
Ya, después de 200 años, la ciudad, orgullosa, descubrió que el ‘un paseo por el Malecón bien vale la pena. Tiene parques, centros recreativos, arroyos dominados y amplias avenidas; lo más rico en cocina del Caribe e internacional.

Rafael Sarmiento Coley
Este 7 de abril de 2022, Barranquilla se levantó, orgullosa y optimista, para celebrar sus 208 años de haber sido erigida en Villa el 7 de abril de 1813.
Después de haber superado etapas difíciles, hoy la capital atlanticense se muestra como la Ciudad Futuro en Colombia.
Por diversos privilegios. La ciudad, luego de haber sido un villorrio en 1813, empezó a desarrollarse en todos sus frentes por las ventajas de haber nacido anclada justo en la esquina en donde se unen el Magdalena (el río que atraviesa casi toda Colombia con un inmenso caudal). Ventajas que atrajeron a miles de europeos. La construcción del muelle en Puerto Colombia, con línea férrea hasta la Aduana en Barraquilla.

Llegaron los libaneses con se genial vocación para el comercio calle a calle a calle, vendiendo telas traídas de china, artículos para la cocina, cebolla y ajo. Todo lo pesaban con las denominadas ‘romanas’ que constaban de una totuma grande atada a la barra de medir, que era de palo, con las cifras que determinaba ‘la romana’ marcados con cuchillo. Durante años se hicieron ricos con el famoso truco de pegar en la parte de debajo de la totuma una pasta de plomo.
La aviación y algo más

De tras de ellos llegaron los alemanes con sus ambiciosos proyectos aéreos. Para lo cual encontraron los magníficos socios criollos como Mario Santo Domingo, Ernesto Cortissoz.
En aquellos años Barranquilla era el boom. Colombia—aunque por un breve tiempo, dejó de mirarse el ombligo y tener como único atractivo, a ahoga sus penas de amor. Casi todos lograron su objetivo. Menos Noel Petro, quien ese momento sintió una voz dulce que frenó en seco la cita con el más allá-. Le confesó que ella todavía lo amaba como si fueran hermanos. Poque ella cada día lo recordaba cuando, después de la presentación última en el escenario.
Un sector rápidamente turnó los judíos con la novedad de fabricar aquí mismo toda la juguetería navideña parala niñez de la Costa. Montaron una moderna fábrica (que todavía existe, la Kalissin Importin, la (Kico).
Los italianos se apoderaron del sector calzado y lo mejor de la culnaria.del antiguo mperio romano.

Sobre el caso de la Kiko en el salón de juntas de Fuad Char. Tarquino, que desde cuando entró al moviendo no se le desprendía en ningún momento En un momentos, estaba a solas, Tarco (a quienes sus detractores dentro del grupo lo llamaban ‘Terquino’, le hecho el cuento . Y le pidió que le facilitará un carro.
Fuad, sin alterar ningún centímetro del rostro, le dijo : pasa al salón privado para darte la orden.
El día siguiente Tarquino, antes de que abrieran las puertas de la fábrica, se le atravesó al gerente y le dijo q iba de parte don Fuad.
¡Sígame!”
Describió en carta con papel sellado que entregara aguinaldos a los niños pobres como los de San Isidro.
Los italianos con la industria de pastas y harinas, bajo la batuta de don Generoso Mancini Villarreal. Nació la naviera fluvial colombiana.
Y otra familia judía montó la primera y más grande fábrica de aceites de cocina, jabones para el baño, la afamada mantequilla ‘La Fina’. El judío magnate gestor de este inmenso emporio industrial era don Moris Gut, quien tuvo una sola hija, Tina, que contrajo matrimonio con Carlos Jaimes una economista cubana de origen español.
Como era de esperarse
Apareció por la pujante Barranquilla un escritor, poeta y embaucador cubano, quien se frotaba las manos porque su negocio era escribir libros mamotréticos y folletines que destilaban alabanzas sobre la nobleza de su socio ocasionales.
Cuando sus patrocinadores se dieron cuenta que la ‘bobadita’ de Bobadilla era recolecta datos para escribir la más infame y calumnioso, a la cual describe con una venganza ponzoñosa como un poblado de negociantes buitres, sí, atestada de la escoria de hacía, llena de basuras por todas partes. Escribió una novela dedicada a la generosa c ciudad que le dio de comer durante más de un año. Ti titulo inicial era ‘Ganga’. Después se quitó la careta de escritor mercenario para describir que no era ni sombra de las porquerías descritas en su “A fuego lento”.
Todavía falta mucho
Es cierto que los barranquilleros deben sentirse orgullosos por ser la ciudad de menores contagios y fallecimientos por el Covid-19. Fu una tarea audaz y efectiva lidera por el alcalde Jaime Pumarejo Heins.
En un proceso que empezó “el entonces alcalde Guillermo Hoenigsberg me ofreció el cargo de la empresa de Desarrollo Urbana de Barranquilla y su Área Metropolitana (AMB).
“Respondí se comenzábamos con la recuperación y construcción de los sectores suroriental, des taponamiento de caños, hacer una avenida a la orilla del Río Grande de la Magdalena para que la gente volviera a mirar hacia el valioso Río. La razón de ser de nuestra ciudad un emporio industrial, ferial, comercial y turística, la teníamos aquí mismo la punta de la nariz. Así fue como le rompimos el espinazo a la despreciable tradición de vivir de espaldas al Magdalena. No darle la espala a una riqueza natural. Guillermo me dijo que sí. Y aceptó el mecanismos de financiación a largo plazo Contamos con la suerte d convencer a la personal que en realidad es la que pesa y manda en e Ministerio de Hacienda. Hasta se pudo Barranquilla y designó como gerente de Hacienda en su área.
Se ha hecho mucho
Renowitzky recuerda que fueron difíciles. Había que reubicar a los vendedores de San Andresito para la prolongación del Museo del Caribe; era necesario tumbar el edificio de la Caja Agraria para que el Paseo Bolívar no siguiera atravesado como osca en leche. Por fortín se logró una solución salomónica que fue abrir una especie de túnel por el centro y dejar el resto para el funcionamiento de la Fiscalía