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‘Vivir más no pude’ ahonda en la polémica vida de Diomedes Díaz

Con el libro que esta semana presentó en Barranquilla sobre los momentos álgidos del «Cacique de la Junta», el periodista y escritor Oscar Montes corrobora que el artista hizo de su vida toda una leyenda de la música vallenata.

Por Jorge Sarmiento Figueroa – Editor general

Llego la hora de partir sin medir distancias 
y ni sombras quedarán de aquel amor (bis)

Oscar Montes

Oscar Montes

Es paradójico que la vida de un hombre que inmortalizó esos versos en el corazón de los amantes del vallenato, que no tenía medidas ni distancia para su talento ni para sus actos más gloriosos o bochornosos, tenga que ser abordada por un curtido periodista como es Oscar Montes, «tomando distancias para no apasionarme, porque entre lo personal y lo artístico Diomedes Díaz se granjeó los más grandes amores y odios que cantautor alguno haya despertado en la historia de la música vallenata».

«Te confieso, Oscar -le dijo Heriberto Fiorillo en la tarima de La Cueva al momento de iniciar la presentación del libro ‘Vivir más no pude’-, a mí no me gusta Diomedes Díaz. Su ejemplo es lo más detestable para las generaciones nuevas y dudo incluso que su talento sea el que tanto enarbolan sus seguidores; pero también te confieso que en el silencio de mi inconsciente me pasa como a todos, que a veces tarareo sus canciones».

vivir más no pudeEl libro que escribió Oscar Montes tiene la riqueza de poner paralelos entre las vivencias de Diomedes Díaz que dejaron huella en la opinión pública nacional y un compendio literario de varias de las canciones emblemáticas del «monstruo», para demostrar que amado u odiado este hombre nacido entre los pastizales de la finca Carrizal, en el corregimiento guajiro de la Junta, es el más importante bastión del vallenato en las últimas décadas, «porque nadie vendió más discos que él, nadie llenó más casetas, nadie fue tan buscado por los compositores para que les cantara y nadie llevó al delirio a sus fanáticos como lo hizo Diomedes Díaz».

Oscar Montes, Heriberto Fiorillo y Omar Figueroa Turcios

Oscar Montes, Heriberto Fiorillo y Omar Figueroa Turcios

Desde el primer capítulo que narra una balacera en la que iban a matar a uno de sus tantos amigos mafiosos y él se salvó de milagro junto con Juancho Rois, su encomiable acordeonista, el libro cuenta momentos que parecen sacados de una realidad alocada pero que nadie duda de su existencia porque en toda la región Caribe y muchos otros rincones de Colombia por donde pasó el «Cacique de la Junta», sus fanáticos y detractores se encargaron de regar las anécdotas que luego, aún vivo el ídolo, se convirtieron en verdaderas leyendas.

«Pero no quería simplemente contar anécdotas, quería cumplir la tarea de contar bien contado el cuento de su vida», dice el autor del libro, para lo cual se internó en las regiones donde se desarrollaron la mayoría de los momentos que marcaron a Diomedes Díaz y en donde tuvo la pericia para entrevistar a las personas que mejor conocieron o fueron protagonistas y testigos de primera mano. De esa investigación es que Oscar Montes, además de escribir su libro, concluye que el canta autor vallenato tiene el estatus de juglar, porque «narra su vida y la de su región a través de la música, porque lleva a la posteridad su poesía, que seguirá viviendo en las canciones que serán escuchadas por aquellos que lo amaron y también, aunque no quieran, por aquellos que lo odiaron».

En primer plano, Jorge Sarmiento de Lachachara.co. A la izquierda, el Gobernador José Antonio Segebre. Al fondo, la Alcaldesa Elsa Noguera y su equipo de gobierno.

En primer plano, Jorge Sarmiento de Lachachara.co. A la izquierda, el Gobernador José Antonio Segebre. Al fondo, la Alcaldesa Elsa Noguera y su equipo de gobierno.

El evento de presentación del libro en La Cueva tuvo una acogida de numerosos amantes del vallenato, de la literatura, el periodismo y de la política, porque Oscar Montes es ante todo un analista político de alto nivel con varios premios y reconocimientos por su labor. «Pero hoy prometo no hablar de política, hoy vinimos a hablar de vallenato». Y así fue, lo que empezó con una charla a dos voces entre Heriberto Fiorillo y Oscar Montes se fue abriendo con el mismo fuelle de las eternas parrandas que se suelen hacer en donde suene un acordeón vallenato. Terciaron Rafael Sarmiento Coley, Ramón «Moncho» Dávila, Alberto Mario Vargas Llinás, Numas Armando Gil, entre otros tantos contertulios a los que Fiorillo, ya sumido en su figura de Buda caribeño con gafas negras para brillar en la oscuridad, tuvo que frenarles el viaje y dar por terminada la cháchara porque venía ahora a hablar la música de un conjunto vallenato encabezado por el reconocido cantante Oswaldo Rojano.

Con parranda vallenata, como tenía que terminar la cosa.

Con parranda vallenata, como tenía que terminar la cosa.

Como buen periodista político, Oscar Montes sacó el quite al compromiso de asumir posturas frente a la vida de Diomedes Díaz. Las preguntas sobre su machismo reconocido, sobre la condena por la muerte de Doris Adriana Niño, sobre su evidente amistad con narcotráficantes y políticos de mala espina, sobre el paramilitarismo que lo protegió, todas las preguntas quedaron en el aire de la parranda porque Montes prefirió dejar plasmadas las respuestas con su rigor periodístico en el libro.

En el ambiente quedó el gusto por leer ‘Vivir más no pude’, porque todavía hay muchos que quieren saber si es verdad que Diomedes Díaz llegó a tener sesenta y tantos hijos, si pudo parquear en algún lado la avioneta que un capo le regaló, si Patricia -el amor de su vida- en verdad le aguantó las innumerables parrandas y lo esperó siempre sumisa y enamorada con un jugo de naranja para pasar el guayabo.

La editorial Planeta, sello con el que se publica el libro, le mandó quitar más de 100 páginas al texto original, por costos, pero dejó el regalo inspirador de un CD con diez canciones seleccionados por Oscar Montes para deleite de los amantes de la música de Diomedes Díaz.

«Hubiera querido dejar todas las páginas, porque conozco el fervor de los seguidores de ese monstruo que es Diomedes, que son insaciables y siempre quieren saber más y vivir más del carisma de su ídolo…. pero vivir más no pudo», concluyó Montes.

Te quise con el alma, bien sabes que amarte más no pude

Volaste hacia la nube más alta

Ya no pude alcanzarte

Sobre el autor

Practicante del periodismo desde niño, comunicador de profesión, artista por vocación. Email: jorgemariosarfi@gmail.com Móvil: 3185062634
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