá
El hecho que Hellen Alvarado comience sus estudios profesionales en Bogotá el próximo año,no será impedimento para continuar su labor en la Cruz Roja, porque también sacará el espacio para cumplir con sus tareas en la seccional Cundinamarca.
Ella es una de las beneficiadas por el programa del gobierno nacional «Ser Pilo paga» y se le cumplirá el sueño de estudiar ingeneria biomédica en la Universidad de los Andes . Sin duda que para su madre, Amelia, fue un golpe duro la decisión de su hija irse a la Capital de la República a desarrollar sus estudios profesionales.» Al principio le intente persudir para que se quedara en Barranquilla, pero entendí que es su sueño y mi obligación como madre es apoyarla. No le cortarle las alas», reconoce Amelia Neira.
Hellen considera que domina perfectamente tres idiomas:ingles,frances y aleman. Desde hace dos años que ingresó a la Cruz Roja, ella comparte el tiempo para estudiar y para cumplir su labor como voluntaria de base. «El Instituto Experimental del Atlántico, además de capacitarlo a uno intelectualmente, te da las herramientas para que seas una persona útil a la sociedad a través de los valores. Siempre saqué el tiempo para dedicarselo a mi labor en la Cruz Roja, debido a que me tocaban jornadas academicas duras desde la siete de la mañana hasta las cinco de la tarde. En estos momentos yo estoy en el programa de la Cruz Roja de paz y convivencia (Pacos). Soy feliz por ser una voluntaria de la Cruz Roja», confiesa Hellen Alvardo Neira. Amelia Neira y Hellen Alvarodo, es de admirar la gran labor humanitaria que realizan en la Cruz Roja a través del voluntariado.