Este 10 de junio de 2025 se conmemoran los 90 años del nacimiento de Alcohólicos Anónimos en el mundo y sus miembros lo celebran recordando el encuentro entre sus cofundadores, conocidos cariñosamente como Bill y Bob
Un encuentro providencial
Todo se dio por la conversación entre un antiguo corredor de bolsa y analista financiero de 39 años, William Willson, conocido posteriormente como Bill, y un médico especialista en cirugía rectal de 54, Robert Smith, al que se le referenciaría cariñosamente como Bob, ambos bebedores consumados.
Ninguno de los dos sabía nada del otro, excepto que la reunión obedecía a la iniciativa de Willson de conversar con otro alcohólico, mientras trataba de concretar un negocio en Akron (Ohio), donde el doctor tenía su residencia, para mantenerse él mismo a salvo de las tentaciones y poner a prueba una sospecha: que la obsesión por la bebida de un alcohólico podía desaparecer si charlaba con otro alcohólico que persiguiera su mismo objetivo.
Eran las 5:00 p.m. de un día de mayo de 1934. Henrietta Sieberling, la mujer que había propiciado el encuentro en su propia casa, tras recibir una desesperada llamada de Bill, sabía de los repetidos intentos de Smith por dejar la bebida, ninguno coronado por el éxito, y deseaba de todo corazón que el plan funcionara, aunque el doctor, algo escéptico, había consentido en asistir a regañadientes:
—Iré —dijo—, pero no me quedaré más de 15 minutos.
Pero el encuentro, acaecido en la biblioteca de la anfitriona, se extendió hasta las 11 p.m. Por primera vez en mucho tiempo, al doctor Bob se le veía radiante, entusiasmado ante la efectividad de la charla para frenar su compulsión etílica. Aquello pintaba bien entonces, advirtió Anne, su esposa. Sin embargo, para los primeros días de junio, fecha en la que Wilson continuaba en la ciudad, Bob se emborrachó de nuevo. Todos los años solía asistir a la convención de la Asociación Médica Estadounidense en Atlantic City donde, además de compartir conocimientos sobre el oficio, también se bebía a raudales y reincidió en el hábito.
La historia refiere que estaba tan ebrio al volver a Akron que, en lugar de ir a su casa directamente, se fue a la de su secretaria, sin poder recordar lo que había hecho en las últimas 24 horas. Bill y Anne lo llevaron de vuelta hasta su propia casa y aguardaron hasta que volviera en sí. En pocos días tendría una importante cirugía y estuvieron acompañándolo en la paulatina recuperación. En la madrugada del día de la operación, Bob le dijo a Bill, quien para ese entonces dormía en su habitación para apoyarlo:
—Voy a llevar esto a su término.
Y lo hizo. Tras concluir con éxito la cirugía, regresó a su casa, donde Bill y Anne lo aguardaban ansiosamente, y mantuvo su promesa de no volver a tomar una sola gota de alcohol.
Era el 10 de junio de 1935, fecha que se ha tenido desde entonces como referente del nacimiento de la comunidad de Alcohólicos Anónimos, de la cual se han beneficiado más de dos millones de personas de distintos rincones del planeta.
Alcohólicos Anónimos en el mundo
Alcohólicos Anónimos no tardó en extenderse por todo el mundo. Famosos son sus 12 pasos de recuperación que tienen como punto de partida la aceptación del alcoholismo, definida como una enfermedad progresiva, mortal e incurable por la OMS. El único requisito para pertenecer a AA es el deseo de dejar la bebida. No se pagan cuotas ni derechos de admisión. Su único objetivo es ayudar al alcohólico que aún sufre.
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